Teoria del apego.
Enviado por karlymore • 14 de Diciembre de 2016 • Ensayo • 1.655 Palabras (7 Páginas) • 271 Visitas
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ESCUELA DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGIA GENERAL
ENUNCIADO:
“Teoría del apego y su influencia en el comportamiento humano”
ELABORADO POR:
Karla Garzón
Karen Chaguaro
Melissa Moposita
Johana Indio
Profesor:
Dr. Yacelga Ponce T
9 de Noviembre del 2016
QUITO
Introducción
Para hablar de la teoría de apego, se debe saber que desde que nacemos, hasta cuando morimos estamos siempre enfrentando problemas personales. Si bien es cierto, John Bowlby es el padre de la teoría del apego, y fueron comprobadas en bases al empirismo y con la ayuda de Mary Ainsworth, la colaboración entre ambos dio origen a la estructura fundamental de la teoría del apego y a realizar más investigaciones empíricas acerca de dicha teoría (Wallin, 2012). Tanto para Bowlby, como para Ainsworth el apego tenía diferentes significados, pero que llegaban a una misma conclusión. Para Bowlby el apego era una conducta instintiva, es decir, por naturaleza del ser humano, y que esta conducta seria cambiada con el transcurrir del tiempo, mientras que, para Ainsworth el apego era simplemente el hecho de formar lazos sentimentales con personas, como madre e hijo (Holmes, 2011).Esta teoría es la que puede describir el efecto que se produce en todas esas experiencias tempranas, esta teoría conlleva una estrecha relación con el psicoanálisis fundado por Freud (Holmes, 2011). La teoría del apego consta de 4 principios que fueron desarrollados por Ainsworth y Bowlby (Wallin, 2012). A continuación, se detallará con más énfasis todo lo mencionado y se brindará una explicación de cada principio.
El centro de nuestra vida de la cuna a la tumba, está en los íntimos apegos (Wallin, 2012).
El proceso relacional, emocional, reflexivo que está en el núcleo de toda terapia centrada en el apego, ayuda y facilita la integración de la experiencia negada y fomentada en el paciente un sentido del yo más coherente y seguro (Wallin, 2012).
Un concepto clave es la sensibilidad materna que consiste en la habilidad de la madre para percibir las señales de su bebe, interpretarlas y tener una respuesta inmediata y adecuadamente a las necesidades del niño (Moneta, 2005).
Se ha comprobado que la seguridad del apego en el niño se relaciona altamente con la sensibilidad materna (Moneta, 2005).
Si disponemos de una mayor libertad para mentalizar, es menos probable que nosotros nos veamos atrapados por todos esos reflejos emocionales, que fueron establecidos en el transcurso de nuestros primeros vínculos (Wallin, 2012).
La atención plena posee un tipo de diferente perspectiva: así como la postura reflexiva ante la experiencia conlleva llegar a la metacognición, una postura atenta supone metaconciencia; es decir, conciencia de la conciencia. Dicho de otro modo, el yo que reflexiona sobre la experiencia, mientras que el yo atento presta atención al proceso mediante el cual se construye la experiencia (Wallin, 2012).
La consecuencia del apego en la atención plena tiene el potencial de afinar la empatía, así como la capacidad de conectar con la experiencia táctica y quizás separarla del paciente. En tercer lugar, la atención plena (como un estado de ánimo seguro con respecto al apego) brinda una actitud de aceptación, una receptividad y una apertura no defensivas ante la experiencia tal y como es, lo que puede ayudarnos a crear un espacio para toda la variedad de sentimientos, pensamientos y deseos del paciente. De este modo, la atención plena por parte del terapeuta puede propiciar un vínculo con el paciente de forma que se potencie el proceso de integración (Wallin, 2012).
Tenemos diferentes 3 tipos de apego propuestos por Aisnworth estos se dan debido al modo en que los padres tratan o interactúan con el niño:
Apego seguro: Es aquel en el que el niño confía en que sus padres serán accesibles, sensibles y colaboradores con él si se encuentra en una situación atemorizante. Teniendo esta seguridad el niño se atreve a hacer sus exploraciones del mundo. (Arriola, 2013)
Apego ansioso-evitante: El niño parece poco afectado cuando se produce la separación de la figura de apego, parecen no tener necesidad de confort dando la impresión de independencia. Su conducta exploratoria permanece en ausencia de la figura de apego como base de seguridad. Su contacto con extraños es frecuente soliendo ignorar a la figura de apego cuando vuelve. Suele darse en madres que ignoran o rechazan al niño, hablan de él en términos negativos, mostrándose molestas con su hijo (Diaz Atienza & Blanquez Rodriguez, 2004).
Apego ansioso-resistente: Es aquella conducta que expresa un niño inseguro de si su madre o progenitor será accesible o sensible, o si lo ayudará cuando lo necesite. Esta pauta es favorecida cuando el progenitor se muestra accesible en algunas ocasiones y en otras no, también se da por las separaciones y por las amenazas de abandono utilizadas como control (Arriola, 2013).
Main y cols (1988) observaron que había un subgrupo de niños que no podían
Agruparse siguiendo la tipología de Aisnworth. Proponen un cuarto tipo de apego: Desorganizado / desorientado: Los niños con este tipo de apego suelen presentar conductas desorganizadas y confusión cuando se produce la separación de la figura de apego, no presentan estrategia que liciten confort ante el estrés y su apego es ambivalente y evitativo. Las madres han sido, con frecuencia, víctimas de un trauma que no han resuelto siendo ansiosas y temerosas. Proyectan sus miedos en circunstancias actuales y son incapaces de reconocer las demandas de su hijo dando respuestas inconsistentes. Las consecuencias son poco conocidas, aunque Lyons-Ruth (1996) defienden la postura de estos niños presentarán altos niveles de agresividad, conductas coercitivas y hostiles durante la edad escolar (Diaz Atienza & Blanquez Rodriguez, 2004).
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