Aprendizaje Impuesto
Enviado por verafrego • 23 de Septiembre de 2012 • 3.798 Palabras (16 Páginas) • 401 Visitas
NUEVE ELEMENTOS QUE EXPLICAN LA ENSEÑANZA BASADA EN LA IMPOSICIÓN
José de Jesús Vera Fregoso
25 años de experiencia como docente frente a grupo, la observación, registro y análisis de las acciones de la propia práctica educativa y la comparación de 24 tesis presentados por estudiantes de maestría en educación son los elementos que sirvieron para descubrir que la enseñanza a base de imposición se explica a partir de por lo menos, nueve causas:
1. La utilidad práctica que los docentes creemos que tienen los contenidos
2. La imposición del interés o gusto de los alumnos por estudiar.
3. El lenguaje expositivo del docente.
4. La planeación impuesta de las clases.
5. La imposición de los contenidos.
6. La motivación a base de imposición en las clases.
7. La evaluación del aprendizaje impuesto.
8. Los recursos para la enseñanza impositiva.
9. La apatía de los padres en la supervisión de las tareas.
1. La utilidad práctica que los docentes creemos que tienen los contenidos. En las clases que son consideradas con el calificativo de autoritarias predomina lo que el maestro quiere y no lo que los alumnos desean aprender por voluntad propia. La enseñanza a base de imposición se explica, principalmente a partir de un factor que la conforma: la utilidad práctica que los docentes autoritarios creemos que tienen los contenidos programáticos.
Todo profesor tradicionalmente impositivo tiene la creencia férrea de que el contenido curricular, ha de seleccionarse con base en los criterios de utilidad que ni él mismo comprende, sólo se pone enfrente de los alumnos y durante el ciclo escolar le da preferencia al programa escolar, enseña lo que le marca el currículo por la simple imposición de los contenidos creyendo que éstos son los que el alumno debe asimilar y “aprender”.
Un docente impositivo se empeña en confirmar mediante exámenes escritos, el cúmulo conocimientos fue recibido y almacenado en la memoria del alumno; es por esto que le resulta imprescindible la aplicación de exámenes constantes para demostrar que se está “aprendiendo”.
Cuando los docentes actuamos impositivamente, damos un tratamiento detallado y superficial a los contenidos (abundando en preguntas de conocimiento y menospreciando las de análisis, síntesis, comentarios, etc.). Jamás cuestionamos a los alumnos con preguntas distintas, sólo les formulamos cuestionamientos al nivel de conocimiento; no nos hemos detenido a pensar que “los seis niveles de preguntas son: de conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación” .
Muy pocas veces concentramos la información y casi nunca la profundizamos por medio de preguntas diferentes a las de contenido; atendemos a criterios de información más que de formación. Sobre los seis niveles de preguntas en las clases diarias, se hablará en otro artículo, como una estrategia alternativa a la enseñanza impositiva.
Registro de una clase del nivel licenciatura
Enero 15 de 2003
Ao.
Ma.
Ao.
Ma.
‘¿Para que sirve todo esto?’
‘La estadística se aplica en todos los campos, ahora estamos viendo teoría que pudiera parecer inútil, pero ustedes como futuros licenciados en informática tienen que saber lo teórico porque ... no son técnicos ... Les pongo el ejemplo de que los médicos tienen que aprender ...’
‘No entiendo nada.’
‘Si leyeron pueden contestar además lo referente a conjuntos son temas de repaso ya que en otras materias lo debieron haber visto…’
Por lo pronto, queda claro que desde los criterios impositivos, los contenidos se aprenden para: aprobar asignaturas, pasar al siguiente grado, obtener buenas calificaciones, lograr el certificado, el título o el documento que compruebe que se asistió a tal o cual curso, nivel educativo o carrera profesional.
La escuela impositiva sirve para la misma escuela y no para la vida y si acaso tiene tintes de servir para la vida de los que más tienen y no para la de los alumnos.
Los docentes impositivos, muy pocas veces utilizamos la resolución de los problemas verdaderamente cotidianos para los alumnos, sea cual fuere la asignatura que se esté cursando. Escasamente elevamos el conocimiento de lo útil; raramente presentamos a los alumnos verdaderos desafíos, juegos y problemas que los motiven a darle utilidad a lo que aprenden.
No tiene caso saber que los alumnos se interesan muy poco y cruzarnos de brazos, y sin embargo, eso es lo que regularmente hacemos.
2. La imposición del interés o gusto de los alumnos por estudiar. La enseñanza impositiva deja muy claro que los alumnos de hoy muy poco se interesan ya por la escuela, no saben ni siquiera leer correctamente ni aplicar las cuatro operaciones básicas en problemas de la vida cotidiana y sus adquisiciones escolares son insuficientes, el trabajo escolar no les interesa porque no llena sus expectativas de seguir estudiando ya que observan a sus padres que son por lo regular, campesinos, obreros o trabajadores de la clase baja o media baja y poco utilizan los conocimientos escolares. “Las clases rutinarias llevan a la monotonía ya que los alumnos pierden interés debido a que el docente siempre presenta los contenidos de manera semejante” y rutinaria.
Registro de una clase de educación preescolar
Enero 14 de 2002
Ao.
Ma.
Ao.
Ma.
Maestra, hay que ir a desayunar a la primaria.
No, perdemos mucho tiempo en ir y venir.
Maestra, quiero agarrar un carrito como el de Jonathan.
A ver, ya les dije que no, vamos a trabajar con plastilina, o qué prefieren, el que no haga esto, no sale al recreo
La enseñanza impositiva no permite inscribir el aprendizaje en el mundo de los alumnos porque los profesores no hemos considerado que todos los campos del conocimiento (español, matemáticas, ciencias naturales o historia), son territorios que el alumno entiende no sólo cuando conoce todos sus elementos sino cuando se interesa por ellos y los relaciona entre sí. Esto quiere decir, que entre estar informado y entender, existe la misma distancia que entre saber de memoria las tablas de multiplicar y poder utilizarlas correctamente en la resolución de problemas.
Registro de una clase de educación primaria
Mayo 16 de 2003
Mo.
Mo.
Mo.
Mo.
Mo.
Mo.
Mo. Anita, tú sigues. /Reyes se había quedado parado/
Reyes, ya siéntate.
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