DESARROLLO LIBIDINAL

UNIVERSIDAD NACIONAL DE FORMOSA – FACULTAD DE HUMANIDADES – CARRERA DE PSICOPEDAGOGÍA CÁTEDRA: PSICOLOGÍA GENERAL – COMISIONES A Y B

DESARROLLO LIBIDINAL

La investigación Psicoanalítica ha posibilitado el conocimiento de la existencia de determinadas fases evolutivas de la libido infantil, cuyas manifestaciones sexuales van variando y transformándose cronológicamente, en un orden típico.

Entendemos la Libido como una energía dinámica, cuantitativamente variable que puede considerarse como medida de todos los procesos y modificaciones que sufre la pulsión sexual, la palabra libido equivaldría a deseo, ansia, apetito (la libido es para la pulsión sexual lo que el hambre es para el instinto de nutrición), todas las pulsiones, entre las que se incluye la sexual, tienen manifestaciones tanto psíquicas como físicas, el concepto de libido estada referido a las primeras.

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No es posible entender la libido sin que sea exclusivamente en conexión con el deseo y el placer sexual.

Cada una de las fases que van configurando el desarrollo libidinal, son llamadas organizaciones pregenitales dado que, no se ha alcanzado aún la predominancia de los órganos genitales ni la subordinación a la función de la procreación.

El sexo no es, como se creía, patrimonio de la pubertad, sino que se va dando a través de  un desarrollo progresivo, que comienza en los mismos principios de la vida.

Estas manifestaciones surgen de una apoyatura orgánica relacionada con importantes funciones vitales (alimento, expulsión y control de esfínteres), el concepto de apoyatura designa la estrecha relación existente entre pulsiones sexuales y las de autoconservación,  las sexuales se apoyan en un primer momento sobre las funciones orgánicas para lograr su independencia posteriormente.

La palabra fase o etapa encierra en su significado que no hay permanencia en la misma, sino que a través de un proceso de maduración se ira pasando de un área a otra de mayor importancia, que haría surgir sensaciones eróticas que iniciarían una nueva fase.

El Psicoanálisis reconoce, en la evolución libidinal las etapas, oral, anal, fálica un periodo de latencia, para alcanzar luego la genitalidad adulta.

Por otra parte, haremos mención del término fijación, unido al de regresión. Se entiende por fijación de la libido al proceso por medio del cual una determinada forma de satisfacción permanece ligada a la estructura característica de una fase evolutiva que normalmente ya debería haberse superado dado una determinada edad cronológica. Estas fijaciones pueden estar originadas por gratificaciones muy prolongadas y marcadas en ciertas etapa, como por frustraciones tempranas y bruscas. La fijación abre, además, el camino hacia una regresión o sea, al retorno, en sentido inverso, a partir de un punto ya alcanzado, hasta otro alcanzado anteriormente.

FASE ORAL:

             La fase oral primaria o de succión comienza a desarrollarse después del nacimiento y se extiende hasta aproximadamente el final del sexto mes, cuando tiene cabida el pasaje al período oral secundario o canibalístico, que está condicionado por la aparición de los dientes.

              Al referirnos a esta etapa se debe abarcar dentro de su zona erógena, no solo la boca y sus adyacencias, sino también incluir el estómago. La obtención de placer en el bebé está ligada en un primer momento a la alimentación. La madre cuando conforta y alimenta da placer y aleja momentáneamente las tensiones libidinales, así el bebé tiende a necesitar cada vez mas a su madre.  El chupeteo en la lactancia tiene como finalidad la absorción del alimento y la eliminación del estímulo en su fuente instintiva, combinando este acto con el frotamiento de otras regiones corporales dotadas de gran sensibilidad (espalda, genitales, oreja, pecho, etc.), con la mirada y palabras de la madre, así el niño queda absorbido por esta actividad. Aparece así el descubrimiento de otros órganos como fuente de placer.

              La excitación oral y su consecuente satisfacción por medio del chupeteo no es la única actividad sexual que vive el lactante, hay supremacía de lo oral en esta etapa pero no es excluyente del placer que también obtiene de orígenes táctiles, térmicos, anales, olorosos, etc., presentándose así una correlación entre las distintas fuentes de placer.

              El factor primordial de esta experiencia será la asociación que se establece inmediatamente entre la huella mnémica de la percepción del alimento que satisfizo la necesidad y la huella mnémica de la excitación que la origino.

              A esta etapa se la describe como pre ambivalente, ya que no hay una diferenciación entre yo, no yo y mundo externo, pero sí entre objeto bueno y objeto malo, cuando la madre da placer, es un objeto bueno y cuando lo frustra o no complace totalmente las necesidades propias de la voracidad infantil, es malo.

              La pérdida del pecho y de esa situación de simbiosis entre la madre y el niño, hará que este descubra la gratificación necesaria sobre su mismo cuerpo (autoerotismo), entendemos por simbiosis la falta de límites en la discriminación entre niño y madre, el autoerotismo alude a la forma de satisfacción en estos primeros meses de vida, donde la gratificación  se obtiene en su propio cuerpo, el niño va conociendo su cuerpo por regiones aisladas que más tarde logra integrar.

              El pasaje de la fase oral de succión a la oral sádica vendría a consolidarse con el surgimiento de los dientes, la preparación y desarrollo muscular del estómago y el cambio de la alimentación líquida a la sólida. El niño necesita ahora de un objeto del mundo externo con el cual gratificarse, lo que es logrado con el acto de masticar y devorar, siendo esta la actividad sexual en esta época, trata de llevar a la boca todos los objetos que están a su alcance para intentar masticarlos y tragarlos.

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