Adula y vencerás

Adula y vencerás.

Según el Tec de Monterrey, 6 de cada 10 empleados obtienen lo que quieren a través de halagos y acercamientos con sus jefes.

Es claro que para una sociedad que, depende de su fuerza de trabajo para subsistir, el hecho de que se ascienda a alguien porque es cercano al jefe y no por la calidad de su trabajo, su experiencia y dedicación. Siempre existen aduladores a donde vamos y también personas que dependen de ellos, personas que son co-dependientes a estos aduladores, el jefe que le gusta ser halagado es quien más disfruta de este tipo de colaboradores.

En nuestras organizaciones es preciso cuidarse de esta clase de personas, los aduladores han tenido, tienen y tendrán siempre peso en las decisiones del jefe, si alguien puede influir, son ellos.

Como Nicolás Maquiavelo nos prevenía, es menester cuidarnos de no caer mucho en relaciones estrechas con estas personas, son siempre un arma de doble filo, inútil en la practica y dañinas para la mente. Desde los tiempos de Maquiavelo estos personajes ya ejercían su influencia, los allegados al rey tenían en aquellos entonces gran peso en la corte real, tanto así que se adjudicaban el poder de decidir por la vida de una persona.

Hay que tomar conciencia sobre lo que es en realidad ser un adulador, de cómo influye en nuestras vidas y en nuestro entorno, todo esto con el fin de saber cuándo lanzar un preciso halago o cuando es mejor mantenerse al margen y dejar que sea nuestro trabajo quien hable por nosotros.

Es miles de veces mejor rodearse de personas honestas que de aduladores, las personas nobles te dirán sinceramente lo que está pasando aún sabiendo que eso es algo que no quieres escuchar, pero esto te ayudará a resolver los problemas que deben ser resueltos.

Referencias bibliográficas.

Juliana Fregoso, (20/0911). Adula y vencerás. Expansión. www.cnnexpansion.com/expansion/2011/adula-y-venceras.

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