ACERCA DE LA MEDIOCRIDAD
Enviado por Rubén Palma • 18 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 2.221 Palabras (9 Páginas) • 210 Visitas
ACERCA DE LA MEDIOCRIDAD
1 Introducción
Unas pocas páginas acerca de la mediocridad están destinadas a ser insatisfactorias. Como todos los temas relacionados a lo profundamente humano, este es complejo, ilusivo y no se deja describir en breve.
El arte con narrativa más explícita, como literatura, cine y teatro, nos entretiene y permite observar la gran variedad de mediocres existente. A grandes rasgos, “el Malo” de una historia es siempre un mediocre que ha desarrollado grados de maldad. En contraposición, “el Bueno” es un no-mediocre.
Cabe notar, que la excursión social masiva al mundo de la ficción (fuga, dirá más de alguien) tiene como explicación parcial que en este, “el Malo”, o sea: el mediocre, acostumbra ser identificado, anulado o directamente eliminado. La ficción es más justiciera que la realidad. Y, por otro lado, en la ficción no nos molesta tanto el triunfo “del Malo”.
Sabemos que en la vida real es bien distinto… ahí (o mejor dicho: aquí) el mediocre sale a menudo con la suya.
No vale el esfuerzo elucubrar si la mediocridad es innata o adquirida, permanente o periódica, superable o insuperable. Sí es seguro, que la vastedad del espectro de conductas mediocres es tan complejo que resulta difícil o quizás imposible de describir o sistematizar. Esto a pesar, no deja de ser tentador elucubrar sobre algunos rasgos obvios del tema – aunque salga en pocas páginas, con imprecisiones y un cierto desorden.
2 Las definiciones
La RAE no es una autoridad en el comportamiento humano en general – sí lo es en un aspecto de este; el lenguaje. Aun así, sus definiciones parecen tenerle alergia a las palabras, pero son un buen punto de partida para elucubrar acerca del adjetivo “mediocre”:
1. adj. De calidad media.
2. adj. De poco mérito, tirando a malo.
De buenas a primeras ambas definiciones dejan con gusto a poco. Se entiende que no sólo aplican a lo humano. Mediocre puede ser arte, vivienda, comida, ciudades, clima, etc, etc... es como si no hubiera excepción a lo así calificable.
Estas dos definiciones son tan diversas entre sí, que deberían desprenderse de dos palabras distintas - y no de una.
3 La definición 1
Vamos a apologizar por la Definición 1: “De calidad media”.
Por ser animales grupales, los humanos necesitamos de una cierta dosis de mediocridad para funcionar en una tribu o sociedad mayor.
Contraria a la desintegración social, la cohesión social exige que los individuos sean atraídos hacia su manada, que sean arte y parte de un mínimo de consenso.
Este tipo de mediocre común, que vive desapercibido y sin molestar demasiado a nadie, cubre la anchísima franja promedio de la humanidad.
En la Definición 1, la palabra mediocre debería ser reemplazada por otro adjetivo que diferencie de la Definición 2.
“Persona promedio” no suena mal. Pero tiene el inconveniente que en contextos socio-estadísticos se usa “ingreso promedio”, “familia promedio”, etc. Aparte que promedio es sustantivo, y no funciona bien como calificativo.
Para identificar algo `o alguien “de calidad media”, se podría, por ejemplo, inventar “promedial”. Siguiendo la lógica de la RAE, “promedial” se definiría como “relativo a promedio” – de igual manera que “primaveral” lo es a “primavera”.
4 El mediocre y su ventajismo
La Definición 2: "De poco mérito tirando para malo", es más cercana al significado común de “mediocre” y su carga explícitamente peyorativa.
No exige mucho argumento afirmar que en las relaciones humanas, el reconocimiento adquirido por medio de virtudes y habilidades otorga una especie de capital social que facilita la obtención de beneficios.
Factores tan distintos como fama, capacidad intelectual, creatividad artística, prosperidad material, etc… generan reconocimiento y beneficios.
Aquí “capital social” debe entenderse a cualquier escala; desde el círculo familiar, vecinal, laboral - a grandes números de gente.
Según el asenso general, este capital social hay que merecerlo. O sea: Hay que tener o lograr el mérito requerido.
Dicho al paso… también hay reconocimiento por ventajas heredadas, como belleza física y riqueza.
La naturaleza es para nada igualitaria. De acuerdo a los cánones estéticos de cualquier época, siempre hay individuos consideradas hermosos por encima del promedio, que gozan de beneficios aunque sus virtudes y habilidades sean menores.
Y las sociedades, independiente de la ideología imperante, no son tan distintas a la naturaleza en este respecto - y permiten con o sin mérito acceso a ventajas, poder y riqueza de manera asimétrica a través de herencias y compadrajes.
Volviendo al mediocre de la Definición 2. Este se las rebusca para hacerle el quite al mérito, o empeño, que lleva al reconocimiento y sus consiguientes beneficios. El mediocre es básicamente un tramposo crónico. Algunos ejemplos en los puntos siguientes.
5 Mediocridad sin fronteras
Es fácilmente observable, que la conducta mediocre (en el sentido de la Definición 2), no se deja detener por límites de economía, educación o inteligencia. Sencillamente, opera en todos los contextos sociales sin excepción.
Enfocando al núcleo base de la sociedad; la familia, es comúnmente aceptado que
los hermanos son como pares entre sí. Pero un grupo de hermanos donde uno usufructúa a costa de los otros no es un fenómeno inusual. El eslabón mediocre de la cadena fraternal exigirá más atención y consideración para sí. Será quien más fácil se sentirá en desventaja u ofendido, por lo cual pujará para adquirir un permanente derecho a compensación. Estará envidiosamente pendiente de obtener lo mismo o más que los otros, aunque no tenga los méritos para ello.
Si no es detenido, el mediocre obligará a su familia a acomodarse a él.
A otro nivel en apariencia más sofisticado; por ejemplo entre científicos e investigadores, ahí también abundan las envidias y zancadillas para obtener beneficios. Grandes capacidades, cuyo aporte ha revolucionado su campo de trabajo, han sido espectacularmente mediocres. Se han aprovechado del trabajo ajeno, han impedido a sus pares darse a conocer, han sido chupamedias, oportunistas, etc.
Tomando en cuenta las diferencias en cada caso, lo anterior es también válido para artistas, deportistas, empresarios, profesionales, etc., que pudieran ser excepcionalmente capaces en sus campos.
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