Conductas Punibles
Enviado por johnpamplona • 23 de Julio de 2012 • 984 Palabras (4 Páginas) • 802 Visitas
EVIDENCIA PSICOLOGICA
Por otro lado, el comportamiento del delincuente constituye su "huella psicológica" a través de la cual puede ser perfectamente identificado, y de su conducta interesan especialmente al investigador dos aspectos: el modus operandi y la firma o sello personal.
MODUS OPERANDI
El modus operandi es generalmente entendido como los actos ejecutados por el delincuente para la comisión del delito y cuya característica común es su repetición en sucesivos hechos similares. La idea se basa en la tendencia del comportamiento humano a la adquisición de hábitos propios, fenómeno bien conocido y estudiado por la psicología. El modus operandi es una conducta aprendida, dinámica y maleable. Así, variará frecuentemente entre el primer delito y los siguientes, y su grado de evolución es un útil indicio acerca de la personalidad y circunstancias del delincuente.
FIRMA O SELLO PERSONAL
El otro aspecto importante en el estudio de la conducta del delincuente es la denominada " firma" o sello personal. La distinción con el modus operandi se fundamenta en que los actos ejecutados y que conforman éste son necesarios para llevar a cabo con éxito su acción. Por el contrario, los actos que configuran la firma son innecesarios desde el punto de vista práctico, van más allá de las acciones imprescindibles para cometer el crimen y son parte integral del comportamiento del sujeto, que se ve compelido a realizarlos con el fin de satisfacer ciertas necesidades de origen psicológico. En consecuencia, la identificación de estas necesidades así como de sus causas constituye un asunto de vital importancia para el investigador en orden a la futura elaboración del perfil psicológico del presunto autor de los hechos.
El análisis victimológico:
Con él se trata, en definitiva, de realizar una auténtica "autopsia psicológica" de la víctima a través de la que se intenta determinar algunas cuestiones de gran importancia para la investigación. Como veremos, las características de la víctima pueden ayudar a explicar los motivos del asesino y en consecuencia dar más detalles sobre su perfil.
El primer paso a seguir en el análisis victimológico es el desarrollo del perfil de la víctima. Ello supone confeccionar una completa biografía que incluya todos los datos necesarios para llegar a conocer a la persona tan bien, o incluso mejor que su propia familia. Así, se determinaran ciertas características físicas, sociológicas y psicológicas:
El nivel de riesgo. Este indicador revela algunos datos sobre el presunto asesino en cuanto a su modo de operar; y es uno de los signos más fiables para determinar también la importancia que la víctima tiene para su victimario. Este nivel de riesgo, referido a las probabilidades de ser elegida como víctima de este tipo de delincuentes, se clasifica en alto moderado y bajo.
La selección de la víctima es otro aspecto que conviene estudiar. ¿Fue elegida de forma premeditada o es una víctima de oportunidad? Para explicar esta discordancia se ha recurrido a dos argumentos: el primero, la prioridad que suelen otorgar a la seguridad los criminales durante la comisión del hecho; el segundo, la naturaleza de la exigencia que lo conduce a la violencia.
Con toda la información sobre la víctima obtenida hasta el momento, pueden tenerse suficientes elementos de juicio para determinar Ia importancia o significado simbólico que pudiera tener para el asesino.
Los actos ejercidos con la víctima (las lesiones, mutilaciones y agresiones sexuales sufridas) y las reacciones frente al cadáver
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