Amigos Del Alma
Enviado por wilfrank • 4 de Octubre de 2014 • 3.287 Palabras (14 Páginas) • 281 Visitas
Seminario Propedéutico San Pio X
Manuel Antonio Abud Mendoza
Diócesis de La Vega
#06
Redacción
P. Wilfredo Martínez
15/Mayo/2014
Licey al Medio, Santiago, Rep. Dom.
Amigos del Alma
Cómo conseguir amistades profundas y duraderas
Todos los seres humanos vivimos, convivimos y compartimos. No estamos solos. Las ciudades están repletas de personas con las que, de una u otra manera, estamos forzados a establecer algún diálogo o tener una interacción. Dependemos de las relaciones que tengamos en nuestro diario vivir con cada una de esas personas que nos acompañan en esta pasajera morada y, por increíble que parezca, son imprescindibles para la plena realización de la persona en cualquier cosa que se proponga ¡Necesitamos de los demás!
En esta necesidad de los demás y en el deseo intrínseco del ser humano de relacionarse surge un gran valor, una gran fuerza, un soporte y una fortaleza que resulta de las relaciones interpersonales: la amistad, y partícipes de ella los amigos. Este valor, por común que aparente, es en muchos casos tomado a la ligera por la sociedad moderna y, sin darnos cuenta, es uno de los valores más difíciles de practicar. Conseguir buenas y duraderas relaciones interpersonales es complicado, pero no imposible.
Para lograr amistades duraderas es necesario tener muy presente algunos elementos como, qué es la amistad y quiénes son los amigos, cuán importante son y qué rol juegan en nuestra vida, niveles de amigos, riesgos que se pueden tener en las relaciones interpersonales, pero a la vez los beneficios ofrecidos por estas, entre otros.
Al hablar de amistad nos referimos a la relación de afecto y confianza entre personas , afecto que se traduce en muestras de cariño y confianza que se refleja en las encrucijadas del camino. Es un sentimiento de estima especial hacia alguna o algunas personas donde se muestran actos en los que predominan valores como la solidaridad, la honestidad, el respeto y, sobre todo, el amor.
La amistad anima el alma y estimula el corazón. Es beneficiosa incluso para la salud. Activa nuevas áreas del cerebro y libera sustancias hormonales que favorecen la relajación y el bienestar. Además, es como un espejo que refleja nuestra imagen ampliada. Nos hace crecer y madurar, ayudando a forjar nuestra personalidad y nuestras relaciones sociales con quienes nos rodean . Los amigos son el reflejo de nuestras acciones y de quienes somos. Si tenemos pocos amigos puede ser signo de que algo en nuestra actitud anda mal y es un buen momento para una autoevaluación.
Sócrates decía: “no hay posesión más valiosa que la de un buen amigo y leal” y mucha razón tiene al decirlo. Amigo es la persona que siembra y cosecha el valor de la amistad y, siendo bueno y leal, convive con el otro sin ningún fin egoísta, sino que lo hace por el deseo interno de ayudar que surge a partir del afecto que siente por el otro. Un amigo es un tesoro valioso porque, “es leal”, y la persona leal es la que acompaña y permanece cerca en los momentos de gozo y, más aún, en los momentos de tristeza.
Los amigos son las personas que conocemos y a las que queremos de toda la vida . No puedes ser amigo de alguien a quien no conoces. La confianza es un elemento fundamental para que una relación pueda convertirse en una verdadera amistad. Amigo es una persona con quien se puede ser sincero, donde se puede pensar en voz alta y quitarse la máscara.
Niveles de la amistad.
Según Jerry y Mary White existen tres niveles de amigos correspondientes a los grados de confianza y trato que existan con estos :
• Primer nivel: los amigos causales o conocidos. Estos amigos causales son conocidos, personas, que vemos en forma regular, en contactos sociales ocasionales. Podemos conocer a estas personas un tiempo breve o toda la vida, pero raramente profundizamos con ellas.
• Segundo nivel: los amigos cercanos. son personas con las que compartimos una actividad, un proyecto o una función importante, como organizaciones, iglesias, instituciones de estudio o de servicios. Desarrollamos con ellas una relación sólida.
• Tercer nivel: los amigos íntimos. Son los amigos que constituyen el pequeño círculo interior de personas ante las cuales desplegamos nuestras almas, compartiendo nuestros sentimientos más profundos y nuestras esperanzas. Nos asisten en el momento de necesidad más profundo; disfrutamos y ansiamos estar con esas personas por encima de todos los demás.
La descripción de los White demuestra que no todas las amistades son iguales, ya que la intimidad y el compromiso varían. No todas las amistades se profundizan, se vuelven vulnerables o alimentan las almas. Esta es una verdad importante: existen niveles de amistad. El nivel al cual se llega depende, en gran medida, del acto o de los actos de despojarse de la máscara.
La amistad exige la decisión de quitarse la máscara. Es aprender a ser vulnerable, o lo que se ha denominado “el arte de abrirse”. La palabra vulnerable significa “desprotegido, sujeto a ataque, indefenso, abierto al peligro”. Es lo que sucede cuando se quita la máscara de un personaje para revelar y compartir la persona interior: la persona se vuelve vulnerable al peligro de otra. Este no es un riesgo que deba tomarse a la ligera, como enseña la experiencia, la vulnerabilidad puede causar dolor.
Los amigos juegan un papel importante en la vida de cada individuo, por lo que hay que tener mucho cuidado con el cambio de nivel de una persona en la escala de la amistad. Cada uno tiene un lugar específico de acuerdo a la relación que llevemos con esa persona. El trato determinará el nivel en el que debe estar cada quien en nuestra vida. Por capricho o por pura necesidad afectiva no podemos aumentar en nivel a un amigo, pues podría causar consecuencias graves para el que decide abrirse de forma impulsiva.
Un amigo, de nombre Andrés, me comentó un caso parecido a lo expuesto anteriormente. Conoció un amigo con el cual compartía algunos gustos y pasatiempos, los cuales hicieron pensar a Andrés que podrían ser los mejores amigos y este comenzó a forzar la amistad hasta el punto que se creó cosas que trascendían a la realidad. Que su amigo le visitara un día por casualidad o por algún favor, hacía que Andrés pensara que él quería que lo visitara constantemente. Al cabo de un tiempo Andrés comenzó a contarle cosas de su familia y propias de su intimidad. Luego, apareció la crisis del “desinterés” producida por el sentimiento de que la amistad es como un edificio que se sostiene sobre una columna, aparecen constantes depresiones por la dependencia
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