Daños Psicológicos Desarrollados En El Cuidador Principal Informal De Un Enfermo De Alzheimer
Enviado por SarayAngel • 21 de Agosto de 2013 • 1.963 Palabras (8 Páginas) • 416 Visitas
RESUMEN
El Alzheimer es la demencia más conocida pero también está excluida de asistencia en residencias por lo que la familia es el sustento para las personas con esta enfermedad. El cuidador principal informal es el que recibe el mayor impacto negativo de la enfermedad debido a las tareas que deben realizar, el tiempo brindado al cuidado y la responsabilidad para solventar los gastos. Todo esto genera niveles de estrés elevados en el cuidador que, con el paso del tiempo, causará daños como enfermedades psicosomáticas, emociones contradictorias, ansiedad y depresión. Debido al impacto que tendrá que sobrellevar el cuidador se hace necesaria la intervención oportuna para evitar que las enfermedades empeoren hasta llevarlo a la muerte o que él mismo decida terminar con su vida.
INTRODUCCIÓN
Con el incremento de la esperanza de vida sumado con un drástico descenso en la natalidad (Celdrán, Triado, & Villar, 2009), la población adulta va en aumento y con ello, las enfermedades que aparecen con la edad, por ejemplo, las enfermedades demenciales degenerativas, las cuales ocupan el tercer lugar entre las enfermedades de mayor costo económico e impacto social y psicológico, tan sólo superadas por el cáncer y las enfermedades cardiacas (Gallardo, Barón & Cruz, 2012).
Una demencia es una alteración de diferentes capacidades cognitivas que afectan las relaciones interpersonales, los deberes laborales y el cuidado personal; en la cual se presentan síntomas como deterioro mnésico, afasia, apraxia, agnosia y alteraciones en las funciones ejecutivas (Domínguez, 2012). La demencia de tipo Alzheimer es la más conocida (Janssen-Cilag S.A., s.f.).
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, progresiva e irreversible, la cual se caracteriza por un deterioro de las funciones cognitivas, patológicamente se presentan ovillos neurofibrilares y placas neuríticas o seniles (Domínguez, 2012; Sociedad de Alzheimer, s.f.).
Quienes sufren de esta enfermedad son incapaces de pensar, recordar, entender, tomar decisiones, cuidarse a sí mismos, comunicarse con los demás, realizar actividades de la vida diaria; se vuelven poco expresivos y retraídos, pronto pierden la capacidad de controlar sus emociones (Sociedad de Alzheimer, s.f.).
Estudios realizados por Alzheimer’s Disease International (2009) indican que en el año 2030 habrá aproximadamente 65.7 millones de personas con demencia tipo Alzheimer y alcanzará los 115.4 millones en el 2050.
La demencia de tipo Alzheimer y otras están excluidas de asistencia en residencias o se les niega el acceso a instalaciones hospitalarias, por lo cual la familia es el sustento para las personas con esta enfermedad.
Gallardo, Barón y Cruz (2012) mencionan que el cuidador de una persona con enfermedad de Alzheimer (EA) es un familiar adulto que asume la responsabilidad del cuidado de su ser querido sin tener ninguna capacitación ni ser remunerado por su trabajo, es a lo que se le conoce como el cuidador principal informal (CPI). Entre las labores que el CPI debe asumir están realizar los trabajos domésticos, los cuidados físicos, personales y sanitarios del enfermo (Vargas, 2012); tomar decisiones acerca de la salud de este último, planificar y estar pendiente en todo momento de él, además de prever las necesidades que pudieran surgir y proveer de los recursos necesarios para el bienestar de su familiar (Osorio, 2011).
Los CPI son los que reciben el mayor impacto negativo de la enfermedad, ya que están sometidos a pasar bastantes horas al cuidado del enfermo, deben solventar todos los gastos que conlleva la EA y cumplir con sus obligaciones personales (Gallardo, et ál, 2012).
Siendo el CPI quien asume la responsabilidad del familiar con EA, ¿cuáles son los daños psicológicos que desarrollan los CPI de un enfermo de Alzheimer?
El objetivo del presente ensayo es identificar los daños psicológicos que desarrollan los CPI de un familiar con EA.
Evolución de la enfermedad de Alzheimer
La evolución de la enfermedad de Alzheimer requiere de mayor atención y cuidado de la familia del enfermo pero especialmente del CPI (Moreno, 2008). En el momento en que este último asume ser el cuidador no es muy consciente de las responsabilidades que conlleva el progreso de la enfermedad, del tiempo que le va a tomar ni de los recursos económicos que necesitará; además tendrá que sobrellevar la monotonía, el aislamiento y la falta de apoyo tanto por parte de la familia como de la sociedad (Vargas, 2012). Por ello, el cuidado de una persona con EA es considerada como una situación estresante en la cual hay una sobrecarga tanto física como psicológica (Osorio, 2011).
Emociones negativas y enfermedades psicosomáticas
A partir del diagnóstico de la EA ocurre una inversión de roles (Celdrán, et ál, 2009), por lo que el CPI experimenta diferentes emociones que pueden afectar su estilo de vida.
Emocionalmente el CPI se vuelve irritable, agresivo, con una actitud defensiva y se aísla al sentirse incomprendido; habrá momentos en los que se sienta desesperado al no saber cómo cuidar de su familiar correctamente, culpable por no saber si al tomar decisiones afecte los sentimientos del enfermo, triste al observar cómo la salud del individuo con EA se va deteriorando e impotente por no proporcionar los recursos y atención que el enfermo requiere (Moreno, 2008; Conde, 2006).
Aparece el miedo o confusión debido a la falta de conocimientos de la enfermedad o al saber que el paciente va empeorando día a día dirigiéndose al final de su vida (Gallardo, et ál, 2012).
Al experimentar estas emociones hay una necesidad de liberarlas, por lo que muchas veces se realiza esto con agresión que normalmente recae en el receptor de los cuidados, reflejándose en forma de abandono, descuido o cuidado inapropiado, apropiación de los bienes del enfermo, etc., (Moreno, 2008).
De acuerdo a Muñoz-Cruzado (2007) los niveles de estrés ocasionados por el cuidado provocan que el CPI desarrolle enfermedades psicosomáticas, siendo las más comunes las correspondientes a patologías cardiovasculares como arritmia, taquicardia, insuficiencia coronaria, hipertensión arterial; las alteraciones respiratorias como el asma, síndromes de hiperventilación; las afecciones al sistema digestivo presentándose como úlceras, estreñimiento y diarreas frecuentes, hemorroides, náuseas y vómitos recurrentes, y del sistema endocrino, desarrollándose diabetes e hipertiroidismo.
Además de lo ya mencionado, el sistema locomotor también se ve afectado por artritis reumatoide, calambres y artrosis; el sistema dérmico por eccema, prurito, alergia cutánea. El sistema inmunitario vulnerado hace a la persona
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