Afrontamiento

Capítulo 7:

Afrontamiento

Los acontecimientos estresantes afectan a las personas emocional, cognitiva y fisiológicamente, pero existen modos de afrontar los agentes estresantes y sus efectos. Las personas moderan los efectos perjudiciales de los estresores mediante estrategias de afrontamiento.

Concepto

El afrontamiento es el esfuerzo cognitivo, emocional y conductual que hace la persona para manejar las exigencias específicas tanto internas como externas que le retan o amenazan. El afrontamiento tiene dos funciones principales: en primer lugar, cuando la persona se enfrenta, intenta librarse de las consecuencias negativas de los agentes estresantes; por ejemplo, la ansiedad o la depresión. En segundo lugar, cuando la persona se enfrenta, intenta cambiar la situación potencialmente estresante mediante la resolución de problemas; por ejemplo, el esfuerzo mental o la confrontación conductual, o bien el esfuerzo físico.

El afrontamiento ha de comprenderse como un proceso que implica cambios en el modo de pensar y de actuar a lo largo de la interacción con el acontecimiento estresante. Por ello, son múltiples las estrategias que el individuo puede emplear a medida que va cambiando la relación con el medio.

Métodos de afrontamiento

Generalmente hay dos modos de afrontar el estrés: directa o defensivamente

- El primer método implica dedicar toda la atención a un acontecimiento estresante y emplear los recursos cognitivos y conductuales para provocar un cambio en el acontecimiento, de manera que la situación pase a ser no estresante.

- El método defensivo implica o bien la evitación del acontecimiento estresante una vez que ha ocurrido, o bien la supresión de la respuesta emocional, cognitiva y fisiológica ante él, con la consiguiente reducción del impacto. (Cuadro 3).

A) Métodos de afrontamiento directo. El primer paso para que un afrontamiento tenga éxito es la correcta evaluación del problema; es decir, comprender por qué se sufre estrés. Esta evaluación implica la identificación de las fuentes y la constatación de los efectos que tiene, así como el desarrollo de una estrategia de lucha para eliminar o reducir, en definitiva, controlar el agente estresante. La esencia de los métodos de afrontamiento directo es el afrontamiento físico o mental de la fuente de estrés; por ejemplo, la resolución de problemas o el esfuerzo físico, como charlar, cambiar las situaciones o desarrollar nuevos planes después de un fracaso, son estrategias directas de afrontamiento.

La resolución de problemas, que implica evaluar las medidas que se han de tomar para reducir la potencia del agente estresante, es una forma eficaz de afrontamiento por dos razones: porque si es efectiva, mejora la relación persona-situación, y porque hace que la persona mejore su estado emocional con un cambio en el foco de atención de los efectos negativos del estresor hacia el optimismo.

El afrontamiento confrontativo es una variante menos eficaz de la resolución de problemas; implica dirigirse directamente a la fuente del agente estresante y tratar de cambiarlo al instante. Esta estrategia, antes de producir efectos beneficiosos, suele tener consecuencias emocionales negativas, como la rabia, hostilidad y agresión, que con frecuencia se asocian al afrontamiento confrontativo. Generalmente se considera eficaz cuando reduce al mínimo los estados afectivos aversivos, como, por ejemplo, en la negociación.

La búsqueda de apoyo social es otro método de afrontamiento directo. La expresión alude a la red de personas con las que puede contar el individuo en momentos de crisis y malestar

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