“...Los hombres conducen...” & “ellas también conducen”

“…Los hombres conducen…”   &    “ellas también conducen”

        Un vehículo conducido por una mujer representa para los del sexo opuesto la oportunidad más sutil, cotidiana y burlona para menospreciarle sus habilidades frente al volante. Diariamente quienes conducen un vehículo o simplemente hacen uso del transporte público- bus, taxi- deben lidiar con esta constante; si un hombre se pasa la luz roja, es “normal”, pero en caso de que sea mujer, el panorama no es el mismo, ya que ese es el momento para que ellos casi en cónsona voz repitan la frase, para ellos tan célebre: “tenía que ser mujer”, sin mencionar los escenarios cuando ellos en sus vehículos chocan a las chicas, aparte de convertirlas en víctimas de la colisión y sus consecuencias, las insultan, las culpabilizan y la condecoran con este premio en primera clase: “ tenía que ser mujer”, en fin son ellas quienes terminan re victimizadas.

        La violencia hacia las mujeres va más allá de los golpes, de las vejaciones, de las limitaciones que se ejerzan sobre ellas, está en cada frase, en cada gesto u acción que logre ridiculizarles y/o minimizarles hasta invisibilizarlas. A lo largo de la historia se le ha llamado al sexo femenino “el sexo débil”, esto probablemente sea porque por dos razones; una porque aman, sienten y lo expresan arduamente, bien sea con lágrimas o cualquier manifestación entre rabia, amor o dolor, ello sin ninguna limitante, ni quiera frente al mejor de los victimarios, simplemente lo expresan; dos, por considerarlas “incapaces”, impropias para realizar actividades que son consideradas por los hombres, solo para ellos.

Considerando esta última, cada mujer tiene la capacidad para realizar las diferentes actividades que a lo largo de la historia fueron y siguen siendo ejecutadas por los hombres, lastimosamente la situación ya no solo está en una significativa frase, sino que ha trascendido. Al revisar en la web se puede observar las diferentes páginas y blogs dedicadas a tal seductor tema entre el sexo masculino, en donde por medio de videos, comentarios, chistes o noticias se dan a la ligera tarea de propagar de manera muy subjetiva razones por las cuales creer en este mito.  

Una de la más reciente noticia sobre el tema, se ubica en el país del continente Europeo, España, específicamente en el estado de Zaragoza, donde aparentemente una agencia dedicada  a ofrecer su servicio de clases de manejo, la cual es requisito indispensable para la obtención de la Licencia de conducir, ha publicado nuevas tarifas para sus clientes, privilegiando a unos más que otras.  Según el artículo las autoridades de esa oficina  aplicaron un cobro único, pero a su vez fijaron un incremento del 33,8% en sus tarifas aplicable solo para las mujeres, alegando que las femeninas requieren de mayor cantidad de clases para aprender a conducir y de esta manera obtener la licencia que les permite de manera oficial realizar la actividad. Pese a que el Ente encargado de defender los derechos al consumidor acuso y multo a la Institución por discriminación sexual, un juez de la Corte revoco la multa y los cargos, fundamentándose según él, en las estadísticas de accidentes de tránsito de la localidad… “todos los años, los hombres muestran una mayor destreza y mejores habilidades de manejo que las mujeres”… “Sin duda, las mujeres eran peores conductoras que los hombres”.^[1]

Al conocer noticias como esta, se podría fácilmente aseverar  que en un futuro no muy lejano, se implemente una tarifa especial en el precio para la compra de un vehículo por una mujer o yendo un poco más lejos se vete al sexo femenino para conducir algún vehículo. Parece mentiras que pleno siglo 21 cuando muchos de los derechos de ellas han sido defendidos y de hecho reconocidos, se encuentre un panorama tan desalentador como el de España.

Claro está que noticias como estas no solo etiquetan y generalizan a las mujeres, sino que alimentan el ego de los machos y ellos obviamente hacen eco de esto. Sin pretender caer en esta tela de juicios en cuanto a la manera de conducir de  las mujeres se puede fácilmente reconocer el  tan buen rol que desempeña los medios de comunicación al difundir repetitivamente –como karma- las escenas donde actrices de Hollywood como París Hilton, entre otras han protagonizado accidentes vehiculares por la ingesta de licor o de sustancias prohibidas. Cabe resaltar que situaciones como estas son solo casos aislados dentro de un universo, no representan ni siquiera una muestra de las mujeres choferes, ni mucho menos son modelos aplicables que  todas las mujeres siguen o deben de seguir. Los medios de comunicación rara vez retransmiten una noticia donde el autor de tal hecho es un hombre, no siendo este indicador de que no cometan tales actos, ni mucho menos que sean ellos los de mayor índice de protagonismo, solo es indicador de una discriminación sexual.

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