Analisis Transacional
Enviado por gliceths • 17 de Junio de 2014 • 1.209 Palabras (5 Páginas) • 337 Visitas
El análisis transaccional y las relaciones
¿No te ocurre a veces que según con qué personas y en qué situaciones reaccionas siempre de la misma forma? Y una y otra vez te repites que no vas a volver a actuar así, pero lo cierto es que vuelve a suceder.
Puede ser una persona que siempre te mete en marrones y a la que no eres capaz de decir que no. Puede ser un compañero de trabajo que te esté criticando todo lo que haces, y no te sientes capaz de ponerle límites. O al revés, tal vez una persona a la que no sabes por qué razón siempre terminas tratándola peor de lo que se merece, pero es que te saca de quicio,…
El análisis transaccional es una teoría que nos permite darnos cuenta de que nuestra responsabilidad en esta situación es tan importante o más que la de la otra persona, porque somos nosotros de forma inconsciente los que permitimos o incluso generamos esta situación. Y además lo hace de una forma sencilla y entretenida. ¿Quieres saber más?
Qué es el análisis transaccional. AT:
El análisis transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social propuesto por el psiquiatra Eric Berne a partir de los años 50, quien lo divulgó con su libro Juegos en que participamos.
Pretende acercar los modelos de conducta a través de un lenguaje sencillo, que cualquiera pueda comprender y, por lo tanto, utilizar para ser más conscientes de nuestras reacciones y permitirnos cambiar aquellas que nos perjudican. Este es un paso fundamental, ya que el problema comunicativo deja de ser responsabilidad de la persona que tenemos delante para ser de igual manera algo que yo alimento.
Estados del yo
Berne define 3 estados del yo denominados Adulto, Padre y Niño. Todos poseemos estos 3 estados y cada uno de ellos cumple con una función. Si están equilibrados estaremos ante una persona emocionalmente sana y estable. Si alguno de ellos desequilibra al resto, nuestra comunicación y nuestras relaciones pueden verse perjudicadas.
Por lo tanto analizamos nuestra forma de relacionarnos de acuerdo a qué estado del yo está presente en ese momento. Pongamos un ejemplo. Ante mi jefe diciendo:
“No me gusta nada el informe que me has entregado”
En mi estado del Yo Padre podría contestar… “No me hables en ese tono”.
En mi estado del Yo Adulto diría… “¿Qué es concretamente lo que no te gusta del informe?”
En mi estado del Yo Niño… “Lo siento, no se qué me ha pasado”, o “ese es tu problema”.
¿Cuál sería tu respuesta? ¿Desde que perspectiva contestarías a esta pregunta de tu jefe? ¿Qué pasaría si contestaras desde otro de tu estados del Yo?
Veamos las características más importantes de cada uno de ellos.
Estado del Yo Padre:
Sientes, piensas y actúas de modo similar a la versión que ha interiorizado de una figura relevante de su infancia. El padre puede tener dos posiciones:
Padre Crítico:
Es la figura de las creencias y los límites, de los prejuicios y los valores inamovibles. El padre crítico establece hábitos y formas de actuar desde el “siempre se ha hecho así”.
Esto a veces es positivo, porque permite ahorrar tiempo y energía, pero también tiene una cara más negativa porque evita la reflexión y el diálogo “se hace así porque yo lo digo”, “eres un inútil”, “todos los hombres sois iguales”,…
Padre Nutricio:
Es la figura de la protección, del ayudador. En su versión positiva, es el que te acompaña, ayuda, protege, pero en su versión negativa su sobreprotección puede ahogar y no te permite crecer ni desarrollarte por ti mismo. “Déjame ya lo hago yo”, “espera que te ayudo”,…
Adulto:
Es el estado de la lógica racional, de la reflexión. Estamos en el estado del Yo adulto cuando somos capaces de pararnos a ver cuál es la mejor opción, establecemos objetivos o resolvemos problemas. También cuando escuchamos o pedimos
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