AUTOESTIMA/PAREJA DESDE LA OPTICA DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES
Enviado por orejonestor • 12 de Enero de 2014 • 1.224 Palabras (5 Páginas) • 542 Visitas
AUTOESTIMA/PAREJA DESDE LA OPTICA DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES
La autoestima es un ingrediente fundamental para alcanzar el éxito. Tiene mucho que ver con el reconocimiento de lo que tú eres, tu esencia. Esa es la base, es como la plataforma desde donde se va a lanzar ese satélite, ese cohete. No podemos nosotros proyectarnos, con esos pensamientos negativos, que son mentira, porque eso es el ego, acerca de nosotros mismos. Muchas veces pensamos que somos humildes cuando rechazamos un cumplido de una persona, creemos que eso es humildad, pero eso es una falsa humildad. Realmente ser humilde es reconocer esa semilla de Divinidad que está dentro de nosotros. Y cuando reconocemos eso, por supuesto, estamos sintiéndonos bien con nosotros mismos, con lo que somos. Tenemos que sentir que tenemos dones, cualidades y talentos maravillosos que nos han sido otorgados por Dios.
Muchas veces los padres desde su inocencia y amor – nos ha pasado como padres y como hijos- dicen a sus hijos que tienen que sacar las mejores notas en la escuela, tienen que ir a las mejores universidades, tienen que ser económicamente independientes, de repente a las muchachas les dicen: “bueno, te tienes que casar y tienes que tener hijos”. Pocas veces se nos dijo que nosotros estábamos aquí con un propósito. Y yo les digo a las personas que estén aquí y que sean padres, que lo hagan, que les digan a sus hijos que ellos están aquí con un propósito".
EXITO Y FRACASO EN RELACIONES DE PAREJA (ENFOQUE SISTEMICO DE HELLINGER)
"¿Que tenemos que hacer para aprender a desarrollar nuestro propio sexo y reconocerlo? Hellinger nos aporta una mirada sistémica tremendamente interesante, que no se puede reducir a lo técnico. Veamos qué nos señala:
El hijo, de niño se encuentra, está en la esfera de su madre, y en ese estar, experimenta lo femenino de ella. Al permanecer en esa esfera, lo femenino va inundando su alma, y un efecto interesante: experimenta a la mujer como demasiado poderosa. Este hecho -señala Hellinger- le impide al hijo tomar al padre, por lo que lo masculino en él queda restringido y va perdiéndose cada vez más. En la esfera de la madre, el hijo frecuentemente no consigue ser más que un adolescente, un favorito de las mujeres o un amante, pero no un hombre. Para hacerse hombre, tiene que resistir a la tentación de hacerse o poder ser mujer él mismo. Por lo tanto, tiene que renunciar a la primera mujer en su vida y, tempranamente, pasar de la esfera de la madre a la del padre. Es una gran renuncia para el hijo y una incisión profunda. Antes -continúa Hellinegr- se tomaba conciencia de esto y se realizaba mediante los ritos de iniciación. Después el chico ya no podía volver con la madre. En nuestra cultura, el paso del desprendimiento de la madre se daba al ser llamado el joven al servicio militar. Allí, los adolescentes se convertían en hombres. Hoy quizás se decidan por el servicio social y, a cambio, siguen siendo "hijos de mamá".
Con el padre, el hijo se convierte en un hombre que ha renunciado a lo femenino en sí mismo. Así puede recibir lo femenino como obsequio de otra persona, de una mujer, creándose así una relación duradera y fuerte.
También la hija al principio está con la madre, experimentándola como fuerte, pero de manera distinta que el hijo. Ella tiende al padre. Experimenta lo masculino primero en la relación con el padre, y eso la fascina. Si permanece en su esfera, lo masculino inunda su alma. En un caso así no llega a ser más que una chica o una querida, pero no una mujer. Más tarde no puede dirigirse íntegramente a otro hombre, ni valorarlo ni tratarlo de igual a igual.
Para
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