¿CÓMO PREPARAR A LOS HIJOS PARA AFRONTAR EL PELIGRO?

¿CÓMO PREPARAR A LOS HIJOS

 PARA AFRONTAR EL PELIGRO?


En la formación de los hijos,
Están importante el amor con disciplina ,
Como la disciplina con amor.

Nuestra sociedad esta muy influenciada por el consumismo y la apatía por el otro, estamos viviendo en medio de un ambiente que hemos creado, tal vez un ambiente artificial, lleno de envidias y egoísmos; ese es el aire que están respirando los jóvenes de hoy, y, aunque tal vez, no son conscientes del mal que se estan haciendo, se dejan llevar por esta atmósfera que arrastra y seduce a nuestros jóvenes, es por esto que empezamos a presupuestar en los afanes y el activismo de nuestra vida, la manera más fácil de prevenirlos de los peligros, y todas esas circunstancias que amenazan con nuestra estabilidad familiar y social.

La drogadicción, el satanismo, la prostitución, el robo, y toda clase de comportamientos que no responden al buen curso de la conducta, son las preocupaciones que se desatan  en este momento en los padres de hoy, de aquí surge el interrogante ¿Cómo preparar a los hijos para afrontar el peligro?, pero será que todos los padres se preocupan por  prevenir?

Considero que el documento, posee elementos importantes para la formación del niño y del joven; pienso que antes de prevenir a los jóvenes sobre los peligros que les acechan, debemos hacer un diagnostico del medio en el que se encuentra, ya que de éste depende el desarrollo sicosocial del joven, y de la manera de cómo está él para enfrentarse a los peligros; por qué el diagnóstico, bien sabemos que la etapa más compleja del hombre es la adolescencia, dado que, esta edad es un despertar a la realidad en que vive, en este momento el joven quiere ser independiente y tomar sus propias decisiones, sin importar si son buenas o malas, lo primordial es que son sus decisiones.

Para el niño es normal que sus padres influyan en su vida, esto son seguridades, que le hacen sentir protegido, para los jóvenes está seguridad pierde importancia y aparece el conflicto de la independencia, ellos buscan al manera de salirse del yugo paterno y se refugia en los amigos, cayendo, sin saberlo tal vez, en otro lazo de dependencia.

Algunos jóvenes cegados por los conflictos, sus temores, debilidades y carencia de afecto, entre otras causales, encuentran la salida en la agresividad o peor aún en las conductas negativas que mencione en párrafos anteriores, soy consciente que estoy afirmando una realidad que no es propia de todos, pero que si estoy seguro que la gran mayoría son víctimas. Nuestra condición humana no nos hace invulnerables a la hora de enfrentar  la propia realidad, por esta razón es nuestra tarea como padres  y educadores, crear estrategias que nos permitan mejorar la calidad de vida de los jóvenes.

Creo que una de las maneras de preparar y prevenir a los jóvenes contra los peligros a los que se exponen diariamente, es el amor, el afecto incondicional de una familia, que lo apoye en el momento de los triunfos y de las derrotas, es el calor de hogar el que fundamenta toda formación, tenemos el vivo ejemplo, niños abandonados, maltratados y explotados, rechazados por una sociedad que los obligan a llenarse de resentimientos y poco a poco los va convirtiendo en los delincuentes del mañana.

Realmente es importante toda formación y cuidado que se pueda dar en la familia; lo cual  es una de las tareas más dificiles, ya que no se aprende en libros, sino desde la propia experiencia, y que de ella depende el camino que sigan los hijos. Con respecto a la instrucción de los hijos acerca de las drogas, considero que es un aspecto que debe ser tratado con mucha delicadeza, aunque el texto expresa como y en que momento se podría hacer la prevención, sino tenemos la suficiente precaución, podemos crear en los jóvenes una curiosidad que lo lleve a  “caer en tentación”.

Como conclusión del texto, diría: que en la formación de los hijos, están importante el amor con disciplina ,como la disciplina con amor; dado que es tan perjudicial, el que actuemos desde los extremos, debemos buscar el equilibrio, por ejemplo, no sobre proteger   o  ser tan permisivos. El amor familiar debe ser el arma o  la herramienta más empleada dentro de la protección de los hijos, ya que el amor nos conduce a la corrección cuando se esta mal y a la valoración y reconocimiento cuando se actúa bien.

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