Conceptos Del Psicoanalisis
Enviado por lauralisethp • 2 de Febrero de 2014 • 2.747 Palabras (11 Páginas) • 382 Visitas
El surgimiento de psicoanálisis. Conceptos
fundamentales.
Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg (Moravia), pocos años antes
que Darwin publicara su obra sobre el origen de las especies. Esta obra fue
considerada como una aberración durante mucho tiempo y como nos señala Kriz
(1985) el maestro de escuela Scopes fue llevado ante los tribunales por difundir
las teorías darwinianas de la evolución.
En esa época muchos de los “criterios científicos” eran mediatizados por
las diversas interpretaciones de la Biblia, así en algunos medios se interpretaban
las diferencias raciales sobre la base de los grados de degeneración que se habían
producido a partir del estado original de perfección. Todos los pueblos
descendían de Adán y Eva, pero unos habían degenerado más que otros. Los
blancos se encontrarían entre los más próximos a la situación original, no así los
negros que habrían degenerado más. Este planteamiento pretendía confirmarse en
pretendidas pruebas científicas extraídas de la aplicación de métodos
cuantitativos, como los trabajos de S.E. Morton que en 1850 publicó varios
volúmenes con mediciones y tablas de volúmenes de mediciones cerebrales. Kriz
(1985) nos dice:
“Para ello se basó en su completísima colección de cráneos, que midió
primero con granos de mostaza y luego con municiones. Desde el supuesto
general de la época, de que el volumen del cerebro era indicio del estado de
desarrollo o de las capacidades intelectuales innatas, pudo corroborar el
prejuicio de que los blancos se situaban en la cúspide de la jerarquía, los
amerindios hacia la mitad, y los negros, en el escalón inferior ( y, dentro de
los blancos, los teutones y anglosajones aparecían en lo alto, los judíos, en el
medio, y los hindúes, en la posición inferior)”.1
1 Jürgen Kriz. Corrientes fundamentales en psicoterapia. Amorrortu editores 1985, pag. 23.
2 Jürgen Kriz. Corrientes fundamentales en psicoterapia. Amorrortu editores 1985, pag 24
Siguiendo esta lógica también se formuló que las mujeres “eran un poco
más tontas que los hombres”, como formuló Broca en 1861. Un discípulo suyo
Gustave Le Bon, argumenta, nos señala Kriz:
“En las razas más inteligentes, como la de los parisinos, existe gran
cantidad de mujeres cuyo cerebro, por su tamaño, se aproxima más al del
gorila que al de los cerebros masculinos más desarrollados (... ) ellas
representan una de las formas inferiores del desarrollo de la humanidad”.2
Cuando Freud tenía ya 20 años prevalecían las teorías de Lombroso acerca
de la tendencia innata de los criminales, pudiendo ser diagnosticada sobre bases
anatómicas. Las teorías de este psiquiatra de Turín y sus discípulos prevalecieron
durante un tiempo, culminando en un trabajo que se llamó El hombre
delincuente, publicado en 1876.
La época en que Freud estudio medicina en Viena se puede decir que se
encontraba en un punto de transición de lo que había sido una “fe eclesiástica”
que había inundado todos los dominios de la ciencia a una fe en una imagen del
mundo determinista, mecanicista y materialista.
El siglo XIX estuvo dominado por la revolución científico-técnica, cuyo
progreso promovía una cosmovisión materialista, por eso se negaba la existencia
de todo lo que no se pudiera demostrar con métodos fisico-químicos, y en los
modelos explicativos y clasificatorios de enfermedades mentales se recurrirá al
esquema somatogenético con toda naturalidad. Las afecciones psíquicas se
consideraban casi exclusivamente enfermedades del encéfalo, la psiquiatría era
en lo esencial una neurología. Estas concepciones monocausales se vieron
reforzadas por algunos de los progresos de la medicina general; L. Pasteur (1822-
1895) introdujo la teoría de los gérmenes como agentes patógenos; en 1882 se
descubrió el bacilo de la tuberculosis por R. Koch, así como una pretendida
enfermedad mental, la parálisis general, era consecuencia de la sífilis, cuyo
agente, la spirochaeta pallida, se descubrió en 1905.
Carlos Castilla del Pino (1984) en el prólogo de la edición en castellano de
la biografía oficial de Freud, llevada a cabo por su amigo y discípulo E, Jones,
nos dice:
“Entrado el siglo XIX las pasiones son dejadas a un lado y la locura,
todo tipo de locura, es concebida como una enfermedad del cerebro,
Griessinger, uno de los más representativos e influyentes psiquiatras de
mediados del XIX, emite el siguiente aforismo: “las enfermedades mentales
son enfermedades del cerebro”, y la alteración de la personalidad trata de
ser detectada en las modificaciones patológicas de la sustancia cerebral.”3
3 E. Jones. (1). Freud. Salvat 1984, pag.13.
Pero desde determinados planteamientos filosóficos podríamos ver lo que
fueron los antecedentes del psicoanálisis. P. ej.: los filósofos S. Kierkegaard
(1813-1855), y F. Nietzsche (1844-1900), aún partiendo de posiciones distintas
compartían el hecho de la importancia de determinados sentimientos
subconscientes; también en los escritos de A. Shopenhauer (1788-1860) se
registran experiencias psicológicas de la vida cotidiana y observaciones
inconscientes, e incluso en su obra se hace mención de sueños, hipnosis,
compulsión de la repetición, deseo de muerte, represión, racionalización y un
buen número de términos que nos recuerdan de forma directa a la obra freudiana.
Incluso algunos escritores como Goethe (1749-1832) y Schiller (1821-1881)
describieron el influjo de factores sociales y psíquicos en la génesis de conflictos
y enfermedades mentales.
También podríamos encontrar entre los antecedentes de la obra freudiana
los trabajos del ilustre filósofo valenciano L. Vives (1493-1541), donde su
doctrina de la asociación de ideas y los temas relacionados con el olvido pueden
tener alguna relación con el inconsciente y la asociación libre psicoanalíticos.
Nos dice H. Carpintero(1994):
“Zillborg llegó a verle como el “ primer antecesor verdadero
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