Al Adolscente Y Su Familia

El adolescente y su familia

Dr. Alcides Caicedo

Medico Pediatra

Especialista en adolescentes

Fundacion Santa Fe de Bogotá

Av. 9 # 117-20 cons 732 Tel 2152745

No es cierto que todos los adolescentes pasen por un periodo turbulento, o que todas las familias experimenten serias crisis por esta razón. Tampoco que esta es una temporada exenta de dificultades, o comparable con cualquier otra.

Lo que sí parece ser regla general es que a casi todos los padres nos es difícil entender a cabalidad qué sucede con nuestro hijo entre los 10 y los 20 años.

En buena parte es porque consideramos solo una pequeña parte del problema: sus cambios, sus reacciones, su desconcierto y perplejidad. Una visión más amplia nos permitiría entender un poco más. En verdad el adolescente no vive en el vacío, esta inmerso en una sociedad, en una cultura y sobretodo en una familia.

La familia es la clave para entender al adolescente, primero porque es la que lo ha formado y le ha inculcado sus patrones de comportamiento. Un individuo es hoy lo que ha heredado, más lo que ha aprendido, en un adolescente ambas cosas significan familia.

Es imposible entender la adolescencia sin pensar en la familia; de hecho el principal objetivo de la adolescencia es lograr un individuo independiente y responsable, que conciba y maneje sus lazos familiares de un modo adulto y maduro, capacitándolo así para formar una nueva familia.

Todo esto sin contar con que es el hogar el gran laboratorio en donde un adolescente puede ensayar conductas nuevas y experimentar cuales serían las consecuencias.

De otra parte, la familia es un sistema altamente complejo y dinámico en el cual, como si fuera un móvil, cada elemento tiene identidad y dinámica propias pero a su vez afecta y es afectado por la posición y movimientos de los demás. No es, pues, indiferente al adolescente sino todo lo contrario: todo lo que él hace afectará a cada uno de sus miembros y a toda ella en conjunto.

En consecuencia, para entender qué pasa con un adolescente hay que pensar en él como parte de un sistema integrado posiblemente por unos padres que individualmente están alrededor de 40 años (enfrentando como individuos una evaluación interior de lo que ha sido su vida y cuales son las posibilidades para un futuro), que como pareja ven la realidad de sus hijos que crecen y acercarse el momento en el que estarán de nuevo solos teniéndose solamente el uno al otro. Como unidad familiar ellos probablemente están experimentando el reto económico que significan unos hijos aun totalmente dependientes pero cada vez mas demandantes de recursos (educación, vida social, trasporte, etc).

Como los miembros de la familia siguen ejerciendo su influencia así no convivan bajo un mismo techo, debemos pensar también en los abuelos que no es improbable que estén entrando ya en la etapa del retiro (voluntario o forzoso) de sus trabajos y viendo declinar sus fuerzas físicas, cuando no su salud. Cosas similares podrán decirse de los tíos y los primos.

Para completar el cuadro consideremos que la familia esta inmersa en un medio social y lo que pase con esa comunidad también la influenciará. En fin el cuadro puede multiplicarse al infinito y mientras sigamos ampliando la mirada tendremos un cuadro cada vez más completo, pero también más complejo.

Es imposible considerar y mucho menos controlar todos los factores en juego. Pero el saber que existen esos factores y entender cómo y por qué nos influyen, nos ayudará a entender en parte a nuestro adolescente.

Volvamos al símil de la familia como móvil en el cual cada uno de nosotros es un elemento independiente con dinámica propia, y saquemos algunas consecuencias:

• cada uno de los miembros es libre pero actúa influenciado por los otros a quienes a su vez influencia con su actuación. (nada de lo bueno o malo que sucede es debido solo a un elemento). Esto no quiere decir que los padres

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