Biología Del Comportamiento
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BIOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO
Por Biól. Nasif Nahle Sabag
©9 de Marzo de 2006
Etología es la rama de la Biología que comprende el estudio de los patrones de comportamiento de los animales en sus hábitats naturales, en particular, aquellos que se refieren a la Ecología y la Evolución.
La Biología del comportamiento en humanos se ha investigado con mayor intensidad a partir de la invención de la Tomografía Axial Computarizada, la electroencefalografía y la Resonancia Magnética.
Los casos se estudian en personas que han sufrido infartos o embolias cerebrales con secuelas de lesiones irreversibles en ciertas porciones del cerebro.
Los cambios en la conducta, o los defectos en la percepción del entorno por parte de la persona afectada constituyen una guía para inspeccionar las áreas del cerebro que controlan las emociones y la percepción de expresiones externas de las emociones en otros individuos.
La empatía hacia otros individuos es generada por una serie de procesos cerebrales que son estimulados por la percepción e interpretación de señales discretas o notorias exhibidas en la facies de los demás individuos o a través de sonidos o "llamados".
La función correspondiente a la percepción de las señales emocionales en los demás individuos es realizada por la Corteza Prefrontal del Cerebro y por un pliegue interior de los lóbulos temporales del cerebro llamado Amígdala.
La Biología del Comportamiento comprende la investigación de los siguientes factores:
Desarrollo: Los cambios durante el desarrollo pueden modificar la conducta con la edad. La etología estudia las experiencias tempranas que promueven la manifestación de una conducta establecida.
Función: Una conducta determinada puede proveer ciertas ventajas para que un animal sobreviva y se reproduzca.
Causalidad: Todo tipo de conducta animal obedece a un estímulo integral. En etología debe descubrirse cada una de las causas que obligan a un determinado comportamiento. Debemos tomar en cuenta que el nuevo aprendizaje puede modificar una conducta.
Historia Evolutiva: Comparación de conductas que son semejantes en especies relacionadas y que podrían haber surgido a través de la Evolución.
JERARQUÍA SOCIAL Y DOMINANCIA INTRAESPECÍFICA
En las sociedades animales (incluyendo la humana) la función de reconocimiento de las emociones es sumamente importante, pues permite la interpretación de señales auditivas (sonoras), visuales, olfativas y táctiles emitidas por cada miembro de la sociedad que estimulan el empate afectivo (empatía afectiva) con el miembro que anhela obtener el máximo nivel jerárquico de tutela y dominio del grupo. Las señales pueden ser emocionales y/o referenciales. Estas últimas pueden ser generales o específicas.
Las señales emocionales son las que manifiestan el estado emocional del individuo que las emite; por ejemplo, enojo, tristeza, alegría, miedo, alerta, fastidio, etc.
Las señales referenciales son las que el individuo expresa cuando ocurre un evento que incumbe a otros miembros de la sociedad. Pueden ser generales o específicas.
Las señales referenciales generales son las que solo se refieren a un hallazgo integral; por ejemplo, alimento, enemigos, depredadores, hembras, etc. La mayoría de los animales emplean señales referenciales generales.
Las señales referenciales específicas son las que se refieren a la clase de evento u objeto localizado; por ejemplo, bananas, nueces, ave, serpiente, carnívoro, hembra en celo, etc. Pocas especies emplean señales referenciales específicas. Algunos animales que las usan son el hombre, los perrillos de las praderas, algunas ardillas, los cuervos, etc.
Los humanos y otros animales emplean los tres tipos de señales; sin embargo, en la especie Homo sapiens el individuo que emite la señal puede discernir si los demás miembros de su especie o de otras especies captaron y atendieron sus llamados, mientras que en otras especies animales el individuo que emite la señal no puede discernir si los demás miembros de su especie o de otras especies captaron y atendieron sus llamados. Los chimpancés y a veces los perros pueden darse cuenta de si otros individuos percibieron sus señales o no.
Por ejemplo, si yo encuentro una serpiente venenosa, de inmediato emito señales de alarma para que mis acompañantes sepan acerca del peligro. Yo me daré cuenta luego de si mis compañeros escucharon y atendieron mi señal o de si no la escucharon y no la atendieron. En cambio, la mayoría de los animales emitirán sus llamados sin darse cuenta luego de si sus compañeros escucharon y atendieron las señales o si no lo hicieron. En algunos animales, sobre todo primates, estas señales sirven también para establecer el orden de jerarquías dentro de las sociedades.
Al individuo que tiene la máxima jerarquía sobre el grupo se le llama “Macho Alfa” (en los bonobos, que viven en sociedades dominadas por hembras, a la de mayor rango se le denomina “Hembra Alfa”). El individuo Alfa adquiere dominio absoluto sobre el grupo social.
En sociedades humanas ocurre lo mismo. La diferencia es en lo que concierne, en forma general, a los medios por los cuales el individuo Alfa adquiere su nivel jerárquico; mientras que en bonobos, chimpancés y babuinos la categoría Alfa se adquiere a través de luchas (muchas veces cruentas y mortales), en los seres humanos se ha optado por campañas de convencimiento, seguidas por una elección a través de señales visibles en pliegos de papel. Esta última es de reciente aparición, pues en siglos anteriores la jerarquía se obtenía por medio de la estirpe o por medio de luchas que desembocaban en el exterminio, por asesinato o por destierro, de los simpatizantes del aspirante contrario. (Nasif Nahle, 2005).
Este último comportamiento es más perceptible en las sociedades de chimpancés. Cuando ocurre la muerte del Macho Alfa, enseguida se levantan los aspirantes al orden de mayor jerarquía social, esto es, a los que aspiran a adquirir el nivel de Macho Alfa que sustituya al jefe muerto. Si se levantan dos aspirantes, entonces se forman dos o más grupos de machos, cada grupo apoyando al aspirante de su preferencia.
¿Cómo hacen los aspirantes para atraer a su camarilla y mantenerla de su lado? Bien, aquí empieza la función de la amígdala cerebral. Cada aspirante emite señales, como alaridos y gestos de fuerza que lo exhiben agresivo, arrogante, orgulloso, resuelto y enérgico. Entremezcladas con las expresiones de coraje y arrogancia, los aspirantes
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