Desarrollo De Personas
Enviado por teresapepe • 6 de Marzo de 2013 • 13.975 Palabras (56 Páginas) • 370 Visitas
La flexibilización progresiva de la organización del trabajo y del comportamiento humano en las organizaciones
Introducción
La organización, y ello es obvio, no ha sido siempre como hoy la concebimos, su complejidad, su orientación a los servicios, así como su adaptabilidad, dista mucho de lo que en su inicio se llegó a considerar. No obstante, su capacidad para generar riqueza, satisfacción y niveles crecientes de calidad de vida, tanto para sí misma como para aquéllos que la conforman, ha sido siempre una constante en su proceso de evolución.
En este capítulo, abordaremos los procesos de transformación que se han producido en las organizaciones, así como sus consecuencias en la organización del trabajo y en el comportamiento de las personas en la empresa, y no sólo desde el punto de vista de las fuentes teóricas de los modelos clásicos y contemporáneos de las Teorías de la Organización y la Gestión, sino también abordando los objetivos y las cuestiones que queremos estudiar en la presente investigación.
Si bien es cierto que la evolución del pensamiento organizativo nos permite estudiar el conjunto de transformaciones que ha sufrido la organización, también es importante delimitar las cuestiones que explican por qué han ocurrido dichas transformaciones, cuáles han sido las causas y cuáles son las consecuencias tanto para la organización como para las personas que la integran. Lo que permitirá, en alguna forma, que la Dirección esté preparada para tomar decisiones que contemplen su impacto en el futuro y, en consecuencia, posicionarse mejor para competir con éxito.
En este sentido, el objetivo que nos proponemos con este capítulo es analizar la flexibilización de los procesos de trabajo y del comportamiento organizacional como un proceso progresivo que, en mayor o menor grado, siempre ha estado presente en las organizaciones. Como veremos, lo novedoso en este proceso no es el hecho en sí de la flexibilización, sino el modo en que se ha venido desarrollando para responder, en cada momento o etapa histórica, a las demandas crecientes del entorno.
Bajo esta lógica, la flexibilización la entendemos como ese conjunto de transformaciones que se han ido sucediendo en la organización como respuesta a los cambios que se originan en el entorno. Es decir, el conjunto de medios que se han empleado para mejorar la eficiencia organizacional y su capacidad de adaptación a las variaciones ambientales.
Sin embargo, somos conscientes que la realidad organizacional es sumamente compleja y como consecuencia difícil de aprehender en todas sus dimensiones desde un único marco teórico o desde un único paradigma. Cada teoría centra su interés en aspectos y facetas diferentes de ese complejo entramado y cada disciplina lo orienta dependiendo de la epistemología de la que parte. La dificultad para tener una perspectiva comprensiva y holística de la realidad organizacional que pretendemos analizar se hace mayor en la medida en que son más númerosos los cambios y transformaciones a los que se ve sometida en la actualidad.
Desde la perspectiva psicosocial en la que se encuadra esta investigación, debemos acordar una taxonomía que englobe los desarrollos teóricos del pensamiento organizacional con el fin de que nos facilite el análisis que pretendemos realizar. Son muchos los esfuerzos que se han dirigido a identificar estas categorías y como consecuencia los criterios de categorización han sido muy diversos. Entre otros pueden citarse a los siguientes: Roberts, Hullin y Ruseau (1978); Astley y Van de Ven (1981); Pfeffer (1982); Scheneider (1985); Scott (1987); Morgan (1990) y Rodríguez (1992)
El marco de análisis que vamos a utilizar para estudiar los procesos de flexibilización en las organizaciones corresponde a la taxonomía que retoma Rodríguez (1992), aunque sin descartar recurrir en algún momento de la exposición a otros de los citados.
Los desarrollos teóricos que propugnan un nuevo modelo de organización se apoyan en los supuestos que caracterizan una nueva etapa en la que se encuentra la sociedad y, en particular, las organizaciones: la era postindustrial, lo que supone, como es obvio, una ruptura radical con el pasado. En esta etapa son numerosos los factores que se presentan como aspectos novedosos para estudiar el comportamiento organizacional. Entre estos se destacan la flexibiiidad en la empresa, la diversificación de los mercados, los avances técnicos, las nuevas formas de organización del trabajo, la actitud consensual y cooperadora de los trabajadores, así como los nuevos perfiles o competencias profesionales.
En este contexto, el paradigma de la flexibilidad como estrategia para estudiar el comportamiento de la organización se vislumbra como un movimiento de amplios horizontes e integrador por dos razones. Por un lado, porque se apoya en las fuentes teóricas de los modelos clásicos y contemporáneos de las teorías de las Organizaciones y de la Gestión. Y por otro, porque recoge y fusiona aportaciones desde las diferentes disciplinas hasta integrarlas en un conjunto cohesionado y equilibrado de prácticas de gestión.
Así, para abordar los objetivos que nos proponemos con el desarrollo de este capítulo, en primer lugar revisaremos los procesos de flexibilización que han ocurrido en la organización del trabajo y en el comportamiento humano de las organizaciones, siguiendo los desarrollos teóricos del pensamiento organizativo, para posteriormente, analizar los factores que han impulsado la transformación de la organización y gestión del trabajo en la empresa con relación a la flexibilidad, así como las implicaciones que dicho proceso ha comportado tanto para la organización como para los trabajadores.
1. Los modelos de organización y sus principales aportaciones teóricas en relación a la flexibilidad
Siguiendo a Rodríguez (Op. cit., pág. 102), el pensamiento y los enfoques teóricos de las organizaciones a lo largo del siglo XX se concentran en tres sistemas fundamentales. Siguiendo un orden de aparición cronológico son el racional, el natural y el sistema abierto. La primera de estas perspectivas, la racional, engloba aquellos fundamentos teóricos que ponen especial énfasis en el carácter más formal, observable y predecible de las organizaciones. Las peculiaridades que diferencian a las organizaciones de otras asociaciones son, fundamentalmente, su orientación a la consecución de metas y su alto grado de formalización.
Bajo el sistema natural se reúnen las teorías que conciben la organización como un sistema con capacidad propia de supervivencia. Se trata de teorías que ponen un énfasis especial en la estructura informal del sistema, así como en las culturas y subculturas desarrolladas en el mismo.
La tercera de estas perspectivas,
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