Alza La Voz

Alza la voz

El bullying, sinónimo de acoso escolar, es aunque no lo parezca un problema muy alarmante dentro de nuestra sociedad ya que va desde un simple empujón, palabras ofensivas, hasta humillaciones de todo un grupo de personas lo cual ocasiona daños psicológicos muy fuertes que pueden llegar a causar el suicidio de la víctima.

Desgraciadamente, esta palabra está de moda debido a los innumerables casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos alumnos a vivir situaciones verdaderamente aterradoras.

El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El agresor lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.

Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, es decir, entre los 12 y 13 años.

Esto a causa, muchas veces de lo que se vive en el hogar. Cabe recordar que “los niños son el reflejo de los padres”, es decir, que lo que ven en el hogar lo llevaran a practica fuera de este. Algo grave es la gran cantidad de familias que tienen problemas de convivencia que pueden ser originados por uno o más problemas como son: problemas económicos, problemas de adicciones, violencia intrafamiliar, poco tiempo de calidad y convivencia, corta edad de los padres, la irresponsabilidad de estos, etc. Y esto trae como consecuencia casos de bullying en los cuales los hijos sean agresores o víctimas.

Otra de las causas que originan el bullying pueden ser los medios de comunicación ya que en la actualidad los niños son muy dados a ver programas de televisión que involucran la acción y la violencia, y aunque no lo creamos estos influyen demasiado en su comportamiento.

En mi opinión el bullying se da principalmente en lugares donde el adulto desconoce la situación o simplemente no puede imponer orden. La víctima, así mismo, tiene miedo de pedir ayuda a un adulto pues teme que el trato sea aún peor hacia su persona, debido a que le harán sentir que es “poco hombre” (en caso de un hombre) o “niña tonta” (en caso de una mujer) al no poder resolver sus problemas él/ella mismo(a). Las consecuencias de esta clase de comportamiento tienen dos vertientes, una hacia la víctima y otra hacia el agresor.

Por parte del agresor este puede llegar a convertirse posteriormente en delincuente, la persona se siente frustrada porque se le dificulta la convivencia con los demás niños, cree que ningún esfuerzo que realice vale la pena para crear relaciones positivas con sus compañeros.

En cuanto a la víctima, evidentemente baja su autoestima, tiene actitudes pasivas, pierde el interés por los estudios lo que le puede llevar a una situación de fracaso escolar, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad, y en algunos casos lamentablemente pensamientos suicidas, al preferir no vivir para no seguir soportando la situación por la que están pasando. “Libre, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies” Estas fueron algunas de las últimas palabras que dejó escritas Jokin Zeberio, un niño de 14 años, antes de suicidarse, tirándose al vacío con su bicicleta, desde lo alto de la muralla de Hondarribia, España, en septiembre de 2004. Jokin venía sufriendo el acoso de sus colegas desde hacía años. Las continuas amenazas, humillaciones, insultos, golpes, palizas, le hicieron sufrir y lo llevaron a la muerte.

Para no llegar a estas consecuencias es necesario detectar con tiempo el problema del bullying observando en el niño comportamientos extraños.

Quienes ejercen el bullying

...