Adolecencia Asperger

Adolecencia Asperger

III Jornada sobre el Síndrome de Asperger:

"Asperger en la adolescencia"

Sábado, 23 de Octubre de 2004

(Alzira-Valencia)

El Ocio y las relaciones sociales en los adolescentes con Síndrome de Asperger

María Llorente. Equipo Deletrea

1. Introducción.

El concepto de ocio, a grosso modo, implica dos ideas concretas: por una parte de todo ocio va a implicar la autorregulación de nuestro propio tiempo libre (cada uno decide cuando y cómo organizar su ocio) y por otra implica la realización de actividades gratificantes y de nuestro propio interés. Es decir, el ocio no es algo impuesto desde fuera, sino que nosotros decidimos en qué van a consistir nuestras actividades de ocio y además, éstas son gratificantes y motivantes (dedicamos tiempo a esas actividades “autoelegidas” porque nos proporcionan satisfacción).

Existen varios tipos de ocio. En concreto el ocio puede ser individual (como pasear, tocar un instrumento musical, leer, etc.) o grupal (como los deportes de equipo, juegos de mesa, etc.). Lo importante es que sea la modalidad que sea, el ocio proporciona muchos beneficios a corto y a largo plazo; así el ocio permite desde la reducción del estrés hasta la posibilidad de relacionarnos con personas que comparten nuestros mismos interés y aficiones.

Nuestra experiencia clínica nos ha permitido comprobar que muchos adolescentes con Síndrome de Asperger carecen de un ocio de calidad. En muchos casos, aunque es importante señalar que no en todos, nos encontramos con tres posibles opciones respecto al ocio de este colectivo. Es decir, en muchos adolescentes con Síndrome de Asperger su ocio se caracteriza por:

1. 1. La dedicación exclusiva y solitaria a un repertorio muy limitado de actividades o incluso a una única actividad.

2. 2. La dependencia absoluta de otros (generalmente los padres) en la organización del propio ocio.

3. 3. La inactividad como principal forma de ocio.

¿Por qué es importante potenciar el ocio en las personas con Síndrome de Asperger?.

En primer lugar vamos a analizar los posibles riesgos derivados de la ausencia de actividades de ocio, centrándonos en una etapa concreta del ciclo vital: la adolescencia. La ausencia de un ocio de calidad en los adolescentes con Síndrome de Asperger puede aumentar la posibilidad de que aparezca:

1. 1. Un incremento de las obsesiones y de los rituales de conducta

2. 2. Alteraciones emocionales

3. 3. Aumento de los problemas de conducta

4. 4. Un mayor aislamiento

5. 5. Una mayor alteración de la dinámica familiar

Frente a esto, nos encontramos que los adolescentes con Síndrome de Asperger que realizan de manera sistemática actividades de ocio gratificantes y motivantes obtienen claros beneficios en la medida que:

1. 1. Emplean el ocio como estrategia para liberar el estrés acumulado.

2. 2. Muestran mayor autonomía e independencia de la familia en los tiempos libres.

3. 3. Tienen más oportunidades para adquirir aprendizajes sociales en contextos naturales.

4. 4. Reducen la inactividad, que es la peor de las terapias.

2. Modalidades de ocio que se deben fomentar.

En la medida de lo posible, el ocio de las personas con Síndrome de Asperger debe incluir tres modalidades diferentes:

2.1. Inclusión en actividades de ocio normalizado:

A la hora de elegir, para la incorporación de un chico con Síndrome de Asperger, algún grupo, club, asociación, etc. donde se planifiquen actividades de ocio para la población adolescente en general (para jóvenes con un desarrollo normal) es importante tener en cuenta una serie de condiciones que facilitarán el éxito de la integración del chico con SA y por lo tanto aumentarán las posibilidades de que la experiencia sea positiva, educativa y gratificante.

En primer lugar es fundamental basar la elección en los gustos e intereses del adolescente con Síndrome de Asperger. La experiencia de reunirse con otros jóvenes para realizar una actividad común (por ejemplo, jugar al ajedrez, hacer senderismo o salir a pescar) será más beneficiosa si dicha actividad está dentro del repertorio de intereses de la persona con Síndrome de Asperger. El chico disfrutará más con esos “encuentros sociales” en la medida en la que pueda conversar, aprender y discutir acerca de alguno de sus temas de interés. Muchos chicos con Síndrome de Asperger han acumulado a lo largo de los años experiencias muy negativas de interacción con compañeros (han sido objeto de burlas, insultos, bromas, etc.), por lo que muchos llegan a la adolescencia rechazando e incluso evitando los contactos sociales con chicos de su edad. Están acostumbrados a resultar “pesados” o molestos cuando hablan de sus intereses, les cuesta participar en conversaciones sobre temas típicos de la adolescencia que ellos no comparten (salidas nocturnas, moda, música, discotecas, etc.) y en general, sienten que no “conectan” con sus compañeros. La oportunidad de unirse a un club de ocio centrado en alguno de sus intereses, les brinda la posibilidad de encontrar adolescentes como ellos con los que si que pueden hablar de su interés sin provocar rechazo y con los que pueden pasar tiempo disfrutando de la realización de una actividad compartida.

Por otra parte es importante que dicha actividad esté planificada y estructurada con horarios y fechas concretas. Es decir, el chico con SA debe conocer de antemano cuando serán las reuniones y durante cuanto tiempo se realizarán. Suele ser muy desconcertante para ellos y en muchos casos frustrante, aquellos grupos en los que las reuniones se realizan sin un orden establecido (quedando supeditadas las reuniones a la disposición de los participante que, al tratarse de una actividad de ocio, no le dedican tiempos fijos ni sistemáticos).

En la medida de lo posible, es aconsejable buscar grupos pequeños, ya que en ellos las demandas sociales son menores y los chicos con Síndrome de Asperger suelen sentirse más seguros.

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