La psicología nos permite modificar la conducta humana

La psicología nos permite modificar la conducta humana

Elaborado por Rebeca Molina Castro

Muchas personas tienden a pensar que la psicología se dedica única y exclusivamente a trabajar con las emociones y sentimientos de las personas, otras confunden al psicólogo con el psiquiatra y creen que solo las personas catalogadas coloquialmente como “locos” necesitan ayuda psicológica. En el peor de los casos hay quienes creen que el trabajo del psicólogo se limita a escuchar a las personas hablar de sus problemas y a decirles que todo estará bien.

Si bien es cierto que la psicología trabaja con los sentimientos y emociones no podemos decir que se dedica solo a eso, pues también estudia los procesos mentales y la conducta. De hecho, Bleger (1965) afirma que “la conducta es la unidad de estudio de toda la psicología y de todas las escuelas (…) todos los campos psicológicos han estado estudiando consciente o inconscientemente la conducta” (p.27).

Ahora cuestionémonos  ¿qué beneficio obtenemos al estudiar la conducta? al estudiar la conducta podemos comprender los procesos mentales que ésta implica y al comprender las causas de determinada conducta podemos modificarla.

Cuando escucho la palabra modificar inmediatamente viene a mi mente la palabra cambio, pues pareciera que una es consecuencia de la otra: sin modificación no hay cambio. La psicología es la ciencia que se encarga entre otras cosas a modificar la conducta de las personas mediante técnicas para lograr un óptimo funcionamiento tanto individual como social.

Imaginemos a un niño de unos 8 años cursa el tercer año de primaria. Su maestra lo cataloga como el problemático del salón, es muy inquieto, le cuesta poner atención y seguir instrucciones, inicia peleas con sus compañeros y a sus compañeras les jala el cabello sin motivo alguno. A manera de castigo la maestra lo saca del salón o lo pone a barrer después de clase. En casa no es muy diferente, no obedece a su mamá por lo tanto ella se la pasa gritándole y su papá tiende a golpearlo o a recurrir a castigos muy severos pues piensa que de esta forma el niño cambiara sus conductas.

Si analizamos un poco este ejemplo podríamos notar que la maestra en lugar de eliminar las conductas negativas al sacarlo del salón realmente las está reforzando pues el niño puede no querer estar en el salón y busca la manera de que lo saquen. Por otra parte su papá está fomentando las conductas agresivas pues como ya lo comprobó Bandura mediante su “experimento del muñeco bobo” los niños aprenden mediante la observación de un modelo, en este caso su papa.

Como hemos visto en este sencillo ejemplo las acciones dirigidas a modificar la conducta del niño resultaron contraproducentes, pues en lugar de eliminarlas que era el objetivo terminaron promoviendo esas conductas negativas. Aquí es donde podemos apreciar la importancia del estudio de la conducta y la forma de modificarla.

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