Comunicacion Sexual
Enviado por lunita0305 • 30 de Mayo de 2013 • 4.233 Palabras (17 Páginas) • 381 Visitas
RESUMEN
En este ensayo me voy a referir a la comunicación en la sexualidad porque para mí es un tema muy importante en la vida del ser humano, ya que la sexualidad manifiesta la personalidad, así como también es un fenómeno sumamente complejo y multifactorial, que se puede expresar de distintas maneras. Sin embargo, tradicionalmente es esquematizado a partir de estereotipos sociales que excluyen a poderosas fuerzas biológicas ocultas por lo que se impone la necesidad de comprender la esencia de la sexualidad y las vías fundamentales para su educación.
Este ensayo abarca algunos aspectos relacionados con la comunicación y la sexualidad en los jóvenes, los beneficios de una Educación Sexual Formal y Humanizada y las distintas formas de comunicación empleadas en el campo de la sexualidad. Es por ello que les presento los siguientes objetivos:
*Brindar algunos aspectos relacionados con la comunicación y la sexualidad.
*Reflexionar acerca de la importancia de la comunicación en la esfera de la Educación sexual.
INTRODUCCIÓN
Actualmente estamos viviendo una lucha donde la erotización del ambiente hace énfasis con el silencio de la comunidad en esta área. Esta influencia de una civilización hipererótica en una sociedad que no proporciona una educación sexual suficiente y adecuada, hace que los niños y adolescentes se sientan influenciados en sus valores y actitudes. La mayoría de las veces esta influencia es negativa ya que el aprendizaje no se realiza en un sentido humano y trascendente. Pareciera que, lejos de ello, la sociedad abandonara a sus jóvenes.
En oportunidades como si se quisiera quedar bien sin comprometerse se simula dar educación sexual en algunas escuelas, lo que no suele pasar de la proyección de un video sobre biología. Otras veces se limita a charlas sobre los aspectos negativos de la sexualidad, lo que hace que se piense sobre ésta también en términos negativos.(1)
Los jóvenes se sienten bombardeados por mensa
jes eróticos mientras que están
preocupados por los cambios a que se ven expuestos como consecuencia de su desarrollo.
La aparición, en su edad, de una sexualidad que transita el camino hacia la adultez hace
que fijen su atención sobre todo lo relaci
onado con el sexo. El silencio que habitualmente
sienten en sus familias y la falta de una directriz educativa coherente les obliga a buscar
información y consejos en los amigos que consideran más experimentados pero que
desgraciadamente, no suele
n ser buenos maestros ya que han pasado por la misma
experiencia. De este modo, la fuente de información se convierte en un manual de
consideraciones surgidas de la experiencia, pero una experiencia sin una guía adecuada(1).
A pesar de esto, aún hay pers
ona que piensa que la experiencia es el mejor camino para
comprender todo lo referente a lo sexual. Pero como expresa Michael Schofield al presentar
las estadísticas de una extensiva investigación sobre el comportamiento sexual adulto. Una
de las conclusi
ones principales de este estudio es que “el conocimiento sexual es algo que
la mayoría de las personas no han sido capaces de sacar de su experiencia.” La educación
sexual de la calle suele falsear el conocimiento, y es por medio de esas ideas equivoca
das
que deben estructurar su propia sexualidad.(2)
Un
a autora se plantea
esto
en el Congreso de sexualidad cuando se dice “el repertorio de
conocimientos sexuales de cualquier adolescente de nuestra civilización está hecho basado
en mentiras, cuando
en realidad los niños ven aquellas explicaciones que demandan de
los adultos y solo logran atormentándose en secreto con tales problemas y construyen
tentativas de solución en las cuales la verdad sospechada aparece mezclada con grotescos
errores o s
e comunican unos a otros sigilosamente sus descubrimientos, en los cuales el
sentimiento de culpabilidad del infantil investigador imprime a la vida sexual el sello de lo
repugnante y prohibido. (1).
En todo lo anteriormente expuesto juega un papel impo
rtantísimo la comunicación en todas
sus esferas y, entre ellas la sexual a la cual nos estamos refiriendo,
que
debe comenzar en
el seno familiar con el nacimiento, hasta extenderse al medio social en el que el individuo
se desenvuelve.
Podemos decir ent
onces que la comunicación para educar para el sexo debe ir cargada de
un conocimiento científico, del cual carecen en sentido general los progenitores, los cuales
en su gran mayoría continúan sordos a las demandas educacionales que sobre el sexo y la
sexua
lidad les solicitan sus hijos. Este silencio parental se origina principalmente por los
tabúes surgidos de la mala educación sexual que han tenido, los que condicionan
represiones inconscientes difíciles de superar. Aún en los casos en que pueden brindar t
a
educación, la vergüenza, la turbación y la ambigüedad con la que contestan a la mayoría de
las preguntas que los hijos formulan, suelen causar más perjuicios que beneficios. Tenemos
que darle la razón a lo planteado en el Congreso de sexualidad cuando
se dice: “Frente a
muchos educadores y pedagogos que han puesto todas sus esperanzas en los padres, y
condenan toda intervención extra
-
familiar, creo que podemos afirmar que la familia seguirá
ausente en la educación sexual de sus hijos”. (1)
En lo person
al estoy muy de acuerdo con lo planteado en el Congreso de sexualidad, de
hecho esta realidad se expresa continuamente en nuestros estudiantes universitarios, que
es el nivel educacional en el cual me desenvuelvo como profesora; esto nos obliga a trabajar
en función de alternativas y estrategias que ante todo ayuden a estos jóvenes a alcanzar
una educación sexual plena y sana, empleando diferentes métodos y técnicas que partan
ante todo de la base de que el amor y el placer forman un todo en la dimensión se
xual del
individuo y que, lejos de separarlos, deberíamos tratar de que se manifestaran juntos, única
manera de hacer de la sexualidad un elemento trascendente. Por esta razón debemos
considerar la educación sexual como una educación para el amor, una educ
ación para poder
cumplir con nuestro destino de hombre
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