Mala educacion
Enviado por luis123987 • 3 de Octubre de 2015 • Apuntes • 811 Palabras (4 Páginas) • 106 Visitas
Aquí sentado frente a este aparato inventado hace miles de años, sí, aquel en donde se pueden decir cosas... voy pensando en todas aquellas que debería decirte, y nunca que te dije o porque no lo merecías o porque yo no creía que lo merecías, en fin, eso que mierda importa, el amor, después de haber amado tanto, es solo es una gesto feliz entre tantos, una mueca exagerada para no arruinar las fotos que verán mis padres, mis primos y mis niños.
Pero qué tal si te cuento la historia de una de esos amores medios cojudones que tuve, no hay fechas ni nombres ocultos, y por cierto no creas que te quiero contar una historia de amor, primero porque me parece de un mal gusto horrible andar contando esas cosas a la gente no directamente involucrada, es decir, la única historia de amor que contaría a alguien sería a precisamente a ese alguien, o a su pareja actual… Y los motivos podrían ser varios, entre los principales estarían los dos siguientes: tratar de calentar a dicha ex parejas(ya que al ser historia, se supone que ya paso, pues ¿Quién podría contar la historia del presente?), o joder a la pareja actual de tu ex pareja, para que se peleen y luego, te escriba y te diga, necesito hablar con alguien, pues me he peleado con menganito o con javicho, papuchin…Y ahí yo entro, a meterle letra a la afectada.
Giorgia era una mujer regia y avallasadora, tenía ese no sé qué, que no sé cuántos miraron cuando pasaba moviéndolo cual yegua orgullosa masticando una zanahoria, sus besos eran sabrosos, la sensación era como comerse una sandia-duranzo, pulposa jugosa, tenía los ojos un poco cavernícolas, miraba como si anduviera buscando algo de su nómada tribu, aquellos ojos ventanas de su alma cinética, habían visto detenerse calmos a otros muchos, y partir otros más caminares en el amplio y doloroso horizonte de la ciudad inmaculada, había llorado aquellas partidas un día o dos, viendo películas pedorras para luego ponerse sus leguins negros con escamas plateadas, ojos nómadas, muslos negros, cazadora de poetas minúsculos, aventuras que a fuerza de ser las mismas, la tenían abatida, lloraba por dentro abrazada a su hija, único refugio de amor reconocible, nerviosa y aburrida, necesitaba un golpe certero, un cambio, asi conocio a Yony, o joni como le gustaba que lo llamaran, este se sentía orgulloso de sentirse “J”odido, a la manera de contreras y no de hasta la hueva.
Pero quiero seguir recorriendo el cuerpo de Giorgia, o en todo caso para no seguir contando, pues ya conté lo mejor, podemos decir que era simplemente como cualquier musa de Crumb, una mujer caballuna como diría mi querido amigo Britto. Digo fue, era, tenia, porque ya no tiene, porque luego de conocer a Joni me conoció a mí, yo que le metí una bomba de spleen negro justo en el ombligo, y la destroce de cabo a rabo, quería un cambio ahí lo tuvo. Pero mejor historia es la que le paso con el susodicho Joni, un representante digno de la especie humana moderna, o sea un cagadito. Joni, para aclarar, soy yo, o sea la primera versión que se metio con Giorgia, digamos que es mi yo doblemente inventado, es aquella mascara de mi personaje, de mi alter ego, tal vez. O tal vez como dijo Sheyla Rojas o cualquier psicólogo del amor, “es la persona que conoces en los primeros 6 meses de noviazgo o de pareja, donde todo es lindo”, y Joni calzaba con ese perfil cual cenicienta, la cosa se pone mala cuando vemos que Giorgia no tiene la máscara de los 6 meses, en realidad ella nunca tuvo máscaras, ella es una mujer transparente. Obviamente eso lo mal aprendió en algún momento epifaníco de su adolescencia juguetona, justo cuando crecía en ella esos 2 valores capitalinos, como diría Charlie García, se dio cuenta, según me dijo, un buen día tocándose las nachas, que ella no necesitaba mascaras.
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