DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO
Enviado por kikina1969 • 3 de Agosto de 2014 • 377 Palabras (2 Páginas) • 218 Visitas
1. EL DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO
El desarrollo psíquico, que empieza al nacer concluye en la edad adulta, consiste en una marcha hacia el equilibrio, igual que el desarrollo físico. El desarrollo significa entonces el paso perpetuo de un estado menor de equilibrio a uno superior. Desde el punto de vista afectivo, social o de la inteligencia, es fácil observar este desarrollo comparando un adulto a un niño. Sin embargo, hay una diferencia entre el desarrollo físico y el desarrollo psíquico de las funciones superiores: el primero alcanza un equilibrio estático a partir del cual luego se produce una regresión; en el desarrollo psíquico en cambio se alcanza un equilibrio dinámico: todo equilibrio lleva a un nuevo desequilibrio que se resolverá en un equilibrio superior, con lo cual no hay teóricamente un proceso de regresión. Al estudiar este proceso de equilibración, debemos tener en cuenta dos cosas importantes: estructuras y funciones. Así, es preciso oponer desde el principio las estructuras variables, las que definen las formas o estados sucesivos de equilibrio, y un determinado funcionamiento constante que asegura el paso de cualquier estado al nivel siguiente. Así, las estructuras son variables, y las funciones constantes.
Así por ejemplo a todos los niveles siempre el hombre trata de buscar explicaciones (funciones constantes, invariables, llamadas invariantes), pero lo que distingue un nivel de otro es el tipo de explicación desarrollada (construidas a partir de estructuras variables). Las estructuras variables son formas de organización mental referidas a lo intelectual y a lo afectivo, así como a lo individual y a lo social. Los seis periodos antes indicados corresponden a seis estructuras diferentes que van construyéndose una sobre la base de la anterior, alcanzando siempre niveles de equilibrio cada vez superiores y más estables.
En todos esos periodos hay características comunes, invariables, que son las invariantes. Por ejemplo siempre toda acción o conducta responde a una necesidad, que es la manifestación de un desequilibrio (el hambre hace que busquemos alimento). Toda necesidad tiende siempre hacia dos objetivos: 1) ajustar el mundo a las estructuras propias ya construidas (asimilación), y 2) reajustar estas estructuras en función de los cambios externos (acomodación). Llamaremos adaptación al equilibrio entre ambos procesos de asimilación y acomodación. Así, el desarrollo psíquico va adaptándose cada vez mejor a la realidad.
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