Adolescentes y Adultos

El estudiante-adolescente que vive y prende en un contexto de cambio

La adolescencia es la transición entre la infancia y la vida adulta; caracterizada por diversos cambios fisiológico-cognitivos, hormonales, sexuales y físicos. Periodo de adquisición y consolidación de una identidad personal y social, influida por una conciencia moral autónoma e independiente, valores e ideologías afectivas que los separan de su ambiente familiar, tales como: la relación con grupos sociales, amistad o vínculo sexual. Proceso de búsqueda de una personalidad derivada de sí mismo, su contacto con la realidad y su carácter; en el cual cada individuo adquiere una identidad social que desplaza su egocentrismo, mediante la interacción con otros.

Esta etapa se extiende hasta los 16 o 18 años y en algunos casos hasta los 25 años, por el alargamiento de la escolaridad. Es importante resaltar que desde el nacimiento hasta la adolescencia para él son necesarios e importantes los buenos modelos, para motivarlo y orientarlo en su proceso de vida.

Los adolescentes son adultos aunque la sociedad no lo acepte, forman grupos diversos no determinados; con diferentes inquietudes, gustos, necesidades y preferencias. En su mayoría, para satisfacer sus aparentes necesidades u obtener prestigio son motivados por los medios de comunicación manipulados por adultos, simulan una identidad superficial.

Investigadores, psicólogos y pedagogos, han realizado estudios para establecer bases que orienten a los docentes en el proceso de enseñanza- aprendizaje de los alumnos que atraviesan por esta etapa durante la secundaria, quienes vinculan este periodo con el desarrollo cognitivo refiriéndose al avance en operaciones formales, a la capacidad de aplicar estrategias de razonamiento deductivo e inductivo, pasando por un proceso natural al pensamiento abstracto; que se define como la habilidad de plantear, comprobar hipótesis y teorías, a través de comprender y asimilar el conocimiento de la realidad, la información, lo que le resulta agradable o desagradable; que le ayude a entender, aceptar y respetar razonamientos ajenos. Todo este proceso se genera mediante la utilización del lenguaje por medio de la comunicación.

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