Psicopatología del bebé

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Curso: Inicios de la Psicopatología infantil.

Maestra. Monica Melissa Loza Núñez.

Asesor: Enrique Velázquez Pérez.

Trabajo: Análisis de Lecturas “ la Psicopatología del bebé”.

10 febrero de 2020

ANÁLISIS DE LECTURA.

EL DESARROLLO DEL BEBÉ

Teoría del apego.

En este apartado se puede observar como alrededor de esta teoría se pretende explicar ciertos comportamientos en el ser humano y de la forma en la que los niños reaccionan puestos en un entorno extraño, lo cual ayuda a distinguir los vínculos importantes que se van desarrollando y de cómo la interacción que se tenga con sus padres o figuras parentales es relevante, lo cual genera diversas alternativas de estudio al comportamiento que los individuos tomen a lo largo de sus vidas.

La primicia de los vínculos afectivos

Al hablar de los inicios de estos vínculos que se dan desde edades tempranas, los cuales pueden ser monitoreados para ver su evolución  poniendo en primer lugar a los padres como creadores de vínculos afectivos de los cuales dependerá su acercamiento para encontrar protección y partiendo de ahí se derivará una serie de reacciones ante dichos estímulos, lo cual se verá reflejado en la relación con su salud mental e interacción con su medio.

 También queda entendido que le niño buscará acercamiento con quien proporcione las herramientas necesarias para cubrir ese espacio de protección. De aquí se desarrollara la seguridad con la que le niño decida ir a explorar su medio ambiente, ya que si desde un principio se siente seguro de contar con sus progenitores tendrá mayor soltura a nuevas experiencia para su crecimiento, por el contrario si se siente desprotegido, será más propenso a desarrolla inseguridad para explorar su medio ambiente lleno de miedos.

Los esquemas y las condiciones que determinan su desarrollo

Como lo vemos el apego consta de un esquema uniforme ya que va por niveles la forma en la que el apego se va desarrollando, y cada etapa es fundamental para dar pauta a la siguiente. Nos menciona tres esquemas primordiales los cuales se pueden desarrollar con ejemplos breves. El primero “apego seguro”, donde el niño se coloca favorecido por alguno de sus padres, al momento en el que el niño llora y es atendido por  los mismos lo cual creará confianza en el menor.

Posteriormente está el segundo esquema, el cual es caracterizado por que él bebé se desarrolla en un entorno en el que no son cubiertas por completo sus demandas o necesidades de protección. Esto deriva en la formación en su sentimiento de confianza el cual será muy necesario para su vida futura, por esos es que se encuentran adultos inseguros y con el sentimiento de rechazo reflejando las experiencias de abandono sufridas en esta etapa.

Como último esquema se posiciona en el otro polo, ya que dentro de este el apego es ambivalente por lo que los individuos suelen desarrollar una respuesta a la separación llena de angustia, derivándose en una mezcla de protesta y enfados constantes, siendo una en un futuro para el adecuado manejo y expresión de sentimientos y emociones, en algunos casos desarrollándose un falso self.

Con estas investigaciones y reflexiones se puede deducir que la actitud que se tome de los padres hacia los hijos es un factor determinante para un adecuado desarrollo. Por eso es de vital importancia que los padres tomen precauciones a la forma de dirigirse a sus hijos, con el fin de desarrollar habilidades para la vida que les permitan tener paciencia para formar esquemas mentales  saludables en los menores.

También nos hace una referencia importante al mencionar que al ser relevante el impacto de los progenitores en la formación de los esquemas, es de considerarse formarlos adecuadamente ya que al quedar impregnados en el proceso mental del menor, estos son perpetuos a lo largo de su vida, hay opciones en las que se pueden modificar siempre y cuando exista una nueva producción de actitud que tome el padre/madre.

Como consideraciones a tomar se puede vislumbrar un entendimiento a las señales que proporcionan los niños desde etapas tempranas a la hora de comunicarse, además de crear espacios y bases de seguridad y confianza apoyándose en la respuesta a las necesidades solicitadas.

Las muestras de afecto son muy útiles en el proceso de formación de estos esquemas, sin olvidar cuidar del propio bienestar de los mismos progenitores, ya que son las bases primordiales para poderles transmitir una estabilidad física y emocional que repercutirá  en el comportamiento de su hijo.

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