Acerca De La Persuasión
Enviado por yomaraislandy • 4 de Mayo de 2014 • 1.991 Palabras (8 Páginas) • 218 Visitas
Acerca de la persuasión
Está demostrado que la repetición frecuente de un mismo mensaje lleva a no poder escapar de su influencia.
Los medios controlan la información desde el punto de vista del conte- nido y de la forma y aunque no pueden controlar la interpretación que reali- za el público, debe suponerse que ésta se verá excesivamente limitada por las propias variables impuestas por el emisor del mensaje.
La presentación de personajes de la vida política, social, cultural, depor- tiva, se convierte en noticia al acceder éstos a los medios de comunicación y puede llegar a constituirse en punto de referencia del receptor.
Algunas técnicas de manipulación
La manipulación se vale de mecanismos que desconciertan al receptor. Algunos de los procedimientos que se utilizan de manera más frecuente son:
1.Modificación del significado de la palabra.
2.Se evitan o se utilizan en una determinada dirección palabras “peli- grosas”, por ejemplo drogarse, terrorismo, etc.
3.Utilización de frases hechas.
4.Presentación de hechos aparentes.
5. Argumentos huecos y exagerados.
6. Omisión de los hechos.
7. Adulación.
8. Añadidos degradantes.
9. Opiniones diferentes según las circunstancias.
Manipulación en los telediarios
Según Umberto Eco, la manipulación en los noticieros se da por:
– Introducción de inflexiones u observaciones explícitas a propósito de una noticia.
– Comentar sólo aquello que se puede o se debe comentar.
– Poner la noticia incómoda donde nadie la espera ya.
– Ofrecer la noticia completa sólo cuando los diarios del día siguiente o los otros medios de comunicación la hayan difundido.
– No decir las cosas por su nombre. Se comenta un episodio pero sin ir directamente al asunto.
– Manifestarse sólo si el gobierno ya se ha manifestado.
– Dar sólo oralmente las noticias importantes, sin ningún tipo de imágenes.
– Ofrecer imágenes de las cosas importantes si ocurren en el extranjero.
Medios de comunicación para la formación de una ciudadanía activa
El panorama socioeconómico, caracterizado –como señalamos al inicio de esta segunda parte– por el pensamiento único, nos hace entender la ciudadanía úni- camente en el ámbito de lo económico: “ser ciudadano”, “participar” social- mente, se entiende, en términos generales, como participar desde el consumo.
Educación del sentido crítico
El sentido crítico no es un contenido más que se puede memorizar o incluir en un temario. Tampoco es algo que aparezca en la persona por gene- ración espontánea. En su sentido originario:
La formación del sentido crítico supone no sólo un cambio de los conte- nidos de la educación, sino también un cambio metodológico. Se trata de un aprendizaje DE y PARA LA VIDA. Es un conocimiento que parte de la rea- lidad y que constantemente remite a ella.
Si no se funciona desde esta clave se pueden tener conocimientos inte- lectuales que son muy críticos pero que luego no sirven para transformar la realidad.
Metodologías que promuevan la participación
Fomentar la participación y educar en el sentido crítico supone asumir un modelo comunicativo en el que el diálogo sea un elemento clave, que ayude a superar los esquemas de pasividad a los que acaba habituando la recepción mediática cuando es consumido acríticamente..
Transformar la información en conocimiento
Vivimos en pleno apogeo de las autopistas de la información, en medio de un ambiente social en el que el hecho de estar informado supone una con- dición básica para estar al día.
Sin embargo, la pregunta que surge es ¿qué hacer con la información recibida? ¿Se aprovecha para algo o simplemente es un producto más para el consumo?
El reto consiste en enseñar a los ciudadanos a transformar la información en conocimiento. Un conocimiento que por lo general, aparece fragmentado y descontextualizado en los medios de comunicación.
Medios de comunicación y manipulación 51
Mercedes Charles apunta una reflexión en esta línea:
“La información necesita pasar primero por un proceso de selección y luego por su reflexión y análisis. Por ello es nece- sario incrementar la capacidad de dirigirse a aquellos medios que se consideran una fuente de información relevante, selec- cionar en ellos la información que se juzgue valiosa y signifi- cativa, para después reflexionar sobre ella, procesarla y buscar fuentes alternativas que sirvan como complemento a aquellos huecos informativos que presenta.
Se trata de transformar la información en estructuras signifi- cantes y significativas para la persona” (Charles: 1995).
En definitiva, la INFORMACIÓN debería conducir, tal y como señala Paulo Freire, a un proceso de FORMACIÓN de las personas que las lleve a la TRANSFORMACIÓN de la realidad.
Esta dinámica de información-formación-transformación está lejos de ser la propuesta por los medios y de muchas prácticas educativas. Más bien, constatamos que la mayoría de la información que consumimos y de la for- mación que recibimos va dirigida a perpetuar el “desorden social”.
Ignacio Ramonet explicita esta “deformación” del sentido tradicional de la información:
“muchos ciudadanos estiman que, corfortablemente instalados en el sofá de su salón, mirando en la pequeña pantalla una sen- sacional cascada de acontecimientos a base de imágenes fuertes, violentas y espectaculares, pueden informarse con seriedad. Error mayúsculo. Por tres razones: la primera, porque el perio- dismo televisivo, estructurado como una ficción, no está hecho para informar sino para distraer; en segundo lugar, porque la sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas (una veintena por cada telediario) produce un doble efecto negativo de sobrein- formación y desinformación; y, finalmente, porque querer infor- marse sin esfuerzo es una ilusión más acorde con el mito publi- citario que con la movilización cívica. Informarse cansa y es a este precio al que el ciudadano adquiere el derecho a participar inteligentemente en la vida democrática”. (Ramonet: 1995).
52 Programa de Enseñanza Abierta 86184
Informarse y formarse críticamente cuesta, sobre todo en un contexto social y cultural en el que ser crítico es ir a contracorriente. Pero el esfuer- zo es el precio que hay que pagar
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