Creatividad Y Edicacion Artistica
Enviado por gatobdp • 9 de Enero de 2015 • 2.170 Palabras (9 Páginas) • 231 Visitas
Creatividad y educación artística
Entre las metas de la educación, encontramos que una de ellas es el desarrollo creativo. Sin embargo, podemos observar que existen pocos currículos o programas sistematizados, secuenciados y evaluables a través de los cuales los alumnos y alumnas puedan desarrollar su creatividad.
Para ello, no se necesita un salón de clases con un maestro especial para desarrollar la creatividad, ya que ésta se encuentra presente en todas las asignaturas, siempre que los profesores aprovechen la oportunidad para introducirla. Debemos recordar que la creatividad es una actitud hacia la vida, que debe ser promovida durante todo el tiempo en la escuela.
Los maestros y maestras, debemos crear un clima de seguridad psicológica para facilitar la expresión y la creatividad en un ambiente preparado; son ellos quienes acompañan al otro con una actitud respetuosa, responsable y comprometida en la aventura del proceso creativo. Los niños son por naturaleza más espontáneos y aventureros. Saben lo que quieren y se arriesgan, mientras que los adultos somos rígidos, temerosos, no siempre sabemos lo que queremos y copiamos lo establecido, lo convencional, lo que ya ha sido aceptado y reconocido por la sociedad.
En torno a la figura del educador artístico se plantean dos problemas muy característicos, que en una u otra medida han sido objeto de grandes debates.
Primeramente es necesario preguntarse acerca de sus condiciones. ¿En qué medida puede dirigir la tarea docente el profesor primario o, por el contrario, debe aquélla recaer en un artista profesional? No cabe duda que cuanto falta a uno sobra al otro. El artista profesional posee técnica y cultura artística, pero carece generalmente de las condiciones pedagógicas del maestro. Se puede dotar al educador de una formación artística suficiente para que pueda llevar a cabo con solvencia su tarea en la clase de arte; pero siempre, entre un artista mediano o malo, y un buen maestro dotado de intuición y sensibilidad suficientes para conocer el alma del niño y adivinar sus problemas.
El maestro o la maestra deben adoptar las siguientes posiciones:
1. El maestro debe dirigir totalmente la actividad artística del niño, actividad limitada a la copia de modelos realizados por los adultos.
2. El maestro debe dejar al niño que actúe libre, espontáneamente, sin influir su actividad ni mucho menos dirigirla.
3. El maestro debe adoptar una postura intermedia en las clases de arte: no coarta la libre expresión del niño, pero la estimula continuamente en forma adecuada y depura su gusto.
En cuanto a la creatividad, la educación desempeña un doble papel: puede cultivar o ahogar la creatividad y está en nosotros, el optar por una forma o por la otra.
Actualmente, las personas están conectadas constantemente a la televisión o a la radio, y reciben información en la escuela como receptores pasivos, y no como participantes activos. La creatividad es movimiento, de modo que la mayor parte del tiempo no se está desarrollando la creatividad.
Teresa M. Amabile, profesora en psicología de la Brandeis Unversity, ha investigado sobre los elementos que intervienen en el medio del trabajo para que surja la creatividad. De acuerdo con ella, podemos citar:
1. Motivación intrínseca, la cual se relaciona con un movimiento interno personal, una fuerza que viene de dentro del ser humano hacia afuera.
2. Motivación extrínseca, que tiene que ver con algo ,extremo, y a que se desea alcanzar una meta u objetivo.
El principio de la creatividad está constituido por las motivaciones intrínsecas. Las personas serán más creativas cuando se sientan motivadas por el interés, el gozo, la satisfacción, el reto que representa el trabajo mismo, y no por presiones externas.
Según esta misma autora, los estimulantes para desarrollar la creatividad en el ambiente de trabajo son:
• Libertad.
• Buen proyecto gerencial.
• Recursos.
• Motivación.
• Diversas característica organizacionales.
• Reconocimiento.
• Tiempo suficiente.
• Reto.
• Presión.
Para concluir, podemos decir que el aprendizaje consiste en una acción recíproca entre el aprendiz y su entorno. Ese entorno puede ejercer una influencia limitativa o promotora sobre el proceso creativo, cuya meta es el desarrollo de la personalidad de quien aprende.
Es necesario que un niño en desarrollo tenga la oportunidad de ejercitar también sus capacidades madurativas y de hacer realidad sus potenciales. No se trata, por consiguiente, de acelerar la vía evolutiva del niño, sino de proporcionarle seguridad en el manejo de esas capacidades y de reforzar la conciencia de su mismidad.
Sin el fomento de esa conciencia de mismidad y de la confianza en sí mismo podría ocurrir que el niño se acobardase frente al conocimiento, tuviera miedo de abordar problemas nuevos y se conformarse con lo que ya tiene. Este conformismo ofrece una seguridad aparente; pero es el mayor enemigo del descubrimiento, de la creación o del cambio de cualquier tipo; es decir, el conformismo impide crecimiento individual y específico.
La actitud creativa en educación persigue una relación vital entre las flexibles capacidades humanas y las incitaciones y necesidades de un mundo en cambio constante. Eso significa que los conocimientos y el saber de la cultura presente no deberían aprenderse mediante la repetición machacona de unos «hechos sagrados», ni mediante la acumulación afanosa de saberes, sino aprovechando el intercambio creativo a través de la investigación.
El aprendizaje creativo es un diálogo entre hechos y fantasía, entre lo real y lo posible, entre lo que es y lo que podría ser. Es un proceso en que escuchamos, aprendemos, pensamos, actuamos, creamos y cambiamos, en el que nos procuramos nuestra vida real y esperamos que nuestras capacidades potenciales nos permitan ser un compañero equivalente en nuestro futuro.
El dibujo infantil: importante forma de comunicación
Los dibujos no mienten, no engañan. Dicen parte de la verdad que reside dentro de los niños. Los dibujos no solo sirven para clasificar los dotes artísticos del niño, sino también para que los padres comprendan mejor qué es lo que preocupa, intranquiliza, o hace feliz a su hijo.
El dibujo no se enseña, sale de dentro del niño. Se puede estimular a un bebé de un año y medio, por ejemplo, dejándole que tenga contacto con algún lápiz. Conviene utilizar los de cera que tienen la punta redonda y son más gorditos. A esta edad, muchos niños ya podrán sujetar un lápiz y hacer sus primeros garabatos. La orientación sí es importante en esta etapa más que nada para que el niño no salga pintando
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