La felicidad debe fundarse en el ser personal y no tanto en el querer personal.

1. La felicidad debe fundarse en el ser personal y no tanto en el querer personal

El ser personal trae consigo la primera y más importante construcción del individuo, se fundamenta en mantenerse en los propios deseos que proporcionen armonía y paz, lo cuales son prometedores para el crecimiento individual, es así como todo se cimienta en el amor desprendido y libre con características nobles y plenas que pone primero el amor por un ser supremo como Dios. De esta manera se reconstruye un ser humano interiormente, se alcanza la plenitud y el hecho de sacar siempre lo mejor de sí mismo, dando así una satisfacción a manera personal.

El sentirse bien consigo mismo trae felicidad en el ser personal la cual radica en la paz que hay en el corazón, la bondad de un amor que trasforma y hace bien, que tiene la capacidad de dar cosas excelentes, llegando al encuentro con la plenitud. Y este es el primer paso para obtener después el querer personal que completaría de manera concurrente la felicidad.

1. Toda persona quiere ser algo y a veces lo que quiere ser no es lo que lo hace feliz

El ser humano tiene deseos terrenales que se cimientan en una sociedad de consumismo, mantiene la idea que a mayor reputación se es más importante en la vida, buscando una vida buena y prospera relacionada con los llamados posibles candidatos a la felicidad, los cuales se consideran que aportan de alguna manera a esta, brindando una vida  agradable, pero no son la pieza fundamental para ser feliz, puesto que así como la felicidad es el fin último del hombre determinando su afecto, de esta manera lo hacen los bienes materiales, se convierten en una idolatría. Trayendo así destrucción y convirtiendo  la felicidad en un bien inferior, que traerá consigo la desdicha de la persona.

Vale aclarar que la felicidad del hombre no está en la riqueza material, puesto que puede ser momentánea, adaptándose al cambio que conlleva. Es así como todo lo que quiere ser la persona no es lo que siempre lo hace feliz, pues se tienen deseos equívocos o erróneos que llevan a ser lo que se quiere en la vida pero  no obteniéndolo  de manera de correcta.

Finalmente si  se quiere ser algo en la vida, la persona se debe  proyectar de manera tal que sus deseos sean equilibrados y correctos uniéndose de esta manera a lo que hace bien en la vida, cimentando esto en el amor bondadoso, que conduzca siempre aun logro más, estimulando cada cosa a hacer

1. Hay una condición para la felicidad que es la aspiración más noble y natural del hombre.

El amor, es la condición para la felicidad, es la aspiración más noble y natural del hombre radicando en ella un amor, desprendido, sin ataduras y bondadoso, poniendo los afectos en la persona correcta, se trasforma, crece y es libre. Llegando así a una plenitud por el amor a Dios.

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