Percepción de los Adolescentes frente al Consumo de Alcohol
Enviado por Marili Bolaños Delgado • 10 de Noviembre de 2017 • Síntesis • 2.396 Palabras (10 Páginas) • 229 Visitas
Percepción de los Adolescentes frente al Consumo de Alcohol
1. Percepción. Se toma en cuenta lo dicho por Martin-Baró (1983) quien refiere que la percepción es un proceso que permite generar interpretación al significado de los estímulos captados. Lo sentidos le permiten a la persona recibir información desde el exterior y le posibilita a su vez desarrollar un papel activo para procesarla, analizarla y entenderla.
Además, Bruner (citado por Martin-Baró, 1983) piensa que la percepción está determinada por factores sociales quienes influyen en la selección e interpretación de los estímulos que llegan a los sentidos.
Cabe señalar que dentro de la percepción se encuentran dos modelos:
Modelo de halo. Enmarca que en la percepción, el conocimiento sigue al afecto, es decir, la persona ve lo que concuerda con sus sentimientos (Martin-Baró, 1983). Es decir, las emociones presentes en la persona, juegan un papel determinante dentro de la percepción.
Modelo de la personalidad implícita. Modelo socializado que se refiere a los estereotipos que se asumen con anterioridad a la experiencia personal (Martin-Baró, 1983). Lo anterior quiere decir que a partir de la generalización de rasgos se construye la percepción sobre una persona, objetos o acciones.
El proceso de percibir depende también de tres factores que atañen al perceptor como el contexto, el interés y la experiencia. El contexto condiciona la forma en que se percibe el objeto; el interés individual de la persona influye en las expectativas de lo que se percibe y la experiencia previa puede intervenir en la manera en cómo se percibe el objeto (Martin-Baró, 1983).
Por otra parte, es importante mencionar la existencia de métodos como el relacional, el del descuento y el de la combinación lineal usados para resolver impresiones receptivas.
“Método relacional. Modificación de la categoría perceptiva aplicada a fin de integrar información a la ya existente” (Martin-Baró, 1983, p.201). La nueva información que la persona adquiera puede hacer que la percepción que se tenga de un objeto, persona o acción cambie.
“Método del descuento. Se descartan aquellos datos que contradicen la percepción que se tiene de otra persona y solo se toma en cuenta aquellos datos concordantes con la caracterización utilizada” (Martin-Baró, 1983, p.202). Es decir, según este modelo las primeras impresiones se empezara a descontar para generar luego una última percepción sobre algo, ya sea una acción, persona u objeto.
“Método de la combinación lineal. La nueva información se incorpora a la información existente u obliga a quitar información previa. La impresión perceptiva final que se tiene sobre la persona dependerá de ese proceso combinatorio” (Martin-Baró, 1983, p.202). Lo anterior refiere que la percepción final que se tiene sobre algo va a depender de la información reciente que se adquiera, es decir, si la información que apenas ingresa se asemeja a lo que anteriormente ya se percibía, se tomara esa información para completar de alguna manera dicha percepción y si por el contrario la información nueva varia, se percibirá ese algo desde otro punto de vista.
En definitiva, la percepción es un proceso mental que le permite a la persona interpretar la información ofrecida por el mundo que lo rodea a través del uso de los sentidos generando de esta manera un aprendizaje.
Dicho lo anterior, es importante agregar que el proceso perceptivo que hace el individuo se da en tres fases, las cuales le permiten al sujeto seleccionar, organizar e interpretar la información según su capacidad de comprensión.
Selección. La percepción selectiva se refiere al hecho de que el sujeto percibe aquellos estímulos a los que está expuesto según sus actitudes, intereses y necesidades; el individuo usa un filtro personal para discriminar los estímulos que son importantes para él, por esta razón el individuo observa ciertas cosas, ignora otras y rechaza el resto (Schiffman y Kanuk, 2005). Esto significa que el individuo tiene una gran capacidad para ignorar estímulos que no sean de su interés y concentrarse en aquellos que si coinciden con sus exigencias.
Organización. Una vez seleccionados los estímulos, los individuos los organizan y clasifican asignándoles un significado según como han sido clasificados. Dicha organización se lleva a cabo mediante tres principios: figura (elemento que capta mayor parte de la atención) y fondo (elemento poco diferenciado), agrupamiento (facilita la memorizaban y el recuerdo) y cierre (completar la percepción) (Schiffman y Kanuk, 2005). En otras palabras, la organización de la percepción se refiere a la capacidad del individuo para clasificar los estímulos y asignarles un significado personal determinado.
Interpretación. Después de seleccionar y organizar los estímulos percibidos previamente, el individuo busca darle un contenido o significado personal; a partir de ello, el hace una interpretación desde su experiencia previa, motivaciones, intereses personales e interacciones con otras personas. La interpretación puede variar a medida que se va enriqueciendo la experiencia del individuo (Rivera, Arellano y Molero, 2009). Es decir, la interpretación de los estímulos puede variar según como el individuo vaya enriqueciendo sus experiencias a lo largo de su vida.
2. Sustancias psicoactivas. Barlow (Citado por Gantiva, Trujillo, Gómez y Martínez, 2007) afirma que las sustancias psicoactivas (SPA) se definen como cualquier sustancia natural o sintética que altere de alguna forma el funcionamiento del sistema nervioso central (SNC) y más específicamente la normal producción de neuro-transmisores. Esto quiere decir que al hacer uso de sustancias psicoactivas se generara en la persona alteración en el humor, la percepción y el funcionamiento normal del cerebro.
Por otra parte Pérez (Citado por Bayona, Hurtado, Ruiz, Hoyos y Gantiva, 2005) afirma que estas sustancias se clasifican en cuatro categorías dependiendo de su efecto directo sobre el SNC.
Depresores del SNC (alcohol, inhalables como pegantes y disolventes con una base de tolueno, benzodiacepinas, barbitúricos, opio, morfina y heroína).
Estimulantes del SNC (cocaína, bazuco, anfetaminas, cafeína y nicotina).
Alucinógenos (hongos alucinógenos, escopolamina, yahé, LSD [dietilamida-25 de ácido lisérgico]).
...