Comunicación y habilidades para la comunicación oral, escrita y no verbal

Desarrollo de la práctica:

Barreras ideológicas: están ligadas a la cultura, costumbres, creencias religiosas o ideología política. Es importante que antes de externar un mensaje analices hacia qué persona o grupo de personas va dirigido, porque tu comentario podría generar conflictos o herir susceptibilidades; por ejemplo, hacer comentarios en contra de alguna religión o ideología determinada.

Barreras psicológicas: aquí interfiere la interpretación de los mensajes a causa de las experiencias previas de cada individuo. Un ejemplo de esto son los estereotipos, si alguien sufre discriminación se formará una imagen negativa hacia cierto grupo, por el contrario, una persona que tuvo una grata experiencia tendrá una percepción totalmente positiva; si ambos se encontraran tendrían opiniones distintas y muy probablemente no podrían llegar a un acuerdo a causa de sus experiencias previas.

Barreras de la comunicación: Situación de vida.

Mi anécdota incluye la barrera ideológica y la psicológica.

Cuando estaba en la UNIVA en segundo semestre decidí meterme a un grupo de la universidad llamado Pastoral, que es un grupo donde se trabaja el área espiritual, se aprende acerca de los paradigmas de la religión católica, como romperlos en nosotros y maneras inteligentes de refutar nuestras convicciones a aquellos que por ignorancia o indiferencia decidían no informarse, no para convencer a las personas de que nuestra religión es la correcta y que se tiene que creer en ella, si no para fortalecer únicamente más nuestra fe. Con el tiempo y conforme los coordinadores se convencieron de mi compromiso con pastoral, me comenzaron a llevarme a los campamentos de los estudiantes de primer ingreso para ser su líder en la vivencia del campamento. Es una actividad obligatoria, por lo tanto, es complicado lidiar con los jóvenes. Muchos como ya había mencionado antes, tenían unos fuertes paradigmas acerca de la religión que eran difíciles de romper, eran apáticos, muchos decían ser no creyentes y no querían participar en nada porque qué iban a pensar sus amigos, porque estamos en una época en la cual ser creyente es sinónimo de ser “alguien voluble y tonto que se deja engañar fácilmente por todas las mentiras que dice la iglesia” y las personas lo toman como algo que en automático te hace poco cool. Son miedos relativamente comunes en las personas que no están informadas de lo que en realidad el amor de Dios significa en nuestras vidas, y precisamente de eso sirve el campamento. Como líder es muy importante identificar tanto en nivel de hostilidad en los campistas, como las características personales y grupales de la tribu y así hacer una estrategia persuasiva para ganártelos y lograr que colaboren. Tienes que ser mu asertivo en la forma en la que te comunicas con ellos y como plantearles el asunto de Dios, y lo más importante es hacer una conexión emocional fuerte con cada uno de ellos, pero que al mismo tiempo esa conexión de alguna manera los integre en el equipo, al final ellos te dejan de ver como la persona ñoña que les dice que hacer, y comienzan a verte desde la perspectiva de un amigo que nos los juzgará y los ayudará en cualquier cosa o paso de su vida de manera objetiva, y eso los hace sentir seguros.

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