La cultura ha ido generando prescripciones acerca del modo adecuado de ser hombre o mujer y de lo que se espera de cada grupo sexual

TEMA: IDENTIDAD SEXUAL

RESUMEN:

Para iniciar con el estudio de la identidad sexual se deben definir dos conceptos: “sexo” y “género”.  La sexuación produce dos tipos claramente definidos, hombres y mujeres, cualquier discrepancia física o psicológica respecto al tipo sexual se considera una anomalía o desviación y tiende a estigmatizarse.

El proceso de convertirnos en hombres o mujeres se produce en el desdoblamiento a partir de un origen común (asexuado), por lo cual,  se puede ver que los dos sexos tienen un origen común.

La cultura ha ido generando prescripciones acerca del modo adecuado de ser hombre o mujer y de lo que se espera de cada grupo sexual; el denominado “género.”

Comprender la relación entre “sexo” y “género” da paso a comprender la identidad sexual.

Podemos postular que la Identidad sexual es un juicio sobre la propia figura corporal (soy hombre, soy mujer) basado en las características biológicas (genitales, figura corporal). Mientras que la Identidad de Género es un juicio de auto clasificación como hombre o mujer en base a las atribuciones que la sociedad ha ido asignando a cada uno de los sexos.

Los roles de género eran, antiguamente, las funciones y que se le asignaba a cada sexo. El hombre obtenía el rol trabajador, para mantener y defender el núcleo familiar. La mujer obtenía el rol, de la crianza y todos los comportamientos que de ella derivan. De esta forma, lo considerado masculino era más valorado que lo femenino. Los roles de género se refieren al papel (en el sentido de actor o actriz) que desempeñan las personas respecto a su identidad sexual o de género.

El modelo actual o de androginia nos ayuda a prescindir de las etiquetas de masculinidad y feminidad y sustituirlas por instrumentalidad y expresividad lo cual nos ayuda a replantearnos como mujer y hombre, considerando que hay tantas formas de serlo como seres humanos.

MARCO TEÓRICO:

IDENTIDAD SEXUAL

Se mantiene que la sexualidad es todo aquello relacionado con la sexuación, fenómeno relativo a las especies que optaron por el sistema de reproducción sexual.

Katchadourian dice que el concepto de sexualidad humana, gira alrededor de dos ejes fundamentales que interactúan entre sí:

• Identidad sexual: como teoría acerca de sí mismo, que es inevitablemente sexuada.
• Motivación sexual: generadora de la búsqueda de placer erótico.

Según postulados ideológicamente conservadores respecto a la sexualidad, la sexuación produce dará dos tipos claramente definidos, hombres y mujeres, que funcionan conforme a los estereotipos establecidos. Diciéndolo de otra manera, los hombres y mujeres son creados todos iguales respecto a su grupo, por la naturaleza. Esta concepción tolera al mínimo la variabilidad. Toda discrepancia física o psicológica respecto al tipo sexual se considera una anomalía o desviación, tendiéndose a estigmatizarse.

Actualmente, los aportes de las ciencias biológicas y las del comportamiento humano, evidencian que el proceso de convertirnos en mujeres u hombres se basa en el desdoblamiento que se produce a partir del origen común.

La palabra sexo viene del término latino “secare” que significa seccionar, cortar, separar. Al inicio de todo, el origen de las especies era asexual; pero, debido a necesidades adaptativas, algunas se separaron en dos formas.

El desdoblamiento en dos formas no es simétrico. El tronco original de la especie, que era asexual, tendía a crear mujeres. La otra vendría a ser una derivación o “alteración” del tronco original, siendo necesario agregar algunos componentes como los genes específicos y los andrógenos. La feminización, por tanto, es un proceso más estable que la masculinización.

Cuando el proceso de desdoblamiento y diferenciación sexual en sentido masculino se produce alguna alteración, en general se produce un viraje hacia estructuras femeninas. Con esto, Money, argumentó la fragilidad psicosexual de los hombres, refiriéndose al estudio de las parafilias o de las alteraciones en el desarrollo de la identidad sexual, más comunes en hombres que en las mujeres.

Tanto hombres como mujeres, por lo tanto, parten de una estructura sexual común, en lugar de encontrarse aislados unos de  los otros como se creía. En base a la idea del desdoblamiento, decimos que es posible la existencia de múltiples formas de ser mujer u hombre. Es decir, a partir de un origen común se produce un desdoblamiento que da lugar al dimorfismo propio de las especies sexuadas. Por ejemplo, cuando nos fijamos  en los grupos de mujeres o de hombres, se observan grandes diferencias intragrupo en cuanto a los tipos de sexuación, en relación con características morfológicas y psicológicas.

Cada ser humano desarrolla su propio proceso que es único e irrepetible. Primero estará la base (biológica) en la que se asienta el concepto de sí mismo, que vendría a ser el cuerpo; después, la socialización (cultural) en un medio portador de una cultura determinada, que incluye un discurso acerca de la sexuación que desarrollaremos paulatinamente.

A este conjunto de contenidos culturales simbólicos y normativos se lo va a denominar como “género”. Las diferencias forjadas por el proceso de diferenciación sexual se convierten en desigualdad cuando la relación entre los grupos sexuales se estructura en base al poder, creando una clara situación de asimetría.

Se alzan dos posturas antagónicas que tratan de explicar la forma de ser de hombres y mujeres:

• La biologicista: Bases del desarrollo biológico para explicar la feminidad y masculinidad. Esta mantendría que la biología marca radicalmente las diferencias. El rol asignado a cada uno de los sexos corresponde con las diferencias biológicas que son funcionales: caza, protección, defensa, para el hombre, crianza y cuidados para las mujeres. La cultura tiene una influencia mínima. Comportamiento que han demostrado ser funcionales a lo largo de la evolución de la especie, en términos de supervivencia.
• La culturalista: mantiene que el desarrollo de la cultura patriarcal genera, a partir de las diferencias biológicas, una relación asimétrica de poder donde el grupo de hombres somete al grupo de mujeres, relegándolas a un papel secundario, sumiso y dependiente. Los modos de ser mujer u hombre no dependerían de la biología, iniciadora de la reacción cultural que prescribe los comportamientos, las actitudes y las funciones en el orden social.

El efecto implacable de la presión cultural del género no explica suficientemente la resultante individual en algunas personas.

La Integración, es un concepto clave para la Psicología de la sexualidad. Son interesantes e importantes las experiencias personales y el autoestima, en relación con la aceptación y la adecuación al modo personal de sexuación.

SEXO Y GÉNERO

Uno de los primeros autores en utilizar el término “gpenero” fue Jhon Money en la década de los sesenta; investigando los estados de intersexualidad con los hermafroditas, Llegó a la conclusión de que la identidad sexual no depende solo de la constitución biológica. Utilizó el concepto género, puesto que, son las atribuciones culturales al sexo las que explican la adquisición de la identidad sexual.

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