Cognición Social

Primeramente es esencial definir que es la cognición, este concepto hace referencia a un conjunto de actividades por medio de las cuales la información recibida por uno o más de nuestro sentidos es procesada por el sistema psíquico, dicho procesamiento de la información trae consigo la recepción, la selección, la transformación y la organización de dicha información.

Para dejar este proceso llamado cognición más claro, se citará un ejemplo: Supongamos que se está con un grupo de niños y se les comienza a hablar de un determinado tema, de los leones por decir alguno, además apoyándose de material didáctico (presentaciones, videos, monografías, etcétera). Cada niño para empezar va a recibir solamente una parte de toda aquella información que se le brindo, por ejemplo, algunos van a recordar la dieta del león, otros lo peligrosos que son y algunos más donde viven, etcétera. Posteriormente únicamente va a guardar en su memoria aún menos información de la que recibió, es decir, únicamente aquello que sea más significativo, por ejemplo, en el caso del niño que recordó la parte de la dieta, tal vez solamente va a recordar que se alimenta de carne de cebra. Luego esa información se va a transformar en esquemas o imágenes mentales, es decir, los niños van a por ejemplo, imaginar cómo es que se ve un león en su ambiente natural. Finalmente, esa información transformada va a ser organizada jerárquicamente y almacenada en su memoria.

Ahora bien, los esquemas de los cuales se hizo mención anteriormente son un conjunto de creencias o expectativas acerca de algo o alguien, basadas en la experiencia previa. Y tienen múltiples funciones: Nos permiten hacer inferencias acerca de otras personas; juegan un papel crucial en la forma en que interpretamos y recordamos la información; y nos llevan a “recordar” cosas que en realidad nunca observamos.

Susan Fiske y Shelley Taylor (1991) señalan que los pensadores humanos somos “avaros cognoscitivos”. En lugar de ejercitarnos para interpretar cada detalle que conocemos, somos mezquinos con nuestros esfuerzos mentales. Una vez que nos hemos formado una impresión de alguien, tendemos a mantenerla incluso si esa impresión se formó precipitándonos a conclusiones o a partir del prejuicio.

Un concepto más que es digno de destacar, es el de estereotipo, el cual es un conjunto de características que se cree son compartidas por todos los miembros de una categoría social. Un estereotipo es un tipo especial de esquema que puede basarse en casi cualquier característica distinguible.

Las personas también tendemos a atribuir ciertas características a las personas o cosas que nos rodean, por atribución se entiende a la forma en que la gente explica su propia conducta y la de otras personas, aborda la cuestión de cómo elaboramos juicios acerca de las causas de la conducta. Uno de los primeros teóricos de la atribución, Fritz

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