Comunicación
Enviado por JOISMOLINA • 8 de Septiembre de 2014 • 1.499 Palabras (6 Páginas) • 190 Visitas
En todas las sociedades a lo largo de la historia humana, las familias han sido el principal vehículo de identidad de grupo, por ello es indispensable tener en cuenta que la etapa inicial en la formación de toda persona se produce en el hogar. Los valores se captan por primera vez en la infancia; se sigue el ejemplo de los mayores y se inician los hábitos que luego conformarán la conducta y afianzarán la personalidad.
Este período inicial de la vida determina el comportamiento moral; donde tendremos arraigadas, o no, las nociones del bien y del mal. Más tarde, la convivencia con los diversos ambientes con los que nos interrelacionemos como: la escuela primaria, las amistades, la enseñanza secundaria y superior, el trabajo, etc.; irán moldeando las actitudes individuales de cada persona.
Escuchar es una habilidad que mantiene a la pareja unida. Incluso en el fragor de una
discusión, cuando ambos están dominados por el asalto emocional, uno u otro –y a veces
los dos- pueden hacer el esfuerzo de escuchar más allá de la ira, y oír y responder el
gesto reparador del otro.
La forma más común de comunicación es el “chat” como una cosa que ellos aprecian y utilizan muchísimo.
Con el chateo, aparecen las formas de comunicación virtual. Y en ese sentido su forma
de expresión es muy ahorrativa y oculta lo que piensan los chicos. Ellos tiene
conocimiento como cualquier generación, pero su forma de expresión asume
características propias, que el adulto no entiende15 y en consecuencia genera el conflicto.
Un estudio realizado recientemente16, con el fin de demostrar el por qué de las
discusiones entre los padres y los adolescentes, entre 23 parejas de madres e hijas: se
comprobó que las riñas entre las madres y las niñas suelen darse cada dos días y.
Cuando los miembros de una familia aprenden a comunicarse identificando el: cómo, cuándo, dónde y en que tono hablarse; de tal forma que logran construir una relación positiva y sólida, han dado un paso vital, contribuyendo a que la familia cumpla con su misión al crear condiciones para que todos los involucrados se sientan: queridos, apoyados, tomados en cuenta y con posibilidades reales de ser mejores personas.
Resulta incomprensible para los padres los padres de adolescentes, el constatar que sus hijos prácticamente no hablan cuando están con ellos; pero cuando se comunican con sus amigos, sufren una verdadera transformación pues ya sea por teléfono o personalmente, hablan sin parar y el tiempo les resulta insuficiente para expresar todo lo que traen en mente.
Para aprender a comunicarse con efectividad dentro de la familia se requiere: tomar en cuenta las diferencias interpersonales, adecuar las formas de comunicación de acuerdo a personas, edades y circunstancias, emplear enfoques específicos para comunicarse con los hijos en sus diferentes etapas de desarrollo, principalmente en la edad adolescente, tener conciencia de los errores y fallas que pueden afectar negativamente el proceso, y saber aprovechar la comunicación como medio para transmitir valores y dar dirección y rumbo a la vida familiar.
Cuando los miembros de una familia aprenden a comunicarse identificando el: cómo, cuándo, dónde y en que tono hablarse; de tal forma que logran construir una relación positiva y sólida, están dando un paso vital, al crear condiciones para que todos los involucrados se sientan: queridos, apoyados, tomados en cuenta y con posibilidades reales de ser mejores personas. Es decir, que al facilitar la construcción de una relación positiva y sólida, están totalmente enfocados a lograr que la familia cumpla con su misión.
Cuando la comunicación pierde ese propósito, fácilmente se distorsiona y se enfoca a: molestar, castigar, maltratar o afectar, provocando un resultado destructivo que va a ser contraproducente para los involucrados, pues se va a revertir, y tarde o temprano los va a golpear, provocando que en vez de ser un factor de unión, se convierta en elemento de distanciamiento y deterioro de las relaciones familiares.
Tomar en cuenta los aspectos no verbales. No basta con escuchar las palabras, se requiere disposición y receptividad para poder captar todo lo que la pareja transmite con sus miradas, gestos y posturas. Tomando conciencia también de los propios gestos. Para lo cual se requiere un contacto visual continuo, asegurando que la expresión de la cara demuestre atención.
En el proyecto familiar, sus miembros, comenzando por los padres, deben analizar con qué cuentan y qué les hace falta, es decir, cuáles son sus fuerzas, cualidades, deficiencias y áreas de oportunidad, para que teniendo
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