Desarrolo De La Psicologia
Enviado por jesus102012 • 4 de Septiembre de 2012 • 8.566 Palabras (35 Páginas) • 291 Visitas
Es necesario considerar que cuando un niño/a o adolescentes es víctima de cualquier delito de abuso sexual, no solo deben resguardase todos los derechos inherentes a cualquier
persona, sino además, deberá ponerse en práctica el “plus de derecho”, que contiene principios rectores que deben observarse. Ellos son:
Interés superior del niño: ésta garantía está vinculada a la máxima satisfacción, integral y simultanea de “todos” y “cada uno” de los derechos reconocidos a niños/as y adolescentes a través del sistema legal vigente, procurando la menor restricción posible de los mismos.
Garantía de prioridad absoluta: esta garantía está relacionada con el derecho de preferencia que posee el niño/a o adolescente en la atención integral proporcionada por los servicios públicos. A su vez, debe garantizarse que la problemática de los niños/as o adolescentes sea considerada en forma prioritaria en la formulación y ejecución de las políticas publicas.
Derecho a opinar y a ser oído: implica no solo la posibilidad de que el niño/a o adolescente opine libremente en todos los asuntos que le conciernen y en aquellos que tiene interés, sino también, que dicha opinión sea debidamente tenida en cuenta, considerando su madurez y desarrollo. En éste sentido y tratándose de situaciones de ASIJ se destaca que en el Ámbito de Salud de la CABA, el Decreto Reglamentario Nº 2316/GCBA/03 modificatorio del Art. 4 Inc. h) de la Ley Básica de Salud presume, que “…todo/a niño/a o adolescente que requiere atención en un servicio de salud está en condiciones de formarse un juicio propio y tiene suficiente razón y madurez para ello, en especial tratándose del ejercicio de derechos personalísimos…”;
Derecho a ser respetado, a la integridad, a la dignidad, a la intimidad y a la privacidad: referido principalmente a la obligación de brindar a niños/as y adolescentes la comprensión necesaria, el protagonismo activo en el goce y ejercicio de sus derechos, el respeto por la autonomía de sus valores, ideas y creencias, su integridad biopsicosocial y a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida personal o familiar.
Tomando en consideración estas premisas, los efectores de salud que aborden situaciones de abusos sexuales en población infanto-juvenil deberán considerar que el objetivo primordial es velar por la “Salud Integral del Niño/a o Adolescente” victima de estos delitos. Por tanto, sus acciones deberán estar dirigidas hacia la atención de la salud de éstos promoviendo su recuperación, delegando, en la medida de lo posible, aquellas cuestiones que hacen a la denuncia e investigación de la comisión del delito en el organismo administrativo de protección de derechos local, por tratarse de cuestiones de naturaleza jurisdiccional, que escapan al ámbito de competencia de la política pública en materia de salud.
En tal sentido, las comunicaciones y denuncias legales que los profesionales de la salud consideren necesario realizar ante situaciones de ASIJ, deberán cumplimentarse conforme a lo establecido en el Dictamen emanado por la Asesoría Gral. Adjunta de Menores e Incapaces de la Ciudad de Bs. As, que obra en Resolución N° 1956-SSSS-06 del Ministerio de Salud del GCBA (BO N° 2562).
ABORDAJE INICIAL DEL EQUIPO DE SALUD EN SITUACIONES DE ABUSO SEXUAL INFANTO-JUVENIL
Cada caso de abuso sexual es singular, como así también su abordaje y las estrategias para el diagnóstico y el tratamiento.
Podemos encontrarnos con situaciones vinculadas a la demanda de asistencia frente a la sospecha que plantea el adulto acompañante del niño/a ó adolescente.
En otras oportunidades los mismos profesionales pueden observan en la atención de los niños/as y/o adolescentes, indicadores específicos o inespecíficos compatibles con posible abuso sexual. O escuchar directamente el relato que el niño/a o adolescente hace del abuso del cual fuera víctima.
En este sentido al/la niño/a se le plantea entonces una disyuntiva de difícil resolución: a) no hablar del hecho o
b) brindar su relato sobre lo acontecido y consecuentemente exponerse a la posible ruptura de los lazos familiares, a la falta de credibilidad de las personas a quienes relate la situación, y a posibles represalias.
1) PROCEDIMIENTO DEL EQUIPO DE SALUD MENTAL:
ENTREVISTAS:
Los/as entrevistadores/ras deben tener aptitudes y entrenamiento para sostener un dialogo que permita un intercambio rico en contenidos y lo mas esclarecedor posible, respetando los derechos y necesidades del niño/a o adolescente.
Debe recordarse que el niño/a o adolescente puede presentarse espontáneamente solo o acompañado de un referente adulto. En el caso de que el niño/a o adolescente se presente solo a la consulta, el profesional efectuará la entrevista de rigor y deberá valorar si el niño/a -conforme a su edad y desarrollo evolutivo- se encuentra en condiciones de formarse un juicio propio y tiene suficiente razón y madurez para ello.
Si el niño/a viene acompañado por un adulto referente, el profesional realizará la entrevista con el adulto y en lo inmediato entrevistará al niño/a, en lo posible a solas, debiendo priorizar su relato a efectos de permitir el ejercicio del derecho a opinar y ser oído.
En el caso de adolescentes que se presentes acompañados por un adulto referente, el profesional deberá consultarle si prefiere mantener la entrevista a solas.
Entrevista inicial con el Niño/a ó Adolescente víctima de A.S.I.J:
A los fines de evaluar el estado emocional del niño/a o adolescente víctima de A.S.I.J, durante el relato y realizar acciones de contención adecuadas se recomienda que el mismo sea atendido por un psicólogo o un psiquiatra perteneciente al equipo.
Aspectos a tener presente en la entrevista:
• Disponer de un lugar adecuado que respete la intimidad y privacidad del/la niño/a o adolescente durante las entrevistas.
• Si ellos/as lo desean, podrán ser acompañados en la entrevista por alguna persona de su confianza (sea adulto/a o adolescente, independientemente de la edad).
• Se debe evitar el estilo interrogativo o confrontativo, tratando de tener una actitud receptiva respecto del relato de lo sucedido.
• En la entrevista el profesional debe estar atento a obtener información que permita conocer el nivel de desarrollo alcanzado por el niño/a ó adolescente y los desórdenes emocionales que pudieran advertirse. La ausencia de manifestaciones inmediatas o evidentes en sus conductas no significa que el daño no ha ocurrido, o que los niños/as o adolescentes no han sido afectados por el abuso.
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