Adela Cortina
Enviado por adriamacazani • 11 de Febrero de 2013 • 799 Palabras (4 Páginas) • 737 Visitas
Introducción
La idea de la formación para la ciudadanía ha puesto de relieve la reflexión sobre los fines de la educación. Las desidias habituales de los sistemas educativos han hecho creer que la educación se reduce sencillamente a la enseñanza. Sin embargo, educar es más que instruir. Educar es humanizar y, por tanto, la definición de los fines de la educación depende en gran medida de la concepción que se defienda sobre el ser humano. Una educación integral habrá de tener en cuenta de forma equilibrada las distintas dimensiones humanas y los diferentes ámbitos en los que es posible y deseable educar a las personas
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ADELA CORTINA
La confusión entre la ética y moral siempre ha existido; dice Adela Cortina, que en una sociedad democrática tiene sentido no infundir en la juventud una imagen del hombre ideal, lo que ella comenta es como la sociedad confunde con mucha frecuencia con educación moral en perspectiva religiosa. Una educación para la ciudadanía debe orientarse por principios más tradicionales y sustantivos normativamente más audaces.
Es de destacar cómo, todos ellos, se esfuerzan por relacionar los principios de la filosofía moral y política con los aspectos más centrales del proceso educativo en general y de la práctica pedagógica en particular. Se busca, así, responder coherentemente a una concepción de educación que pone como objetivo fundamental la formación de ciudadanas y ciudadanos como protagonistas en un mundo globalizado.
De allí la importancia de explicitar los mínimos morales que una sociedad democrática debe transmitir: que son principios, valores, actitudes y hábitos a los que no se puede renunciar, pues hacerlo sería renunciar a la vez a la propia humanidad. Tal vez no responde o no puede responder a todas las aspiraciones que compondría una moral de máximos, pero es el precio que hay que pagar por pretender ser transmitida a todos.
La diferencia entre moral y ética sería la de considerar que la moral democrática es una moral de mínimos y la ética filosofía, moral. Los docentes de ética suelen ser confundidos con moralistas, pero no es tarea de la ética indicar a los hombres lo que deben hacer; Aun cuando la ética no pueda en modo alguno separarse de la moral, la ética tiene su propio que hacer y solo como filosofía puede llevarlo a cabo: solo como filosofía moral.
Ética como filosofía moral:
La ética se distingue de la moral, en principio, por no atenerse a una imagen de hombre ideal, aceptada como tal por un grupo concreto, pero también es cierto, que el tránsito de la moral a la ética implica un cambio a nivel reflexivo, el paso de una reflexión que dirige la acción de modo inmediato a una reflexión filosófica,
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