Como Se Llega A La Crisis: El Papel Del Estado
Enviado por cintiaroldan • 21 de Febrero de 2014 • 2.634 Palabras (11 Páginas) • 249 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
LIENCIATURA EN PSICOLOGÍA
CURSO ELECTIVO PSICOLOGÍA Y ECONOMÍA
Como se llega a la crisis:
El papel del Estado
Roldán, Cintia
Introducción
Con el presente trabajo se intenta describir como las decisiones del Estado Nacional, de tinte liberales, actuaron en beneficio de la gran crisis económica, que desembocó en un estallido económico, social y político en el año 2001.
Se abarca un período que desde el año 1976 a diciembre del 2001, o dicho de otra manera desde la irrupción del gobierno de facto hasta la huida del ex presidente De La Rúa.
Primera etapa: La Familiarización
La devastación económica de la república Argentina no comenzó en diciembre del año 2001, sino 25 años antes, producto de decisiones Estatales que respondían a los modelos económicos llamados “neoliberales”, que comenzaron a propagarse por toda América Latina.
El primer paso para concretar la familiarización de las premisas neoliberales se dio con la imposición de las dictaduras, a lo largo y ancho de América del Sur. Los capitales extranjeros estaban muy bien dispuestos para “colonizarnos”, solo que el Estado local debía garantizarles, al menos, sus mandamientos principales, como la disminución de la intervención y del gasto Estatal, las privatizaciones de los capitales Nacionales, la abolición del proteccionismo, la liberación económica, la flexibilización laboral, y así lo hicieron.
Los gobierno de facto acrecentaron una “deuda odiosa” (Rodríguez Kauth, 2004) de forma escandalosa, comenzaron con el vaciamiento de las riquezas Nacionales, pero lo más impactante fue el mensaje subliminal que paulatinamente fue penetrando en lo más profundo del tejido social. El Estado es un mal administrador de bienes y servicios que pueden ser bien administrados si se privatizan, los medios de comunicación participaron en estas campañas de familiarización de estas situaciones que eran ajenas, y extrañas, al pueblo. Aunque estas premisas tardaron unos años en hacer eco en nuestra sociedad, se instauraron con tanta fuerza que aún hoy desconfiamos de los servicios públicos. Lo paradójico es que la privatización de las empresas de bienes y servicios no trajo aparejado ningún mejoramiento de aquellos aspectos señalados en las campañas publicitarias, pero aun así, era bien visto por la sociedad, ya estaba naturalizado por el consenso popular.
Segunda etapa: El llamado a los mesías
Las privatizaciones masivas y la apertura ilimitada a capitales extranjeros no fueron las únicas fuentes de enriquecimiento de las minorías (representantes del Estado, familiares y amigos), además contaban con la posibilidad de los préstamos de entidades transnacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El engrosamiento de la deuda más descarado se produjo durante la dictadura militar, por lo que cuando Alfonsín asume como presidente democrático, Argentina era un país totalmente dependiente de estos organismos de crédito internacionales.
En el año 1983, no solo se instaló, nuevamente, la democracia, sino también una profunda crisis social y económica, el patrimonio Nacional había sido saqueado, el papel del Estado estaba pisoteado por campañas publicitarias en su contra, la inflación llegaba a niveles extraordinarios, mientras los salarios descendían con la misma rapidez. El estado debía idear algún plan para dar respuesta a esta situación, o mejor dicho para poner un parche a las grietas que comenzaban a ser cada vez más evidentes, así, desafiando al FMI, que proponía, en toda América latina, planes más gradualistas de base ortodoxa, surge en el año 1985 el “plan austral”, programa de estabilización monetaria por el cual se cambió la denominación monetaria, de "Peso Argentino" al "Austral", quitando tres ceros al valor del primero. Este plan permitió detener la inflación de un día para el otro, aumentaron las exportaciones y pudieron recuperarse las reservas Nacionales, pero, como todo parche, no duró mucho tiempo. Los grandes empresarios comenzaron a exigir un aumento de precios, y los pequeños trabajadores un aumento de salarios, como ambas peticiones eran contrapuestas, se debía tomar la decisión más beneficiosa, por lo tanto aumentan los precios, y con ellos la inflación.
En este contexto los mesías internacionales, el Banco mundial y el Fondo Monetario Internacional, acuden al auxilio de un Estado desesperado, y así es como se produce un nuevo aumento de la deuda externa, pero desde sus perspectivas era una posibilidad de salvación.
El estallido social no tardó en presentarse, y no solo se dieron huelgas organizadas por la CGT, sino que además en el año 1987 se produjo un levantamiento militar como reacción al Juicio a las Juntas que condenó a los principales líderes del Proceso de Reorganización Nacional. El entonces presidente Raúl Alfonsín tuvo que sentarse a negociar con los sindicatos y con las empresas más importantes de ese momento histórico. Estas negociaciones formaron parte del “plan primavera”, diseñado para contener la inflación, y que además de las negociaciones mencionadas incluía un congelamiento de precios y de los salarios de empleados públicos, controles sobre los tipos de cambios y la insistencia, nuevamente, en realizar nuevas privatizaciones, lo cual fue rechazado, como en otra oportunidad por el peronismo. Lamentablemente el plan primavera no llegó a ver el verano.
La inestabilidad del gobierno local fue la característica sobresaliente de este periodo, lo cual no solo tuvo repercusiones económicas y sociales, sino también psicológicas. La mala fama del Estado que comenzó en la etapa anterior, en esta termino de consolidarse, también gracias a decisiones tomadas en la etapa precedente. La inestabilidad económica dejó profundas heridas en las instituciones del país, y entre ellas se puede considerar la institución familiar, que sufrió diversos cambios estructurales, y también cualitativos. Las personas se volvieron víctimas de un sistema de mercado perverso, que los inundó de frustraciones, que muchas veces eran descargadas, y aún hoy los son, en los
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