¿A Qué Se Refiere El Error De Descartes?
Enviado por Roqiita • 11 de Diciembre de 2014 • 1.630 Palabras (7 Páginas) • 644 Visitas
EL ERROR DE DESCARTES: ¿A QUÉ SE REFIERE CON EL ERROR DE DESCARTES?
Descartes se refiere a la Dualidad de mente y cuerpo, cómo algo que se relaciona pero son diferentes, es decir, como si la mente es el software ejecutado por el hardware (cerebro). Sugiere que pensar era una actividad ajena al cuerpo, afirmaba la separación de la mente como “la cosa pensante” y el cuerpo como algo mecánico “no pensante”.
La idea dualista de Descartes de “Pienso, luego existo”, aunque marcó historia en la filosofía fue objeto de controversia puesto que ilustra lo contrario acerca de los orígenes de la mente y su relación con el cuerpo; en el principio estaba el organismo y después el pensamiento, incluso en la actualidad, cuando nacemos y nos desarrollamos, empezamos “siendo” y después “pensamos”; y pensamos en la medida en que somos, porque las estructuras y operaciones del ser causan el pensamiento.
Descartes confiaba plenamente en su descubrimiento que afirmaba que no sería sacudida por ningún escepticismo, buscaba un fundamento lógico para su filosofía, pero lo aclaró de forma inequívoca:
“Porque me sabía una sustancia, cuya esencia y naturaleza es pensar, para cuya existencia no es necesario ningún lugar, ni depende de nada material, de manera que éste “yo”, es decir, el alma por la cual soy lo que soy, es totalmente distinto del cuerpo y más fácil de conocer que éste último; y aún si el cuerpo no fuera, no cesaría el alma de ser lo que es.”
Esto afirma su error acerca de la separación abismal entre:
• El cuerpo: Sustancia medible, dimensionada, mecánicamente operada e infinitamente divisible.
• La mente: Sustancia sin dimensiones, no mecánica e indivisible.
Es decir, el razonamiento, juicio moral y sufrimiento físico o emocional, existen separado del cuerpo. Ésta es la separación de las operaciones más refinadas de la mente de la estructura y operación de un organismo biológico.
Según Antonio Damasio el filósofo francés René Descartes estaba completamente equivocado. Descartes pensaba que la mente estaba totalmente separada del cuerpo – un “ente pensante” etéreo cuya esencia era un razonamiento consciente y desapegado, no contaminado por las influencias físicas básicas.
Al estudiar pacientes que exhibían daños en la corteza prefrontal, Damasio descubrió que la razón, al igual que casi todos los procesos mentales, está “encarnada,” es decir, está presente en la entidad física del ser humano. Las emociones y otros estados arraigados en lo físico influyen profundamente no sólo en las cosas que son objeto del razonamiento de las personas, sino también en el modo en que razonan. Sin ellas, las personas no pueden tomar decisiones o toman decisiones contraproducentes.
A partir de un análisis de un célebre caso del siglo pasado, el de Phineas Gage, cuya conducta reveló por vez primera una conexión entre la racionalidad y un daño específico en el cerebro, Damasio examinó las investigaciones más recientes en enfermos que en nuestro tiempo se ven afectado de manera similar y revisó los descubrimientos pertinentes de la investigación neuropsicológica en humanos y animales.
Además, Sugirió que la razón humana no depende de un centro único, sino de distintos sistemas cerebrales que operan en concierto, en múltiples planos de organización neuronal. Desde las capas corticales prefrontales hasta el hipotálamo y el tallo cerebral, diversos centros cerebrales, de “alto nivel” y de “bajo nivel”, cooperan en la fábrica de la razón.
Según Damasio, fue la lesión de la corteza prefrontal lo que comprometió su capacidad de planificar. Sufrió un cambio radical de personalidad, sin que sus facultades mentales se vieran afectadas. Este caso puso sobre la mesa el hecho de que el juicio ético, algo tan cercano al alma, pudiera depender de una parte tan específica del cerebro.
La investigación de Damasio en pacientes neurológicos, cuyas lesiones cerebrales han deteriorado su capacidad de experimentar sentimientos, han llevado a pensar que éstos no son tan intangibles como se ha puesto hasta ahora.
Podemos llegar a delimitar su funcionamiento mental y hasta encontrar su sustrato neural. Postuló que las redes críticas en que se apoyan los sentimientos no sólo incluyen las reconocidas series de estructuras conocidas como sistema límbico, sino también algunas de las capas corticales prefrontales y, más significativamente, los sectores cerebrales donde se proyectan e integran señales provenientes del cuerpo.
Sin embargo, descubrir que un determinado sentimiento depende de la actividad existente en cierta cantidad de sistemas neuronales específicos que interactúa con diversos órganos, no rebaja su categoría de fenómeno humano.
La complejidad de las interacciones que debemos considerar es subrayada por el hecho que el entorno es, parcialmente, producto de la actividad misma del organismo.
Según él la mente existe en y para un organismo integrado; nuestra mente no sería como es si no fuera por la interacción de cuerpo y cerebro durante la evolución, el desarrollo individual y cada instante de nuestra vida. La mente tuvo que referirse primero al cuerpo; si no, no habría podido existir. Sobre la base referencial que el cuerpo suministra de manera continua, la mente puede significar entonces muchas otras cosas, reales e imaginarias.
Con respecto la dualidad de cuerpo y mente, se creía
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