El Chamanismo Y Los Procesos Inconscientes.

El chamanismo y los procesos inconscientes.

Manuel Ramírez González.

Para ser chaman hay que haber nacido en una tribu, conocerla y haberte ganado el don de ser chama. El nombre de chaman proviene de Siberia toma su nombre de un árbol endémico de la tundra siberiana porque es el árbol que conecta al sabio o sabia con los espíritus de la naturaleza. Lo más apropiado es llamarles sabios, curanderos, brujos, ayahuasqueros, hongeros etc. (Elen Flix).

Se dice que para convertirse en chaman hay que haber padecido alguna enfermedad extrema como la epilepsia o un accidente y haber sobrevivido. En lo personal difiero un poco de esa teoría, el curandero o brujo lo va forjando la comunidad, en él está contenido el cumulo de experiencias de su sociedad, el chaman como el artista observa, y selecciona estos saberes y los resinifica. Estas personas existen y han existido en todo el mundo con sus prácticas ancestrales, heredadas y preservadas no solo por ellos sino por todos los miembros de determinada cultura que deposita su fe y creencias en estas personas y permiten que los guíen espiritualmente.

El chamanismo se basa en la recuperación de la información genética de nuestros ancestros y lo que de manera inconsciente percibimos, a través de la experiencia del éxtasis. El ser humano en su proceso evolutivo, al tener conciencia de sí mismo empezó a transitar por el mundo de manera cada día más superficial, olvidando saberes y capacidades.

En el chamanismo encontramos prácticas y técnicas ancestrales que nos permiten activar y explorar zonas cerebrales que dejamos de utilizar o que hemos perdido por la domesticación (civilización). La humanidad ha emprendido una carrera por dominar y conquistar la naturaleza, al grado de perder su propia naturaleza, esa pérdida provoca en el hombre moderno la necesidad de escapar de esa misión auto impuesta, haciéndolo a través de las drogas sintéticas o rituales chamánicos, al grado de prostituirlos y desvirtuarlos como sucedo hoy en día con los curanderos charlatanes de san José del Pacifico o Huautla de Jiménez en Oaxaca que juegan el juego de darle simplemente al turista lo que busca, entablando una mera relación comercial. Haciendo estas prácticas inaccesibles para los lugareños quienes emprenden métodos más modestos para satisfacer esa necesidad espiritual.

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