Codigo De Etica De Los Piscologos En Puerto Rico

Según expone el Código de Ética de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (2007), la psicología como disciplina se ha hecho más visible. Cada vez más los puertorriqueños y las puertorriqueñas reclaman el saber que ésta provee como vehículo para ayudarles a resolver situaciones de vida y enfrentar las exigencias de la vida en comunidad. Es decir, contribuye a mejorar la vida de las personas y el mundo social en que viven. Por tanto, para poder ayudar a las personas los psicólogos recurren a la medición. Los siguientes principios del Código de Ética de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (2007), son: responsabilidad, competencia, normas morales y legales, falsa representación, declaraciones públicas, confidencialidad, bienestar de la persona, promoción de servicios, relaciones entre profesionales, remuneración, seguridad de las pruebas, consentimiento para evaluación, uso de las pruebas psicológicas, interpretación de los resultados de las pruebas, publicación de pruebas, precauciones en la investigación y crédito por publicaciones.

La medición psicológica es un proceso que le permite al psicólogo cuantificar características humanas y objetivizar procesos de evaluación. Las pruebas hacen parte de un proceso general organizado para llegar a una impresión diagnóstica, pero no se pueden convertir en el único medio de información. Los resultados obtenidos en las pruebas deben estar acompañados de otras herramientas que le permitan al psicólogo establecer relaciones y obtener una valoración general. Los instrumentos de medición psicológica han jugado un papel muy importante en la historia de la psicología, por ende, en la seguridad de las pruebas debe imperar el derecho a la privacidad. Derecho como prerrogativa para decidir hasta dónde compartir con otros los aspectos evaluados ya que asegura de esta manera la libertad y autodeterminación de la personas. Los psicólogos y psicólogas deben ser íntegros en la administración de las pruebas, validando las mismas con la seguridad que amerita cada caso. Al estar capacitados para administrar las mismas, ninguna otra persona podrá llevar a cabo su función y el proceso de medición. De esta forma se evitan malas interpretaciones a la hora de interpretar las mismas. Cualquiera que sea el propósito de la evaluación, la protección de la privacidad y la seguridad deben ir a la par con la relevancia y el consentimiento de ser evaluado. La información que se solicita a la persona debe ser relevante para los propósitos de la evaluación, lo que implica que deben hacerse todos los esfuerzos necesarios para asegurar la validez de las pruebas.

Los psicólogos y psicólogas deben ser íntegros en la administración de las pruebas, validando las mismas con la seguridad que amerita cada caso. Al estar capacitados para administrar las mismas, ninguna otra persona debe asumir tal función. Cabe señalar, que como es el psicólogo o psicóloga,

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