Cuando una mujer realmente quiere a un hombre
Enviado por leen112233 • 15 de Marzo de 2015 • Informe • 346 Palabras (2 Páginas) • 187 Visitas
Cuando una mujer realmente quiere a un hombre
En el pasar de los años uno tiene varios contactos con las mujeres, de menor o mayor intensidad. Algunas son amigas, otras conocidas, otras rompen el límite de la amistad para convertirse en otra cosa, incluso novias… pero muchas veces nos pasan por la cabeza muchas preguntas, entre ellas la típica “¿cómo se yo que una niña está interesada realmente en mí?”.
Y es que aquí entre nos, dejándonos de tanta superficialidad, cuando uno está enamorado de una mujer, lo puede tratar a uno como si fuera el trapo con el que limpian la tasa del baño de colegio, y uno esta ahí como una real gónada pensando y suspirando ” ohh, no hay duda, me quiere”.
Y no.
Lo que pasa es que las mujeres acuden a lo que ellas llaman “señales”, muy imperceptibles, y a nosotros, como nunca en ningún lado nos dieron ese manual de traducción de señales, ni en el colegio nos dieron entre las materias “simbología venusina”, entonces se nos pasan de largo, porque en definitiva somos muy básicos. Si no nos dicen “te quiero”, rara vez nos enteramos. Pero nos enteraríamos más, si supiéramos identificar las “señales”. Intentare numerar algunas de ellas:
1. Siempre quieren estar contigo. Muy simple. Puede tener almuerzo con la familia, puede estar cumpliendo años la tía, puede tener examen final de mecatrónica cuántica, quieren estar contigo. Si tienen alguna salida ineludible, y realmente quieren estar con uno, sale una poderosa frase que dice : “pero si quieres, me acompañas!” con una entonación esperanzadora. Si tiene que estudiar tenazmente para un examen o tiene que hacer un trabajo, sale la frase: “ven y me ayudas” , aunque no tengas ni idea del tema, porque lo que les interesa es estar contigo.
2. Les encanta tocarte Cuando hay un interés real, te agarran la mano, te abrazan, te empujan, te agarran el pelo, te agarran las mejillas… te agarran! Te quieren agarrar literalmente. Sienten la necesidad de tocarte, no importa la excusa. Cuando no te dan la mano ni para ayudarlas a subir el bus, es grave.
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