COMUNICACIÓN FAMILIAR

     La familia constituye la primera escuela de comunicación para las personas; habilitan a sus integrantes herramientas y maneras de cómo dar sentido al mundo y de vivir en él, la familia puede trabajar y manejar explícitamente las relaciones y patrones de comunicación de cada uno de sus miembros, para que de esta manera puedan socializar a lo largo de la vida. Al respecto, Brenda Thames y Deborah Thomason definen como comunicación familiar como “más que el simple intercambio de palabras entre los miembros de la familia”. No se trata solo de las palabras que hablamos sino también de “componentes como las expresiones faciales, el lenguaje corporal, el tono del habla y la postura”.

     Atendiendo a lo expuesto, el autor de “Reuniones de la familia”, el Dr. Craig Aronoff, plantea como beneficios de la comunicación familiar: fortalece vínculos de confianza, la práctica de habilidades como: escucha activa, trabajo en equipo, resolución de problemas, lenguaje asertivo.

     Actualmente, Venezuela está sumergida en un pozo profundo de deficiencias, ausencias, percepciones negativas y  condiciones deplorables que causan una distorsión significativa en la dinámica de las relaciones interpersonales tanto en la familia como con los vecinos y demás personas en los distintos ambientes de desempeño, debilitando los valores del respeto, la responsabilidad, la confianza, el compromiso y, en consecuencia el ayudarse unos a otros, motivados por estados anímicos equivocados que conllevan a centrarse en sus propias necesidades y debilidades, producto de una deficiente y poca comunicación en el núcleo familiar. En las familias esto provoca, con frecuencia, malos entendidos, errores de interpretación, conversaciones confrontativas, con la consecuente pérdida de energía, tiempo, oportunidades, generando conflictos.

    El Dr. Craig Aronoff, sugiere poner en práctica para lograr una mejor comunicación lo siguiente: Crear espacios para el dialogo, ser el ejemplo, mostrarse disponible con el núcleo familiar, escuchar atentamente: Practica la escucha activa, demostrar empatía, mantener la calma y no minimizar los problemas y es recomendable asegurarse de que cuando se está disgustado con un hijo, este sepa que el problema es su conducta y no él o ella,

     Un ambiente familiar sustentado en una buena comunicación hace más fácil y efectiva la crianza de los hijos y la  implementación de límites y normas, si la familia tiene una comunicación abierta, clara y basada en el respeto. De esta manera se logra una buena estabilidad en el desarrollo de las relaciones de sus integrantes propiciando un buen ambiente doméstico y bienestar emocional y psicológico.

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