A INCLUSION DE LOS NIÑOS CON TRASTORNO DE DÉFICIT ATENCIONAL EN EL CONTEXTO ESCOLAR
Enviado por zabaxman • 24 de Septiembre de 2016 • Documentos de Investigación • 4.607 Palabras (19 Páginas) • 444 Visitas
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UNIVERSIDAD VIÑA DEL MAR
ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
CARRERA DE PSICOLOGÍA
SEMINARIO DE EDUCACIÓN Y PSICOLOGÍA
LA INCLUSION DE LOS NIÑOS CON TRASTORNO DE DÉFICIT ATENCIONAL EN EL CONTEXTO ESCOLAR
PARALELO 1
Autores: Andoni Arana Pizarro
Mauren Arancibia González
Zabka Baxman Villegas
Profesora: Paulina Mercadal
Viña del Mar, 12 de Mayo del 2016
INTRODUCCIÓN
La transición de la casa a la escuela es la primera vez en la que nos vemos inmersos en un entorno que busca potenciar nuestras habilidades, capacidades y a la vez también deja al descubierto cuáles son nuestras falencias y dificultades, todas estas van a incidir principalmente en lo que la institución a la cual asistimos es capaz de ofrecernos.
Centrándonos en el contexto escolar es allí donde surgen o dilucidan las necesidades educativas especiales, con este término nos referimos a todas aquellas personas que en algún momento de su vida escolar o a lo largo de esta precisan de recursos tanto humanos, como pedagógicos, o materiales adicionales para lograr el éxito escolar. (Ministerio Educación [MINEDUC] , 2009).
El concepto de Necesidades Educativas Especiales (NEE), surge a partir de los años 60 sobre el denominado informe “Warnock”, encargado por el secretario de educación del Reino Unido a una comisión de expertos, presidida por Mary Warnock en 1974 y publicado en 1978, facilitó la incorporación de esta nueva concepción a la práctica educativa. (Lucchini, 2013)
Debido a lo anteriormente mencionada es que surge el concepto de necesidades educativas especiales (NEE), entendiéndose por éstas, como el surgimiento de la interacción entre las dificultades que presenta el estudiante y las condiciones (barreras) del contexto escolar, las cuales se interponen dificultando las capacidades y estrategias para responder a sus necesidades educativas (MINEDUC, 2009).
En nuestro país en los años 90 hasta la actualidad han existido diversas reformas educacionales en función de mejorar la calidad de la educación, la inclusión y diversos programas para promover un aprendizaje óptimo del estudiantado.
En el año 2007 se promulga la Ley Nº 20.201, que incrementa los recursos financieros de la educación especial (subvención) a los estudiantes con NEE más severas y complejas, ampliándose además a los estudiantes con déficit atencional y con dificultades de aprendizaje. Con el fin que la institución invierta recursos en servicios indispensables, tales como, recursos humanos, técnicos, conocimientos especializados y ayudas para atender las necesidades educativas especiales que pueden presentar los alumnos, ya sea de manera temporal como permanente en su escolaridad. (MINEDUC, 2009)
En el año 2009 a través del Decreto Nº 170 se fijan las normas para determinar a los alumnos con NEE que serán beneficiarios de las subvenciones establecidas en la ley antes mencionada. Esta medida constituye un nuevo incentivo para que las escuelas se involucren en procesos de inclusión, se mejoren las condiciones y otorguen mayores oportunidades para los estudiantes con NEE.
Algunas modificaciones que se incorporaron a la ley 20.201 fueron definir y ampliar las NEE de carácter transitorio a trastornos específicos del lenguaje, déficit atencional. (Ley Nº 20201, 2010). Estas modificaciones surgieron a través de las distintas necesidades educativas especiales que demandan diferentes tipos de ayudas, como son medios y recursos materiales que faciliten la accesibilidad y autonomía en el proceso de aprendizaje y progreso en el currículo, así también apoyos y recursos humanos especializados, y por último adaptación, diversificación y enriquecimiento del currículo.
Dentro de las NEE se encuentra el trastorno de déficit atencional, el cual surge frecuentemente en la infancia alrededor de los siete años de edad. Sus principales características son dificultades crónicas de atención, bajos niveles de concentración y organización, impulsividad e hiperactividad a la que no puede atribuirse alteraciones neurológicas; del lenguaje; sensoriales; o motoras graves. (American Psychiatric Association, 2000; Barkley, 1990; Moreno, 1998; Puerta, 1990; Sagvolden, 1999).
El déficit atencional, según el Ministerio de Salud [MINSAL], (2001), lo considera como el problema de salud mental más frecuente en niños, niñas y adolescentes en edad escolar en Chile, estimando que 1 de cada 80 a 100 escolares requieren tratamiento específico por dicho trastorno, siendo el diagnóstico neurológico más frecuente en los servicios de atención primaria.
La relevancia psicológica según lo anteriormente evidenciado, apunta a la dificultad con la que se enfrentan todos los niños y niñas que tienen trastorno de déficit atencional, al verse inmersos en instituciones y establecimientos que aún no cuentan con un protocolo de inclusión que se lleve a cabo en la práctica y pueda propiciarles todas las herramientas y recursos necesarios para que puedan desenvolverse de manera efectiva en el sistema escolar alcanzando su máximo potencial. Por lo tanto debemos apuntar a su bienestar psicológico, su desarrollo personal, y preguntarnos ¿Qué estamos haciendo por ellos como profesionales; Docentes y directivos?, ¿Somos capaces de propiciar un ambiente que facilite su aprendizaje?
Es importante la garantizar los procesos de aprendizaje para los niños con trastorno de déficit atencional como un derecho. Propiciar distintas prácticas inclusivas para con ellos, con el fin de desarrollar autonomía en el niño para que pueda adaptarse y desenvolverse de una manera efectiva en la sociedad.
MARCO TEÓRICO
INCLUSIÓN E INTEGRACIÓN
El termino inclusión en la educación, se tiende a confundir con el concepto de educación especial frente a la integración escolar, siendo que son nociones diferentes pero que apuntan hacia un mismo objetivo.
Actualmente es más frecuente utilizar el término inclusión puesto que con la promulgación de la ley de educación especial se pretende pasar de una integración a una inclusión escolar, fundamentalmente porque la inclusión enfatiza en el ingreso de un grupo de niños que habían sido excluidos, ya sea por algún tipo de discapacidad o NEE a algún establecimiento educacional que fue creado para recibir a niños “normales”, mientras que la integración centra la idea de que la escuela debiese ser construida como una institución que tiene como objetivo educar a todos y todas por igual. Asimismo dejando a un lado sus diferencias, es decir, el término integración enfatiza en los problemas que presenta el niño “diferente” y el concepto de inclusión conlleva una reestructuración más profunda del sistema escolar para abarcar la diversidad del alumnado. (Stainback & Stainback, 1999).
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