Chamanismo

Chamanismo

Tradición ancestral enterrada

Para preguntarnos como se dio el inicio del chamanismo, lo prudente sería remontarnos al origen mismo en el que el hombre adquirió conciencia de su propia existencia y en el cual se percató que como animal racional tenia las facultades de comprender lo que estaba más allá de su propia percepción.

El objetivo de este ensayo es dar una pequeña introducción que exhiba el conocimiento de estas prácticas ancestrales y a la erradicación de falsas ideas que a su misma vez dan origen a erróneos juicios y a la invalidación de esta alternativa como forma de vida. Un juicio que lleve si no a la conversión a este modo de ver la vida, simplemente a la comprensión y respeto a esta decisión de guiar la existencia de quienes cohabitamos este misterioso pero magnifico plano terrenal.

Considerada por algunos agnósticos sin validez de ningún tipo, al no basarse en el conocimiento científico y por ende a la no comprobación de estas creencias. El que quiera comenzar con el estudio de estas prácticas debe echar por la borda creencias atribuidas a la praxis y a la percepción sensorial, debe abrir su mente a la idea de que no todo lo que nuestros sentidos perciben es lo único que existe.

Una de las razones principales que a mi parecer generan esta incredulidad, tal como lo mencionaba Freud es esta "vanidad antropocéntrica" de la cual sufrimos, al creer que nosotros al ser los animales que gozamos del raciocinio debemos comprender todo

lo que pasa a nuestro alrededor, el sentirnos incapaces de la cabal comprensión de un hecho, genera terror y desconcierto.

Por medio del chamanismo podemos establecer esos lazos entre el mundo metafísico del yo espiritual y yo corporal.

Existen varios tipos de chamanes, primero debemos definir cual es el fin ultimo de nuestra búsqueda, por ejemplo; el chaman turístico el cual por medio de plantas alucinógenas, guía nuestro viaje hacia experiencias extrasensoriales y se dice que algunas veces hasta extracorpóreas, este tipo de viaje se realiza para el autodescubrimiento de nuestro propio ser.

Otro tipo es el chaman sanador, el nos ayudará con todo malestar físico, si queremos adquirir poderes para explorar nuestras capacidades psíquicas, un chaman brujo es lo que debemos buscar.

“Cuando el alumno está listo, aparece el maestro”. Esto quiere decir que en la cosmovisión del chamanismo, la persona que quiere dedicarse al autoconocimiento de estas prácticas inconcientemente está listo para recibir sus enseñanzas, es decir, que ya existía una predisposición de que esta persona estaría bajo este aprendizaje.

Siempre vibramos a una frecuencia determinada a la que el Universo responde emparejándonos con aquellas personas, situaciones o cosas cuya frecuencia es similar a la nuestra. Las dudas, los miedos y los objetivos contradictorios alejan de nuestro campo de experiencia aquello que aún no deseamos con nuestra voluntad unificada. Así es que, definir

exactamente qué es lo que deseamos es el primer paso para conseguirlo; el segundo es unificar nuestra voluntad; y el tercero, permanecer relajadamente atentos para percibir las señales de su inminente aparición.

Según el autor Michael Harner, la experiencia chamánica no siempre debe estar ligada al uso de sustancias psicodélicas, los estados de realidad alterada que se dan mientras se entra en este trance no siempre es bajo el influjo de éstas.

Aquí entraría otro punto que a mi parecer es otra barrera q marca el desconocimiento y rechazo hacia esta forma de vida, ya que muchos ignorantes (que tal vez no lo son por elección) piensan que la aceptación de estas prácticas conlleva al uso de sustancias alucinógenas, las cuales como sabemos son temas tabú en sociedades conservadoras como la nuestra, este tema también daría mucho de que hablar, pero por ahora nos concentraremos solo en el chamanismo.

relación medico paciente

Como su nombre lo indica es aquella interacción que se establece entre médico y paciente, en otras palabras, la relación entre el servidor de salud, ya sea que cure o alivie una enfermedad y la persona enferma, con el fin de devolverle a éste la salud, aliviar su padecimiento y prevenir la enfermedad. Aclarando algunos conceptos podemos definir al paciente como la persona que busca prevenir o mejorar su salud física o mental y para esto recurre a una persona especializada llamada medico, el cual cuenta con una amplia capacidad de entrega, comunicación efectiva, liderazgo, un alto grado de dominio emocional que le permitirá reconocer sus propios sentimientos, y el de los pacientes y por ultimo, no por eso menos importante un buen entrenamiento en la especialidad.

Para que esta relación sea cien por ciento efectiva, es necesario que tanto medico como paciente cumplan correctamente su rol; para esto cada uno debe conocer y aplicar sus deberes y derechos. Sin embargo el medico por su ética profesional y juramento de Hipócrates, en ciertas situaciones de desequilibrio emocional o stress por parte del paciente o sus familiares, debe mantener la calma y entender que todos actuamos y pensamos diferente ante una misma situación.

De ahí que, el futuro medico en el desarrollo de su carrera debe aprender ciertos tips que le permitirán acercarse de manera asertiva a sus pacientes, lo que va a repercutir

en los resultados que se espera obtener; la cura o por lo menos el alivio. La primera impresión que causemos en el paciente es la que va a marcar esa relación por tanto debemos presentarnos muy amablemente, escucharlo con atención cuando hable de sus síntomas, llamarlo por su nombre, permitirse el contacto físico (un abrazo, un apretón de manos….) que el paciente sienta que el medico es su amigo y que va a poner todo su empeño en ayudarlo.

Cuando llegue el momento de llenar su historia médica es recomendable hacerlo de una forma tranquila y sonriente, a la vez que interesado por lo que habla su interlocutor, sin importar en ningún momento el nivel académico y status social del mismo, solo estar conciente de que su papel es atender a quien lo necesite.

En conclusión, podemos decir que esta relación es muy importante para la formación

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