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3 HABILIDADES DIRECTIVAS


Enviado por   •  28 de Agosto de 2014  •  5.957 Palabras (24 Páginas)  •  452 Visitas

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3º HABILIDADES DIRECTIVAS: LIDERAZGO EMOCIONAL

Santo Domingo de la Calzada, 5,6 y 7 de Julio Ponente: Begoña Ibarrola López de Davalillo

3.1.EL LIDERAZGO Y LAS EMOCIONES:

Góleman define el liderazgo como “La capacidad de influir en el estado emocional de otras personas mediante la persuasión y una comunicación convincente”. Concluye que el liderazgo que fluye de la inteligencia emocional se manifiesta de maneras diferentes según las personas, según la combinación y el predominio de sus inteligencias.

Gardner también otorga una gran importancia al fenómeno de liderazgo, tal como se puede reconocer en su libro Mentes Líderes, escrito en colaboración con Emma Laskin. Su definición es: “Líder es una persona que mediante la palabra y el ejemplo personal, influye de forma manifiesta en las conductas, pensamientos y sentimientos de otras personas

Una investigación realizada en la Universidad de Yale ha descubierto que la alegría y la cordialidad de los integrantes de un equipo se transmiten más rápidamente que la irritabilidad y la depresión. Esta mayor velocidad de transmisión tiene implicaciones muy directas para el funcionamiento de una organización porque parece ser que el estado de ánimo es el que condiciona, en gran medida, la eficacia laboral. El optimismo alienta la cooperación, la imparcialidad y el rendimiento.

La risa parece ser un buen termómetro en un grupo de trabajo y proporciona una medida inequívoca del grado de conexión existente entre los corazones y las mentes de sus miembros.

No es tanto lo que hace el líder, sino el modo en que lo hace. No es tanto lo que dice sino el modo en que lo dice. Las razones que explican esta afirmación se asientan en la misma estructura del cerebro humano.

El sistema límbico, lugar del cerebro donde se procesan las emociones, es un sistema abierto según los científicos. Los sistemas cerrados por ejemplo el circulatorio son autorregulados, cada persona tiene el suyo independiente de los demás. Sin embargo los sistemas abiertos, por ejemplo el digestivo, se hallan en gran medida condicionados externamente. Por eso nuestra estabilidad emocional depende en parte de las relaciones que establezcamos con los demás. Este sistema opera de manera inconsciente.

De ahí la existencia del “contagio emocional” y de la sincronización. Este circuito abierto constituye un sistema de regulación límbico-interpersonal.

Por ello es de suma importancia el papel que desempeña el líder en el clima emocional colectivo de la organización.

Los líderes emocionales operan como una suerte de “imanes límbicos” que ejercen una poderosa influencia sobre el cerebro emocional de su equipo. La facilidad con la que detectamos los estados emocionales del líder depende de la expresividad de su rostro, de su voz y de sus gestos Cuanto mayor sea su capacidad para trasmitir sus emociones, más rápidamente se difundirán.

Cuando las emociones se orientan en una dirección positiva como el entusiasmo por compartir una tarea común, la creatividad, el optimismo, el funcionamiento del grupo puede alcanzar cotas muy elevadas. Sin embargo cuando se inclina en la dirección del resentimiento, el miedo o la ansiedad, encamina al grupo hacia su desintegración, lo cual pone de relieve otro aspecto esencial del liderazgo: su efecto trasciende el mero hecho de llevar a cabo un buen trabajo.

Emociones que, expresadas Emociones que, expresadas

por el líder, contagian por el líder, contagian

insatisfacción satisfacción

Ira, rabia, odio Amor, compasión

Angustia, ansiedad Serenidad, bienestar

Miedo, pánico Alegría, gozo, júbilo

Tristeza, abatimiento Euforia, entusiasmo

Inseguridad, indecisión Seguridad, equilibrio

Aflicción, disgusto Sorpresa, excitación

Distancia emocional Comunicación emocional

Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee, señalan que lograr mantener un control emocional adecuado nos permitirá ser lideres resonantes, pues para lograr el éxito personal y empresarial, no basta tener un alto coeficiente intelectual, sino que depende en gran medida de la capacidad que se tenga para controlar nuestras reacciones ante situaciones que nos produzcan molestia, tristeza, ansiedad, e incluso alegría; así como, de la capacidad que tengamos para sintonizar con nuestros propios sentimientos y con los sentimientos de los demás.

Cuando los líderes generan emociones positivas en sus subordinados, y experimentan compasión por los mismos, el resultado suele ser la resonancia. En cambio, cuando fomentan emociones negativas, el resultado es la disonancia.

El líder resonante es aquel que está en sintonía con quienes lo rodean

La disonancia resulta cuando los líderes caen en las garras del Síndrome de Sacrificio. Este último se desarrolla del siguiente modo: en el proceso de entregarse a sí mismo, el líder se entrega demasiado. Se vuelve inefectivo dado el constante esfuerzo y las constantes crisis. En el estresante mundo de hoy en día, los líderes encaran situaciones complejas e, incluso, amenazantes. Además, el cambio es constante y no cesa jamás, lo que puede conducir a situaciones de estrés y ansiedad .

La manera mas eficaz de desarrollar un líder que sea inteligente emocionalmente es, sin duda alguna, tutorar un aprendizaje autodirigido, para lograr una percepción clara del yo ideal hacia cual se debe dirigir y el yo real del cual esta partiendo. Este modelo de aprendizaje fue desarrollado por Richard Boyatzis, investigador académico y uno de los mejores consultores de organizaciones en el campo de liderazgo.

Comienza con un proceso de:

1. Conciencia: Ser consciente significa estar al tanto de lo que está sucediéndonos internamente, incluyendo: nuestro cuerpo, mente, corazón y espíritu. Asimismo, es la capacidad de tomar en cuenta lo que está sucediendo a nuestro alrededor, incluyendo: la gente, la naturaleza, lo que nos rodea y los eventos.

2. Esperanza: El segundo camino hacia la resonancia y la renovación personal es la esperanza. Esta es una combinación de: objetivos bien establecidos, creer que podemos obtener dichos objetivos, un plan de acción y lograr resultados experimentando un sentimiento de bienestar. La esperanza nos hace sentir .

3. Compasión: La compasión nos permite entender las necesidades y sueños de quienes nos rodean. Al igual que la esperanza, la compasión es contagiosa. De hecho, debemos recibir tanta compasión como la que brindamos. La compasión comienza cuando entendemos a los demás:

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