Adicto a la miseria

ADICTO A LA MISERIA

Cuando estar feliz duele

“Y caí”

Mi corazón se detuvo. Miré a Sanja, mi cliente, quien ha estado luchando por años para lograr abstenerse del azúcar –la clave para mantenerse en recuperación de su adicción a la comida- y supe qué pasaría después. El cuidado a sí misma disminuiría. Ella empezaría a saltarse comidas de nuevo. Ella dormiría poco. En el trabajo tendría periodos de entorpecimiento y poco cuidado, que resultarían en una atención negativa de su jefe.

        Qué triste momento. Ella había sido ascendida en su trabajo. Se cambio a una nueva y elegante oficina. Había estado recorriendo la ciudad con agentes en la excitante búsqueda de su primera casa.

        ¿Cuál era el problema aquí? ¿Era demasiado difícil para ella aceptar una vida sin su adiccion a la comida, o había un factor más grande en funcionamiento?

        En mis años de counseling con Sanja y otros clientes tambien, cada grupo de ganancias se veían seguidas por un retroceso predecible hacia un lugar de derrota y desesperanza. Esta predictabilidad me dijo que algo más que casualidad o mala suerte estaba influyendo. Mientras pensaba acerca de este patrón, un pensamiento apareció como una luz en mi mente: Sanja era adicta a la miseria.

        Cada vez que ella empezaba a sentirse mejor, lograr algun éxito, o tener alguna ganancia, ella haria algo para sabotear su progreso. Esto me hacia muy difícil ayudarla –o que ella se ayudara a si misma.

        Como enfocando en una camara, de pronto varios eventos dispersos tuvieron su lugar y yo tuve la llave para ayudar a estos clientes a quienes era tan difícil ayudar, quienes se fastidian a si mismos una y otra vez.

¿Ella quiere ser miserable?

        ¿Los adictos a la miseria, como Sanja, deliberadamente escogen la miseria?

        No realmente. Una declaracion mas acertada seria que la miseria es un producto de las decisiones que Sanja se siente mas atraida a realizar cuando las cosas van bien.

        Esto funciona asi. Asi como las cosas van bien, la ansiedad crece dentro de Sanja. Eventualmente, ella tiene que hacer algo para que la ansiedad se vaya. Dos opciones seran las mas importantes para ella: volverse a una sustancia que altere la mente o a una actividad que se sienta temporalmente tranquilizadora, o –más frecuente- a sabotear el flujo de la buena racha. Cualquiera de las dos opciones disminuye la anciedad que sentimientos positivos provoca en ella.

        Sin embargo, ambas tambien produces otras consecuencias: irse en una direccion negativa, perdida, aislamiento y el regreso a la desesperanza o miseria. Como resultado, Sanja se siente miserable pero también se siente segura.

        La miseria tal vez no sea el estado que Sanja concientemente desea, pero se volvio la consecuencia natural de sus esfuerzos para reducir su ansiedad.

Auto-Sabotaje

        El auto-sabotaje es cualquier accion (o falta de accion) que naturalmente nos lleva a una consecuencia negativa. Es el comportamiento de la adiccion a la miseria.

        Edwin siempre esta retrasado. Aunque sus amigos hacen bromas con esto, les molesta y ha creado una friccion sutil en su relacion. Estuvo retrasado en el trabajo lo suficiente como para ser sancionado y perder un ascenso. Estuvo tambien retrasado para pagar sus impuestos, llenar sus reportes o renovar su licencia de conducir.

        Visto desde fuera, se veia como un deliberado problema de desidia. Desde dentro, era una historia diferente. Edwin estaba muy asustado. El esperaba ser criticado o lastimado en cada situación, asi que tenia problemas con motivarse. Cuando se le ofrecia una oportunidad, como una clase o terapia de grupo, el se paralizaba ante la vision de avergonzarse o parecer ignorante, el intentaria inscribirse demasiado tarde para ser aceptado. El año pasado, cuando tuvo dolor en un diente, el seguia cancelando citas con el dentista. Al tiempo que el llego al consultorio, el diente estaba tan infectado que tuvo que ser extraido.

        Edwin se tranquilizaba a si mismo con juegos fantásticos de computadora; el se conectaría y tomaría la personalidad de un guerrero. Su juego de computadora se robaría el tiempo que él podria haber usado para hacer una cita médica o llevar su ropa a la lavandería. Como resultado, el iría a trabajar en un traje viejo, se vería desaliñado y algunas veces incluso olería mal. Todo esto lo dejó fuera en la carrera para lograr un ascenso, y alejó a las personas de él.

        El también está envuelto en coleccionar metales y pasaba horas en playas desiertas desenterrando monedas de la arena. Él se unió a un club de coleccionistas, pero generalmente, por supuesto, llegaba tarde a las reuniones. Él fue a la reuniones sociales del club, pero por miedo de hacer algo más, nunca se ofreció a ayudar o limpiar o llevar algo para comer y beber. Él era, apenas, tolerado.

        Tomando juntas, sus actividades e inactividades sabotearon sus oportunidades para una vida mas llena. Él no era miserable, exactamente. Su mundo era más que nada gris y limitado, pero se sentía seguro.

        “Una forma de descubrir el auto-sabotaje es que las proporciones son muy grandes entre empezar una accion y las consecuencias. Caracteristicamente, iniciar una acción es mucho más fácil o tolerable que una consecuencia. Una severa, castigadora o tardada consecuencia podria ser prevenida con una relativamente facil, eficiente medida.” (Katherine, 2004, p.109)

Herramientas de las adicciones

        Si hubiera mantenido la adiccion por la comida de Sanja como mi meta, hubiera visto la situación de una perpectiva demasiado pequeña. La adiccion a la comida, tan poderosa como es, no era el problema más grande. Más bien, solo una herramienta.

        Ella tenía otras herramientas. Ella era una “cuidadora”, frecuentemente centrada en las necesidades de otros. Ella compraba compulsivamente una vez a la semana; alguien le enseñó cómo hacer manualidades con cuero, en menos de un mes, ella tenía un closet lleno de cuero y se encontraba haciendo objetos sin parar.

        Cualquiera de estas actividades se veían suficientemente inocentes, pero vistas juntas, solo la distraían de que no tenia ni el tiempo ni las energias para atender actividades de su vida mas importantes.

        Una forma de descubrir a un adicto a la miseria es esta constante rotacion entre sustancias o actividades que alteran la mente al punto que oportunidades son dejadas pasar o el cuidado a si mismo es negado.

“Los adictos a la miseria pueden pasar del desconocimiento de una actividad a su total adiccion en una sola noche”

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