COMO EDUCAR A UN HIJO
Enviado por Luzseis • 17 de Febrero de 2014 • 442 Palabras (2 Páginas) • 312 Visitas
CÓMO EDUCAR A UN HIJO
Recuerda que un hijo es un regalo de Dios. La más rica de las bendiciones. No trates de amoldarlo a imagen tuya o de tu padre, de tu hermano o tu vecino. Cada niño es individual, y tiene que permitírsele ser él mismo.
No aplastes el espíritu de tu hijo cuando el falla, y nunca lo compares con otros que lo hayan sobrepasado.
Recuerda que el enojo y la hostilidad son emociones naturales. Ayuda a tu hijo a encontrar una salida social aceptable para estos sentimientos normales, o éstos volverán hacia dentro y explotarán en forma de enfermedad física o mental.
Disciplina a tu hijo de una manera justa y razonable. No dejes que tu enojo te saque de quicio. Si él sabe que tú eres justo, no perderás su respeto y amor. Porque aun el niño más joven tiene un sentido muy agudo de justicia.
Recuerda que cada niño necesita DOS padres presentes en un frente unido. Nunca te alíes con tu hijo en contra de tu espos@. Ésto crea en tu hijo (como también en ti) conflictos emocionales y sentimientos de culpabilidad, confusión e inseguridad.
No le des a tu hijo todo lo que su pequeño corazón pide. Permítele conocer la emoción de ganárselo, y la alegría de conseguirlo. Concédele la más grande de todas las satisfacciones, el placer que viene con el logro personal.
No te pongas como lo máximo, la perfección. Es un rol muy difícil de jugar 24 horas al día.
Tú te darás cuenta que es más fácil la comunicación con tu hijo si le dejas saber que mamá y papá también pueden cometer errores.
No le amenaces cuando estés enojado, o le hagas promesas imposibles cuando estés generoso. Hazle advertencias o promesas sólo cuando tú las puedes cumplir. Para un niño, la palabra del padre significa todo. El niño que ha perdido la fe en sus padres, tiene dificultad de volver a creer en cualquier cosa.
No sofoques a tu hijo con manifestaciones superficiales de "amor". El más pobre y saludable amor, se expresa por sí solo en la educación día a día, la cual produce confidencia e independencia propia.
Enséñale a tu hijo que hay dignidad en el trabajo duro. Aunque se desempeñe con unas manos callosas paleando carbón, o unos dedos hábiles manipulando instrumentos quirúrgicos. Déjale saber que una vida útil es bendecida, y una vida fácil y en busca de placeres, es vacía e insignificante.
No trates de proteger a tu hijo de cualquier pequeño golpe o decepción. La adversidad forma el carácter y nos hace compasivos. Los problemas son un gran igualador. Déjalo aprender.
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