De La Integración Educativa A La Inclusión

A lo largo de la historia el mayor reto del sistema educativo ha sido incrementar su nivel de calidad, erróneamente se ha creído, que debe estar centrada en la obtención de resultados medibles y en un enfoque homogeizador, sin darnos cuenta que limita gravemente tanto el acceso, la permanencia y los logros de aprendizaje de un alto porcentaje de alumnos.

La diversidad de alumnos, contextos escolares y docentes es la norma; la homogeneidad es la excepción. Pese a ello, en la gestión de las políticas públicas, parece más bien que los procesos educativos se orientan hacia poblaciones y alumnos que tienen un sustrato económico, social, cultural y étnico común.

Sin caer en el idealismo, que tal una educación que pone en el centro de su acción la búsqueda de respuestas educativas eficaces, adecuadas a la diversidad de circunstancias y características personales de sus estudiantes.

Una educación, en donde se asegure el acceso, la participación y el aprendizaje de todos, con especial atención en aquellos más vulnerables o que, en razón de sus diferencias, se encuentran en riesgo de discriminación, exclusión y fracaso escolar, pues bien, ésta esa la educación de calidad puede llevarse a cabo a través de la inclusión Educativa.

“…la inclusión representa un impulso fundamental para avanzar hacia una educación de mejor calidad para todos, por lo que ha de concebirse como una política pública de carácter transversal que pone en el centro la atención a la diversidad, constituyéndose en el eje articulador de los distintos programas y acciones dirigidas a los grupos vulnerables, que son los que están en mayor riesgo de exclusión y de fracaso escolar.” (Murillo y Duk,2009, p.10)

Para que dicha inclusión se lleve a cabo supone grandes cambios en la política educativa, en la actitud de la sociedad e implica un importante desafío para las escuelas, las aulas y los centros de formación de docentes que ofrezcan las condiciones una respuesta pertinente a la diversidad.

No obstante, debe reconocerse que todo cambio es gradual y que las acciones concretas se insertan en la práctica cotidiana, en donde todavía hay mucho por hacer.

En esta diversidad se encuentran los alumnos que presentan necesidades educativas especiales y que se atendieron durante muchos años excluyéndolos de la escuela regular, en intentos por mejorar su calidad de vida a través del enfoque de integración Educativa.

La inclusión, dice Rosa Blanco de la OREALC “es un paso más allá de la integración escolar, ya que ésta incorpora excluidos al sistema educativo sin adecuarlo; contrario a la inclusión, que adapta los sistemas de enseñanza para dar respuesta a las necesidades de las poblaciones e individuos.” (citado por Guajardo,2009 p.17)

Y estoy totalmente de acuerdo con Pérez Galán cuando menciona “la inclusión haría innecesaria la integración

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