La nueva masculinidad

LA NUEVA MASCULINIDAD

La Biología se ha dedicado a estudiar a hombres y mujeres indistintamente, es decir es legítimo a las desigualdades sociales entre ambos sexos desde un punto de vista científico. Algo en que hemos presenciado en las últimas décadas es como los movimientos sociales, como el feminista, ponen sobre la mesa temas como la construcción de genero y como ese afecta en muchos niveles sociológicos, que van desde la adopción de roles de genero hasta violencia de género y discriminación.

Me enfoqué primero en entender como se construye la masculinidad y encontré que han existido diferentes autores a lo largo de la historia, donde uno complementa a la teoría social del anterior como producto de los cambios y adaptaciones de la masculinidad con cada década.  

La masculinidad se construye de manera diferente en las diferentes culturas humanas, pero comparten características como la educación en la competitividad. Gilmore se centra en estudiar las funciones específicas de los varones: la progenitora, la proveedora y la protectora. Todas estas características repercuten en como se construye la estructura familiar, y lo que nosotros como individuos reflejamos con nuestro entorno y nuestras relaciones interpersonales. amigos, pareja etc.

Clasificación actúa de las masculinidades actuales

∙ Masculinidad hegemónica: es la practicada por los varones heterosexuales que monopolizan el poder, el prestigio y la autoridad legítima.

∙ Masculinidad subordinada: Hace referencia a masculinidades divergentes de la posición de poder hegemónica de los varones. Se suele asociar a los homosexuales o a los “afeminados”.

∙ Masculinidad cómplice: Es la masculinidad silenciosa que no forma parte de la minoría hegemónica pero que disfruta de las ventajas del sistema patriarcal con la sumisión de la mujer (los denominados dividendos patriarcales).

∙ Masculinidad marginada: Se suele relacionar con los grupos étnicos minoritarios y frecuentemente marginados: negros en los EE. UU, miembros de la etnia gitana, etc. También a los individuos con conductas delictivas o patológicas como pederastas.

En la actualidad la predominante es la cómplice, puesto que los hombres se ven favorecidos por la sumisión de la mujer, sin ejercer totalmente su poder, puesto que este se manifiesta en pocos hombres privilegiados socioeconómicamente. Pero todas convergen en el “no ser” o al menos no parecer femenino.

La rigidez masculina actual presenta varios retos para las sociedades que se plantean una progresión sociocultural, puesto que la actual se basa en la comparación constate, lo que hace que la identidad de los varones este en competencia interminable. Entonces hace que el grupo de iguales sirva como referencia, es decir lo que la mayoría tratara de seguir para no ser excluidos o del patriarcado.

Nuevos tiempos, nuevas masculinidades: La construcción de una mejor sociedad es una tarea de hombres y mujeres, y debe realizarse bajo un enfoque de equidad de género, deconstruyendo nuestros valores patriarcales, por unos incluyentes, lo que redituará en un cambio de actitudes y conductas, lo cual nos lleva a la necesidad de reformular la forma en que nos relacionamos con las demás personas, con otros hombres, con otras mujeres, con nosotros mismos. Debemos trabajar para que nuestros cambios tengan incidencia social y política, y se reflejen en la formación de las nuevas generaciones y en la construcción de una sociedad libre de discriminación y de violencia.

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