Act 1 ¿Se puede considerar que el liderazgo en las organizaciones es andrógino?

1.- De acuerdo a su experiencia ¿Se puede considerar que el liderazgo en las organizaciones es andrógino? Exponga razones

Tras analizar y estudiar los diferentes materiales aportados en la asignatura y, con tal de poder dar respuesta a la pregunta formulada, debemos partir de un análisis anterior, en el que se debe mencionar el dominio del liderazgo masculino durante toda la historia, siendo características principalmente relacionadas con aquello que debía ser entendido  como “características masculinas” las propias del buen líder, aspecto que, a medida que la sociedad avanza, debe ir dejándose de lado, con tal de poder equiparar por completo el papel de la mujer en funciones de liderazgo.

Como sabemos, el papel de la mujer respecto al liderazgo en las organizaciones ha ido ganando enteros, aunque es cierto que no hemos llegado todavía a una equiparación completa que permita brindar las mismas oportunidades tanto a hombres como a mujeres, sin importar el sexo de cada persona, sino al contrario, entrando a valorar todas aquellas características personales e individuales que deben hacer que las persones actúen o tomen un rol de líder.

En la práctica que realizamos, vimos como ambas personas (hombres) tenían distintas características y aptitudes, motivo por el que el grupo de trabajo consideraba o tendía a actuar según la manera en la que los argumentos de ambas personas eran expuestos. Por tanto, sin importar el género de ambas personas, el grupo se sentía identificado con una de las personas, gracias a sus características y aptitudes personales, dejando de lado otros factores.

Siguiendo con el argumento expuesto al principio de dicha reflexión, en otra época, esto que estamos comentando no tendría ninguna importancia ni validez, puesto que el papel de líder debía estar reservado única y exclusivamente a los hombres, pero en el contexto actual, en el que hemos sido capaces de ir superando dichos prejuicios, y la mujer ha ganado gran importancia en este ámbito, debemos afirmar que el liderazgo en las organizaciones es andrógino, es decir, nadie debe ser líder dentro de una determinada organización por razón de su sexo, y a sensu contrario, nadie no debe dejar de ejercer sus funciones como líder por su condición personal.

Llegados a este punto, deberíamos enfatizar la importancia de las aptitudes personales, tanto intrapersonales como interpersonales en relación con el liderazgo en distintas organizaciones como factor clave para su determinación, dejando atrás viejos modelos discriminatorios que, en todo caso, en nada favorecen a los intereses finales de las organizaciones concretas.

Es por todo ello, que tal y como expone Bucio. M, el liderazgo de hoy en día, no debe considerarse ni masculino ni femenino, sino que debe ser considerado andrógino, puesto que cada persona posee ciertas características personales que le ayudan o posicionan como líder en una determinada organización, y dichas aptitudes no pueden ser catalogadas desde un punto de vista de género, sino desde la funcionalidad que aportan a la organización. No deben existir actitudes femeninas o masculinas en el liderazgo organizacional, sino que deben existir personas, que gracias a sus capacidades y aptitudes son capaces de desempeñar la función de líder, otorgando el mayor de los beneficios en el seno de la propia organización.

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