Actitudes

Actitud y expectativas ante las matemáticas de los estudiantes de bachillerato. Su incidencia en el desempeño escolar.

Introducción

El presente trabajo tiene como propósito describir y formular mi objeto de estudio. Inicialmente, se hace un breve recorrido por mi experiencia como maestro, en la cual algunas vivencias y acontecimientos a través de la interacción con estudiantes de los niveles de básica primaria, secundaria y superior, permiten ubicar el momento en que surge la iniciativa de interesarme, y abordar un tópico que en el campo de la educación escolar, considero relevante: la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas.

Por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública en su informe del 9 de septiembre del 2011, reportó los resultados en habilidades matemáticas de la prueba Enlace aplicada el mismo año a 316,346 estudiantes del nivel medio superior; donde el 35.1 % de los estudiantes evaluados se ubicaron en el nivel Insuficiente, el 40.2% en Elemental, el 16.7% en Bueno y sólo un 8.0% se ubicó en el nivel de Excelente. (SEP, 2011).

Estos resultados son preocupantes debido a que muestran, de manera fehaciente, el bajo nivel de conocimientos matemáticos que tienen los estudiantes del nivel medio superior en México.

Para ubicarnos en contexto, la prueba Enlace presenta algunos reactivos de matemáticas a través de situaciones problemas, los cuales requieren de los estudiantes la utilización de estrategias, técnicas o procedimientos, conocimientos y habilidades matemáticas que les posibilite modelar matemáticamente dichas situaciones; es decir, pasar del lenguaje verbal del enunciado a la construcción de un modelo: aritmético, algébrico o geométrico (gráfico) que los conduzca a su solución, es decir, que el modelo describa en lo posible el fenómeno o situación problema.

Al analizar el quehacer del maestro de cálculo en la IEESO y en el PN, es importante señalar que la forma en que llevan a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje, se aleja de algunos fines trascendentales de la matemática y de la educación misma, como lo son, formar un ser autónomo y capaz de: interactuar, trabajar de manera colaborativa, pensar, razonar, criticar, dialogar, comunicar, proponer, tomar decisiones, participar, idear, crear, entre otras cualidades, habilidades y valores que se deben cultivar desde un curso de cálculo y que son necesarios en nuestra sociedad actual, a través de la puesta en marcha de metodologías de enseñanza innovadoras.

Tener esta visión del conocimiento matemático como una construcción social es trascender en el contexto de las matemáticas y proyectarnos además, como formador de ciudadanos a través de metodologías o enfoques de enseñanza pertinentes para la generación actual.

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